Se dice que le gustas ➳ Markhyuck

Doce.

Al entrar a la cafetería para el almuerzo, Donghyuck estaba consciente de que al menos el 50% de los presentes lo estaba mirando. Podían llamarlo egocéntrico, y quizás hasta paranoico, pero en serio, está seguro de que más de un par de ojos estaban sobre él mientras hacia la fila para pedir su comida y luego avanzaba a una mesa cualquiera para comer.

Ya no hablaban tanto sobre su relación ficticia con Mark, lo cual era una alivio, y mayormente se le veía a los estudiantes cuchicheando sobre el profesor suplente de Química para quinto año, o si acaso Yangyang y Hendery habían terminado de verdad esta vez. Pero el que no escuchara su nombre junto al de Mark en los pasillos no significaba que hubiesen dejado de prestarle atención, después de todo la gente de su escuela estaba tan al pendiente de los chismes como una mosca está al pendiente de la basura.

Renjun y Yangyang se sentaron con él un rato después, ya cuando Donghyuck se había comido la mitad de la ensalada y empezaron una conversación sobre el próximo examen de Literatura. Sólo por esta vez Donghyuck pudo sentirse tranquilo al oír la palabra examen, sabía que le iría bien pues la Literatura no tenía números. Sería como un descanso.

—Qué raro verte solo —murmuró Renjun, antes de sorber por la pajilla de su soda—. ¿Y Mark?

Donghyuck arrugó la nariz—. ¿Por qué tendría que saberlo?

—No sé, como se ha estado sentando toda la semana aquí... Y no has dejado de mirar a todos lados como un ventilador.

Ante la acusación de Renjun, Donghyuck que justamente estaba estirando su cuello mientras miraba alrededor, se detuvo y volvió a ver a su mejor amigo con mala cara. No había estado buscando a Mark, claro que no, aunque no estaba de más estar al pendiente por si se aparecía. Sólo el día anterior habían tenido la conversación donde Donghyuck le expresaba seriamente que no estaba interesado, así que si Mark no se aparecía ese día, significaba que lo había entendido.

—No creo que venga —murmuró entonces Donghyuck, con gesto indiferente, pero sus ojos se pasearon por la cafetería una vez más.

— ¿Por qué no? —preguntó Yangyang, robándose una papa del plato de Renjun.

—Ayer hablamos —respondió como si no fuese nada, y se volteó a ver a sus dos amigos—. Le dije que fuésemos solo amigos.

Renjun entrecerró los ojos—. ¿Lo hiciste de verdad o fue una de esas veces donde imaginas que lo estás diciendo y en realidad te quedas pasmado mirando a la nada?

—Se lo dije en serio. Al final tenías razón —concedió Donghyuck e ignoró completamente cuando Renjun le interrumpió para decir que él siempre tenía la razón. Era cierto, pero él no se lo iba a decir tan así—. Me disculpe por darle esperanzas y le dije que era mejor si solo éramos amigos.

— ¿Y cómo es que hablaron? O sea, te conozco, y sé que no te levantaste de tu cama simplemente para ir y decirle eso.

Donghyuck se mordió el labio inferior y respiró profundo. Cierto, no les había dicho que había ido a cuidar a Jisung la tarde anterior. Según sus amigos, Donghyuck dormiría toda la tarde y después ensayaría su canción... Tristemente solo había hecho lo segundo, y se había dormido muy tarde haciéndolo. Todo por culpa de Dongsoon.

—Fui a cuidar a Jisung.

—Dijiste que nunca más ibas a cuidar a Jisung.

—Mi hermana me obligó básicamente, es un cuento raro —Donghyuck se encogió de hombros y se metió un bocado de ensalada a la boca—. El punto es, que no tendré que ver a Mark nunca más durante el almuerzo.

Sus dos amigos le dieron miradas raras, Renjun parecía apenado con una mano cubriendo su boca y Yangyang tenía esa expresión que usaba cuando quería reírse y no podía. Donghyuck masticó a los apuros y tragó su comida, solo para decirles que lo decía en serio y que debían confiar en él, pero antes de siquiera abrir la boca, vio como un familiar frasco de jugo era puesto sobre la mesa. Sus ojos miraron la botella, y la mano que la sostenía y siguieron el camino que conectaba la mano con el brazo y con el resto de aquel cuerpo. Y justo allí estaba Mark.