Ya quiero verte de nuevo

166 14 13
                                    

Olivia

El tiempo pasa volando, ya tenía casi un mes desde que regresé a casa y a veces me sentía aliviada de no tener que lidiar con los dramas de Noah en persona, aunque por otra parte eso mismo me ponía nerviosa, porque sabía que nadie estaría tan al pendiente como yo, pues era obvio, yo lo trataba como un niño pequeño a final de cuentas, que era lo que quería evitar desde un principio, pero me daba cuenta de que la vida con Noah era así, y sólo existían dos opciones: sobreprotegerlo de todo, incluso de él o bien no hacer tanto caso de sus crisis y darle uno que otro consejo de vez en cuando, tal como hacían los demás, pero a mí no me funcionaba, de hecho, lo intenté, pero eso causó más problemas en Sebastian, dijo que parecía que me molestaba y eso no era cierto, así que ya no había vuelta atrás.

Recuerdo que me causó mucha risa cuando fue 14 de febrero. Yo por supuesto tenía planes con Michael, los que consistían en la siguiente lista:

1.- Videollamada temprano por la mañana para mostrarnos un lugar bonito que nos gustaría visitar con el otro.

2.- Ir a desayunar a un restaurante "juntos". O sea, continuar en la llamada, pero ahora cada quien comiendo en su restaurante favorito.

3.- Despedirnos y hacer nuestro día normal.

4.- En la noche vestirnos elegantes y volver a hacer videollamada para tener una cita romántica con nuestras películas románticas favoritas.

Después ignoramos por completo eso de las películas, porque al parecer "vamos a ver una película" siempre tiene fines sexuales, incluso si es una videollamada. No lo voy a negar fue muy excitante. Al final nos quedamos hablando un buen rato sobre todo lo que queríamos hacer juntos cuando nos viéramos de nuevo, y siendo sincera, tenía muchas ganas de ver a Michael de nuevo, y yo no me lo creía, pero lo extrañaba bastante. Pero bueno, lo que fue divertido de ese día a parte de todo lo que hice con Michael, fue que Noah se la pasó mandándome textos graciosos sobre sus razones para odiar el Día de San Valentín, aunque su última razón fue triste en realidad, pero no hice caso, no podía seguirle el juego nuevamente. Estaba tan aburrida en clase que busqué la lista de Noah y comencé a leerla para entretenerme. Su sátira de dicho día me hacía reír, porque ciertamente compartía muchos de sus puntos de vista.

...

23.- Nadie es original, siempre son las mismas porquerías de ositos de felpa y chocolates.

24.- Parece que en esta fecha todos se aman, pero dos días después ya se están matando nuevamente, es como la navidad.

25.- Estoy soltero.

26.- Nadie quiere salir conmigo.

27.- No estás en California para salir a burlarte de los enamorados conmigo.

28.- Aunque estuvieras aquí no te podría besar... 

Y ahí mi corazón se detuvo dos segundos, y el volver a leerlo era raro. Yo suponía que después de ya casi mes y medio saliendo con Mike me habría olvidado de mi loco amor por Sebastian, pero no, porque cuando vi su razón #28 el corazón se me hizo chiquito. Tenía ganas de correr y abrazarlo, me estaba volviendo loca sin poder tocarlo, pero era mejor así. Suspiré pesadamente y cuando menos me di cuenta el profesor nos dejaba ser libres. Guardé mi carpeta y mis plumas, que sólo saqué para aparentar, no tomé un sólo apunte. Salí arrastrando los pies del salón, aunque por suerte ya nada más me faltaba una clase y al diablo por hoy. Mi horario de este semestre era mi favorito de todos, me las ingenié y quedó perfecto, así que salía a las 5 de la tarde y tenía una o dos horas libres a diario para comer y relajarme un poco. 

Fui a la cafetería para rellenar mi termo de café bien cargado. Me dirigí a mi salón correspondiente y me senté donde siempre, esperando a que llegara el ayudante, pues la clase de hoy era con un ayudante. Sabía que el tal Alexander o como se llamara, llegaría tarde, como siempre, así que me puse los audífonos lista para escuchar la canción que Noah me había enviado, dijo que la había hecho únicamente con los sonidos que encontramos en casa aquella tarde, todos pusieron un poco de su parte, hasta Michael, bajando las escaleras muy sonoramente. Me picaba la curiosidad, aunque aún no terminaba la canción, dijo que amaba cómo funcionaba y que quería mi opinión para saber cómo continuar. Escuché una melodía suave con un ritmo sexy, la voz era muy calmada, casi como un suspiro o un susurro, tal vez. 

Just PretendWhere stories live. Discover now