El amor que quieres

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Noah

Después del drama en el bosque, Olivia y Michael se fueron. Los chicos se sentían incómodos, pero no dijeron nada, como siempre. Prefirieron guardarse sus comentarios, me gustaba y no, porque me intrigaba la reacción de Michael en cuanto Liv se fue tras de mí, qué había hecho entonces, pero no pregunté tampoco. Luego de eso decidieron que sería bueno ir a dar una vuelta al Zócalo Capitalino, dijeron que allí había un hotel con vista espectacularmente hermosa hacia el Palacio Nacional. No mentían, la vista era muy bonita, pero me sentía del carajo. Todo era muy confuso y desesperante, era seguro que quería a Livi en mi vida, pero de alguna forma siempre lo jodía, no podíamos ser ni amigos, aunque no deseaba separarme de ella, y me quedaba en claro que ella no tenía en mente alejarse de mí, así que tendría que buscar una solución a la situación, ya no podía estar así. Necesitaba encontrar a alguien perfecto para Michael, era obvio que Olivia no lo era, a pesar de ser una mujer increíble, su estilo no es el de la chica buena y tierna cada día, a pesar de que llegaba a ser así, Liv era más ruda y alocada, era evidente que a Mike no le gustaba eso, porque no la puede controlar y Olivia es la mujer más independiente y respondona que conozco, y por eso era perfecta para mí. ¿Quién podría ser la dulce chica de Michael? 

Me metí a duchar después de fumar un cigarrillo, pensando en todo y en nada a la vez. Sentía la necesidad imperiosa de salir corriendo a cada de Liv y saber si está bien, temía lo peor con Michael en el estado en el que se encontraba. Mi ansiedad me superaba a cada segundo y lo más horrible era que me sentía tan cansado que apenas quería moverme. Me tiré a la cama tomando el celular en la mano para pensar si debía llamar a Olivia o no, y concluí que llamarla sólo le daría problemas. Le escribí un mensaje con la esperanza de que Michael no lo viera. 

Noah: Hola, Livi, ¿estás bien? Sólo quiero saber eso, no tienes que platicar dos horas conmigo. Sólo dime "sí" o "no". 

Te quiero.

A los pocos minutos contestó. 

Liv: Hola, Sebbe. Sí, estoy bien. ¿Cómo estás tú?

Noah: Pues, bien, supongo. Me gustaría verte, pero sé que es imposible. 

Liv: No tiene que serlo, estábamos planeando en ir a un bar hoy por la noche. Dani ya regresó de sus vacaciones, creo que sería bueno ir con ella, hará que se nos olvidé todo este lío. Además, vinieron para verme.

Noah: Suena bien, ¿a qué hora?

Liv: Conociendo el lugar, sería bueno llegar allá a las 8 para evitar las filas.

Noah: De acuerdo, hagámoslo. ¿Quieres que les diga a los chicos?

Liv: Claro, tengo muchas ganas de ir. Usa algo... Lindo, y peina tu pelo como ayer.

 Noah: ¿Lindo? ¿Y el pelo por qué?

Me causaba curiosidad. Una risita se me escapó, Liv comenzaba a portarse muy atrevida y no sabía cómo reaccionar. ¿Debería seguirle el juego?

Liv: Porque te veías muy sexy así.

Escupí el agua en cuanto leí eso. Carajo, que me coqueteara de esa manera me ponía mal y odiaba que ella no se detendría hasta tener la reacción que quería obtener de mi parte. Empezaba a creer que en cualquier instante mandaría todo al diablo y la tomaría por el rostro para besarla, sin importar si todos nos veían. Muy en el fondo sabía que Liv se sentía igual que yo, y que buscaba la salida de su relación con Michael que en pocos días se volvió algo muy tóxico. Parecía que ella también pensaba en la solución más ideal para el problema, algo con lo que todos estuviésemos contentos o al menos satisfechos, pero eso era casi como un sueño lejano, imposible de alcanzar. 

Just PretendWhere stories live. Discover now