Te puedes quemar

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Noah

Después lo que pasó con Olivia no quería ni pensar en ella. No quería admitir que se había convertido en una debilidad tan pronto. Era un desastre. Hui de su habitación para encerrarme en la mía para pensar por unos segundos lo que debía hacer al respecto, y mis conclusiones eran claras, el problema era lo que quería hacer sobre lo que debía. Sentía una increíble necesidad de tenerla conmigo a costa de todo, de guardarla para mí nada más. Por eso no quería pensar más en ella ni pasar mucho tiempo a su lado, porque no nada más era una debilidad, si no una insana obsesión por poseerla, que sabía que no acabaría bien para ninguno de los dos, agregando que Michael está perdidamente enamorado de ella y es mi amigo, así que no tenía idea de cómo lidiar con la situación. Sabía que moriría de celos al estar consciente de que Michael la tuviera igual de cerca como Olivia lo estuvo conmigo. Sabía que me convertiría en una persona enfermiza y despreciable al verlo juntos y besarse; las cosas no pintaban por buen camino. Para colmo, sabía que él era mejor persona que yo, que él le haría bien y no la dañaría inconscientemente ni a propósito. Michael era la mejor opción, Michael es mejor que yo, y lo odiaba por eso. Comenzaba a creer que las cosas serían perfectas si Olivia no hubiera aparecido en nuestras vidas. 

Salí de mi habitación para tomar una cerveza. Mi cuerpo pedía a gritos alcohol, y estaba consciente de que no era una buena idea, pero no sabía que más hacer. Escuché pasos marcados y apresurados, me asomé para descubrir a Olivia corriendo a la salida. Grité su nombre, pero no hizo caso, ni a mis gritos ni a los de Jolly.

- ¿Ahora que hiciste, Noah Sebastian?

- ¿Por qué carajos siempre tengo que ser yo el que la caga? - Le dije muy a la defensiva.

- Okay, perdón, tienes razón. Sólo creí que tú sabrías porque estabas con ella hace un rato. - Suspiré pesado bebiendo de mi cerveza. Jolly se me quedó viendo, pero no dijo nada. Era obvio lo que pensaba, pues desde que Olivia llegó yo no había bebido una gota de alcohol, ni siquiera por Bleu como era costumbre, y eso sí era novedad. 

- Creo que me gusta Olivia. - Jolly suspiró. - ¿Qué? No me digas, a ti también te gusta... - Rodé los ojos bebiendo otro trago.

- ¿Quieres calmarte? No me gusta Olivia, suspiré porque ya sabía que a ti te gusta, es obvio. - Bajé la mirada avergonzado, ya me estaba comportando otra vez como un paranoico. 

- Hey, ¿por qué tan serios? - Jesse se unió a la plática. Se sentó en el sofá con nosotros y al igual que Karlsson se me quedó viendo muy atento mientras bebía mi cerveza. - ¿Pasó algo malo?

- A Noah le gusta Olivia. - Jesse soltó una risa sonora y burlona, lo miré mal.

- Vaya, ¿y qué harás al respecto?

- No lo sé, no parece una buena idea empezar algo nuevo ahora. Tengo que arreglar mi mente. Aunque, por otro lado, de verdad me gusta, y no hablo sólo de físicamente. Ella realmente entiende todo sobre mí y no siento que pueda encontrar a alguien más que lo haga, digo, ustedes están aquí, pero claramente no me casaré con alguno de ustedes. - Nos reímos un poquito cuando dije lo último.

- Sabes que te apoyamos, pero tengo que decirte que no estás estable emocionalmente hablando. Salir con alguien más antes de arreglar tu mierda no solucionará las cosas, sólo las pondrá peor y no nada más para ti, sino también para ella. - Dijo Jesse.

- Ya que estamos diciendo verdades, ¿has notado lo cercano que es Michael con ella? Más allá de lo imbécil que se comportó en el bar, se ve que a él le gusta; lo que me lleva al siguiente punto: ¿eso no arruinará las cosas con Michael? Es nuestro amigo, como tú. - Pasé una mano por mi rostro, desesperado y harto de pensar. Quería evitar el tema con Michael, pero al parecer era obvio que estaba enamorado de ella.

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