¿Qué voy a hacer sin ti?

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Olivia

Desperté en la madrugada a causa de una pesadilla, la peor que haya tenido en mi vida. Estaba corriendo por el bosque, hacía mucho frío, la nieve cubría todo y me resbalaba con frecuencia, pero nada hacía que me detuviera, pues necesitaba encontrarlo, encontrar a Noah. Corría y corría desesperada, con un dolor en el pecho terrible y las lágrimas bajando como río por mi cara. Entonces a lo lejos lo veía, tal como lo encontramos ayer, tirado bajo un árbol, pero a diferencia del día anterior, él ya no estaba con vida. Cuando me desperté descubrí que lloraba igual de fuerte que en mi sueño; por suerte no desperté al castaño, debía estar agotado por todo. Salí de la cama para ir al baño a lavarme el rostro. Luego bajé a la cocina por un vaso de agua, en realidad dos, pues Noah debía tomar sus pastillas a la hora indicada para que sus manos dejaran de doler y se recuperara pronto. Llené los vasos y ahí me quedé unos segundos, contemplando el lugar, ni siquiera le había puesto mucha atención por lo ocurrido. No estaba contenta con las cosas, me sentía pésima por no haber cuidado a Noah lo suficiente, que, a pesar de no ser mi responsabilidad, mi opinión era lo contrario. Quería cuidarlo de todo y no estaba bien. De a poco se convertía en una obsesión por ser quien lo levante cuando se caiga, lo peor es que no deseaba parar, sino al contrario, pues mientras más cayera, más me necesitaría. Luego resultó que no estaba sola en la cocina, alguien tocó mi hombro.

- Liv, calma, soy yo. - Era Michael. Me asusté bastante con eso, pero él se encargó de tranquilizarme. De por sí no es normal estar vagando a tales horas de la madrugada y mis nervios me mantenía muy alerta por cualquier cosa que pudiera pasar. Me ordenó sentarme en la barra después de darme un abrazo fuerte, dijo que esperara a que hiciera chocolate caliente. Michael, no seas así, por favor, me haces dividir mi corazón entre Sebbe y tú.  

- ¿No podías dormir? - Le pregunté, él se resumió a negar con la cabeza. Mantuvo su mirada en mí. Me analizaba y me daba muchos nervios que hiciera eso, Mike nunca me había mirado así, como si me juzgara. 

- No sé qué hubiera ocurrido si tú no hubieras actuado de inmediato. - Me soltó de repente.

- No digas eso, ni siquiera quiero pensarlo. 

- ¿Tampoco podías dormir? - Cambió de tema rápidamente. 

- En realidad me dormí a buena hora, por así decirlo, pero tuve una pesadilla y me da miedo volver a dormir y soñar eso. - Michael corrió para abrazarme, me aferré a él, necesitaba la calidez de una persona que no se fuera a desmoronar al instante, y sé que sonaba cruel por Noah, pero yo no podía ser fuerte por los dos por mucho que intentara y quisiera, al final los dos vamos a caer. Mike me dio varios besos por toda la cara animándome, ahí supe que era verdad, tener algo con Sebastian era imposible. - Uh, la leche. - Señalé la ollita que él puso para calentar la leche, pero ahora la espuma subía y se derramaba por toda la estufa. 

- Carajo. - Michael corrió de regreso a la estufa para apagar la flama. Me reí. 

- Déjalo así, tomemos sólo leche fría o algo.

- No, no, te haré chocolate caliente. - De nuevo encendió una flama, pero esta vez bajita, y como el líquido ya estaba muy caliente, Mike agregó de inmediato algunas tabletas de chocolate. Se mantuvo pendiente de este todo el tiempo, mientras yo lo abrazaba por la espalda, aspirando su olor, me gustaba. - ¡Listo! - Llevó dos tazas con chocolate y bombones a la barra donde nos sentamos. Lo probé y mi cara me delató por completo, me encantaba el chocolate que Michael preparaba. - ¿Te gustó? - Asentí como una niña pequeña bebiendo más, Mike rió enternecido por mis acciones. Y era duro de aceptar, pero Michael me daba la estabilidad emocional que necesitaba, no era una montaña rusa. Ahí me decidí a ayudar a Noah en lo que pudiera sin entrometerme más de lo necesario, lo que sería difícil, pero encontraría la forma. Ahí fue cuando elegí a Michael y era posible que me arrepintiera después. 

Acabamos el chocolate y de alguna forma terminé sentada en la barra con Michael entre mis piernas, besándonos mientras paseaba sus manos curiosas por mi cuerpo. Me separé unos segundos, él intentó volver a besarme, pero no lo dejé. Le expliqué que no tenía la cabeza para eso en esos instantes, pues aún estaba preocupada por Noah. Él entendió y se disculpó. Uní nuestros labios para darle a entender que no tenía porque disculparse, después de todo me encantaba estar con Michael. Pasamos otro rato entre besos en la sala de estar junto a la chimenea del lugar, era una cabaña preciosa. Más tarde cada quien subió a su habitación y se despidió. Me volví a acostar con Noah, estaba tranquilito, se veía muy bonito así, descansando y sin una expresión constante de alguna clase de sentimiento negativo. Le retiré el pelo de la cara, pues por poco y entraba a su boca, ya que la tenía entreabierta, un hilo de saliva colgaba de su labio inferior. Solté una risita, me parecía la criatura más dulce y delicada de la tierra. Un quejido me hizo reaccionar. Abrió sus ojitos por unos segundos, pero los cerró de inmediato. 

- ¿Te duele la cabeza? 

- Sí. - Su voz estaba ronca. Odiaba que sonara tan sexy. Como ya esperaba su dolor de cabeza, me puse de pie para darle el vaso con agua y una aspirina.  Se sentó lentamente y tomó la pastilla. - Gracias, Liv.

- No hay de qué. - Le ayudé a recostarse de nuevo y lo cubrí bien con las cobijas. Regresé a mi lugar. Me acurruqué a su lado y sobé su pecho para relajarlo otro poco y conseguir que cayera dormido de nuevo. Fue rindiéndose lentamente hasta que su respiración se volvió ligera y sus labios volvieron a abrirse, me causaba mucha ternura verlo así, la sonrisa en mi cara lo demostraba. 

- ¿Qué voy a hacer sin ti? - Noah hablaba dormido al parecer. Lo que dijo me hizo sentir preocupada de que se volviera dependiente de mí, pero las cosas no apuntaban a otro lugar y yo tampoco me quería alejar porque sé que le dolería, entonces decidí que continuaría con el ciclo, alimentando nuestros miedos e inseguridades. Cerré los ojos para dormir también y después de un rato lo conseguí. Había una sola canción que me venía a la mente.

No please don't be alarmed
We tend to fall apart
I'm entirely to blame
No, I couldn't keep you safe
If there's trust I will betray (sleeptalk)
Sunset, sunrise
It's better you're not mine
I had everything to lose
Always find a way to prove
That I'm undeserving of you


Into the night, I drink and drive
Anything to help me let go, let go
You feel the pain, I feel the same
But we cannot repeat this cycle


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Escribir este capítulo me salió fácil, creo que ya tenía la idea completa. Por favor escuchen la canción en galería, queda perfecta con la historia. 

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Just PretendWhere stories live. Discover now