Veintiséis.

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Donghyuck de verdad habría querido ir con Mark al gimnasio donde este tendría su competencia. De esa manera se aseguraba llegar temprano y no perderse en el camino. Pero aparentemente su equipo ya tenía planeado una noche de entrenamiento previo a la competencia y que luego todos se fuesen juntos al lugar el sábado por la mañana, así que él tendría que arreglárselas solas. 

En su cabeza, su plan era levantarse temprano, desayunar, acomodar su bolso con las cosas que iba a necesitar para su clase de teatro luego, e irse a una buena hora para asegurarse un buen asiento cerca de las piscinas. En la realidad, no había hecho nada de eso porque se había levantado tarde. 

Supo que se había quedado dormido cuando al levantarse sintió que su habitación estaba más iluminada de lo que debería, con el sol ya bastante alto en el cielo. Y al mirar la hora, terminó de comprobar que en serio, en serio, era tarde. Donghyuck maldijo por lo bajo, pasándose una mano por la cara y levantándose con prisas para ir al baño y asearse. Ni siquiera tenia tiempo para una ducha, solo se lavó los dientes, la cara y las axilas y volvió a su cuarto para vestirse y bañarse en perfume para compensar la falta de una ducha. 

Después de meter todas las cosas a su bolsa, repitiendo la lista cada dos segundos para asegurarse de que lo llevaba todo, corrió escaleras abajo, bajando de dos en dos los escalones para ir a la cocina y tomar algo antes de irse corriendo. Era tarde, pero aún podía llegar temprano si la suerte se ponía de su lado. 

—¡Hola, hyung! —saludó al entrar a la cocina y encontrarse a Taeil, sentando en la mesada junto a su hermano—. Yongie. 

Besó a Taeyong en la mejilla cuando le pasó por un lado, y luego abrió la puerta del refrigerador para sacar una botella de agua, una naranja, y tomar uno de los tuppers que siempre habían con comida que quedaba del día anterior. 

—¿Vas a comer? ¿Te preparo algo?

—No, hyung, voy tardísimo ya —contestó, ondeando una mano para señalar que no era necesario y se movió del refrigerador a la despensa para tomar un par de galletas y unos de los pastelitos rellenos que siempre compraba Dongsoon. 

—¿A donde vas? Tus clases son a las once. 

Se detuvo de forma inconsciente y al girarse encontró a su hermano mirándolo con una ceja alzada y los ojos entrecerrados, el tipo de gesto que había perfeccionado como hombre de la casa y que Donghyuck todavía no entendía cómo lograba hacer. Podía mentirle claro, pero su cerebro parecía haberse secado  y no se le ocurría nada para excusar el por qué estaba despierto un sábado a las ocho menos cuarto de la mañana. 

—Voy a una competencia de natación en Jamsil —contestó entonces, cuando no se le ocurrió nada más que la verdad—. Y voy tardísimo.

—¡Oh! Yo voy al Lotte World hoy, si quieres te puedo llevar —propuso Taeil entonces, con un bocado a medio comer—. Así desayunas algo. 

—Uhh... Pero es que ya es tarde.

—Mi moto es súper rápida, lo juro —insistió el mayor.

—Mhm...

—Me sentiría mejor si dejas que Taeil te lleve —dijo Taeyong, que ya estaba de pie buscando en la alacena cosas para su desayuno y Donghyuck no tuvo de otra sino quedarse. 

Mientras esperaba, sacó su celular y le envió un mensaje de texto a Mark, deseándole los buenos días, recordándole que estaría ahí para verlo y que esperaba que se divirtiera en su competencia.  Taeil y Taeyong parecían ignorarlo, más concentrados en discutir sobre la poca moralidad del mayor de los dos en alentar a alguien menor a tener algo con él. Donghyuck habría querido ignorarlos también, pero poco podía al tenerlos casi gritando frente a él.

Se dice que le gustas ➳  MarkhyuckWhere stories live. Discover now