Odio tus razones

180 17 6
                                    

Olivia

Hablé con Daniela por la mañana, por supuesto le conté todo, hasta me puse a llorar. Me sentía mal por la decisión que Noah había tomado, pero más por lo que yo le dije después. Quizás tenía una buena razón para alejarse de mí, aunque no podía parar de preguntarme si había hecho algo mal, si había cometido un error, y con frecuencia mi respuesta era que sí, ya que avancé demasiado rápido con él, lo arruiné todo. Tomé un papel y escribí una nota que le dejaría después a Noah en su puerta o la arrojaría por abajo de esta.

Noah

De verdad lamento mucho haberte gritado así, me comporté como un idiota. Perdóname por reaccionar así, sé que debo respetar tu decisión, aunque no me parezca la más indicada, es sólo que me molestó que quisieras decidir por los dos al decir que sería mejor que me quedara con Michael, pero supongo que buscas lo mejor para todos y ahora lo veo. Gracias por estar conmigo como lo estuvimos, no importa que haya sido poco tiempo, ha sido muy especial para mí. Me gustaría ser tu amiga nuevamente, prometo no ser una maldita desgraciada, porque te quiero.

Psdt: te dejo esta foto que tomé el otro día en la playa, me recordó a ti y lo mucho que me encantaría ir contigo.

Bueno, eso terminó siendo más una carta, pero no importaba. Tomé un clip y uní el papel con la polaroid, que por atrás decía 11/01/21. Noah.

  Adoraba ese tipo de detalles. Suspiré desganada y lancé los papeles bajo la puerta. Regresé al estudio y me decidí a empacar mis cosas, pues ya habían transcurrido tres semanas desde que llegué, y ya terminamos con la canción, por lo que no había razón para que me quedara más tiempo. Guardé lentamente mi ropa, no llevaba ni la mitad de esta. Necesitaba que Noah entrara por la puerta y me pidiera que me quedara. Un ruido en la puerta me sobresaltó, me encontraba inmersa en mis pensamientos. Alguien dejó una nota por debajo de la puerta, pude ver la sombra de ese alguien caminando por el pasillo e irse. Corrí para leer el mensaje. 

Liv

Usa un vestido y sandalias, iremos a la playa.

Atentamente: Noah 

Me sorprendí, pero no dejé pasar la oportunidad. Corrí por un vestido y mis sandalias. Tomé mi bolso y guardé únicamente mi celular y dinero. Cepillé mi pelo y salí de la habitación con los lentes oscuros puestos, pasé despacio por la habitación de Noah, pero él no estaba ahí. Me moví a la sala para encontrarlo de pie esperándome. Se veía guapísimo usando un short y camisa muy colorida. Tenía los lentes oscuros puestos al igual que un sombrero blanco. Parecía otra persona, pero se veía feliz. 

- Hola. - Dije un poco apenada.

- Hola, Liv. ¿Nos vamos? - Tragué saliva y asentí. Me sentía muy confundida, pues creía que después de mi alboroto de anoche, él me trataría un poco más cortante, pero no, al contrario. Caminamos en silencio hasta la playa, yo me sentía incómoda, pero no me atrevía a decir algo, porque consideraba que ya había dicho demasiado. Noah nos guió por el muelle, se detuvo casi al final y se recargó en el barandal. - ¿Sabes por qué te traje aquí? - Negué con la cabeza. - Quiero hablar contigo, las cosas ayer no salieron como esperaba.

- Noah, lo lamento, no debí reaccionar de esa forma.

- Eso es verdad, pero te entiendo. - Posé mi mirada fija en él, ¿por qué era tan comprensivo conmigo? - Sé cómo te sentiste, quizás un poco agredida, pero por favor créeme cuando te digo que mis intenciones son las mejores y si no me quedo contigo no es porque no quiera, sino porque no soy bueno para ti, Oli. Yo, también te quiero y me encantaría entender cómo en tres semanas me hiciste sentir así, pero, de cualquier manera, no quiero lastimarte ni hacerte sentir mal, y desearía que no fuera así, pero conozco perfectamente cómo soy y lo hiriente que puedo llegar a ser si algo no me parece y no me perdonaría tratarte de esa forma. - Dejé de mirarlo, pues las lágrimas ya amenazaban con salir. En cuanto giré el rostro fue imposible resistirme a llorar, aunque me esforcé bastante para no hacerlo más. - Tengo miedo de ir al infierno y arrastrarte conmigo.

Noah me tomó por el rostro, obligándome a verlo. Puse mis manos sobre las suyas, tratando de obtener más de su tacto. Él se encargó de limpiar mis lágrimas. Después me abrazó con fuerza y yo lo imité. 

- Odio tus razones. - Parecía confundido con mi respuesta. - Tus razones para alejarte, sólo me hacen quererte más, tenerte más cerca siempre.

- Liv, yo no voy a cambiar, a este punto he hecho mucho daño a las personas que amo, no quisiera agregarte a la lista. 

- Pero ¿y si eso pudiera cambiar con ayuda? Yo haré lo que sea, Noah, cualquier cosa. - Quitó sus lentes oscuros, revelando ligeras lágrimas en sus ojos. 

- Olivia, comprende, yo ya estuve en tu posición y sé que no termina bien. - Entonces ambos llorábamos y entendí todo, pero me dolía demasiado verlo así, no lo toleraba, me provocaba náuseas no saber qué hacer para tranquilizarlo, deseaba lanzarme por el muelle directo al mar y perderme en el. Se sentía como aquella vez que entré a su habitación y todo era un desastre. Noah no dejaba de llorar y yo empezaba a entrar en pánico, ¿cómo me pedía que me alejara de él de esta forma? 

- No te voy a dejar solo, ¿entiendes? Nunca. Cueste lo que cueste estaré aquí para ti, como tu amiga, si así lo prefieres. - Dirigió su vista a la mía. Sentía mi corazón romperse de a poco al tenerlo así. Sus ojitos estaban irritados de tanto llanto.

- ¿Lo prometes?

- Lo prometo, corazón. Me quedaré contigo y te cuidaré. - Sebbe se inclinó levemente hacia mí, dirigiendo su rostro al mío; sabía lo que hacía, ese sería nuestro último beso. Unimos los labios con ternura, disfrutando del momento, de la calidez del otro. Acaricié sus mejillas cuando nos separamos, y juntamos las frentes tranquilizando nuestras respiraciones.  

Mantuvo sus ojos cerrados por un buen tiempo mientras yo acariciaba su espalda. Lo tomé de la mano y nos llevé a la orilla del mar para disfrutar del agua en nuestros pies. Caminamos por un largo tiempo agarrando con firmeza la mano del otro. Decidí en ese instante que me quedaría el tiempo faltante, es decir, una semana más. Buscaría la manera de permanecer todo el tiempo posible para asegurarme de que Noah estuviera lo mejor posible antes de mi partida. El resto del camino la pasamos tranquilos, entre algunas sonrisas discretas y apretones de mano, me gustaba en extremo estar así con él, y no sabía que tan posible me sería alejarme de él. Como sea, tenía que intentar por su bien. Justo entonces se me ocurrió una última corrección para los coros de nuestra canción, eso quedaría mejor. 

//////////////////////////////////////////////////////////////////////

Ay, bueno, un poco de alivio para nuestros corazoncitos.


Just PretendWhere stories live. Discover now