El proyecto terminó

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Olivia

Regresamos de Big Bear dos días después como habíamos planeado, las cosas estuvieron tranquilas después del incidente con Noah. Pasamos la mayor parte del tiempo en el lago y dentro de la cabaña. Las chicas y yo hicimos una tarde sólo para nosotras donde no dudaron en hacer preguntas bastante desvergonzadas sobre Sebastian, pero no yo no les dije nada más que me parecía muy grosera su insistencia en el tema sabiendo que no se siente bien y que por respeto a él yo no comentaría nada más. La única que me apoyó en eso fue Taylor, el resto se molestó un poco o no sé, la verdad me daba igual mientras no molestaran a mi chico, es decir, ¿mi chico? Mi amigo, sí le podía llamar así, aunque fuera mi amigo, ¿verdad? Luego de ese pequeño drama me fui de allí para encerrarme en mi habitación a darme un baño caliente en la tina escuchando música, era muy relajante. Tiempo después Michael entró y tuvimos sexo, fue bueno en realidad, era lo que necesitaba, lo único que me parecía insoportable era el hecho de que Michael empezaba a parecerme demasiado lindo y guapo, y me desesperaba que yo pensara que no era bueno pensar así de Mike, pero me era difícil porque sí, estaba aferrada a Noah. Finalmente les informé a los chicos que me quedaría una semana y media más, por lo que se alegraron bastante, y no bromeo con eso. Hablé con Jesse y me confesó que se sentía mejor con la idea de que vigilara a Sebastian un poco más, y yo no quería entender sus razones para decirme eso, pero muy en el fondo lo sabía. Aun así, odiaba que todos lo vieran y trataran como un niño, Noah no necesitaba ser vigilado, quizás cuidado, pero era muy diferente.

- ¿Entonces, bonita? ¿Vamos a jugar básquet un rato?

- Vale, iré por mis tenis. - Le respondí a Mike para ir al estudio y ponerme unos tenis. Los últimos días los pasábamos jugando cualquier clase de juego para entretenernos. Cuando regresé le di un beso corto en los labios y salimos de la mano, ya no éramos tan cuidadosos como antes, porque ambos coincidimos en que ya la mayoría de nuestros amigos lo sabían (yo aún me sentía nueva diciéndoles "amigos" a los chicos y demás, pero insistieron en que los considerara más cercanos). Finalmente les dijimos que estábamos saliendo para conocernos mejor y ver qué pasaba entre los dos. - Oye, Mike.

- Dime, Livi.

- ¿Más tarde hacemos una canción?

- ¿Quieres hacer una canción? - Me miró sorprendido. Recordé el berrinche que Noah me armó cuando nos encontró a Michael y a mí haciendo una canción.

- Sí, tengo ganas de hacer algo nuevo, pero me da más vibras de tu banda, si no te molesta. - Ni siquiera sé porqué decía "si no te molesta", supongo que sí me quedó algo marcado el gran enojo de Sebastian. 

- Para nada, sabes que yo feliz de poder trabajar contigo, bonita. - Besó el dorso de mi mano. Yo le sonreí. La verdad era que tenía muchas ganas de hacer una canción y quería que Michael me ayudara con eso, tenía la letra clara en la mente, la había escrito anoche cuando no podía dormir. Llegamos a la cancha de básquetbol más cercana a la casa, a unos 10 minutos caminando. Mike me soltó para lanzar al balón al aro e intentar anotar. - ¿Y ya tienes alguna idea para la canción?

- Ummm, sí, tengo la letra y sobre la melodía quiero que la guitarra y el teclado electrónico tengan mucha presencia, pero tendrás que ayudarme. - Me pasó el balón y lancé, encestando a la primera.

- Muy bien, hagámoslo. - Seguimos jugando y platicando de todo un poco, incluyendo nuestras vidas, la familia y qué queríamos en un futuro. Yo por mi parte mencioné que ante todo quería terminar mi licenciatura y mudarme al extranjero, en cuanto a lo personal, que me gustaría una pareja estable que compartiera mis ambiciones y me apoyara en todo, a Michael le gustó mucho esa respuesta y dijo que buscaba lo mismo. El juego fue muy bueno, bastante justo y parejo, pero Mike era muy mal perdedor. - ¡Agh! No se vale, eres más pequeña que yo, ¿cómo es que sigues ganándome? 

Just PretendWhere stories live. Discover now