Diecisiete.

1.3K 162 34
                                    

Para ser alguien que se enorgullecía de hablar mucho, Donghyuck estaba bastante callado. 

Era extraño porque usualmente era el tipo de persona que encontraba confort en la conversación, en estar rodeado de personas y simplemente charlar de cualquier cosa por horas. Taeyong solía decirle que era cosa de extrovertidos; que contrario a otros que parecían quedarse sin energía conforme socializaban, para personas como él era sencillo recargar su batería social si hablaban con otros. Pero ahora su batería estaba casi en cero, porque no había dicho mucho desde que habían salido de la escuela.

Y no habría mucho problema si Mark estuviera llenando los silencios por él, pero el mayor también estaba callado (Donghyuck realmente no sabía si Mark era un extrovertido como él, o si era más del tipo introvertido). Así que ahí estaban los dos, ahogados en el silencio mientras avanzaban por las calles.

No era como que si le incomodara precisamente, no del todo. Porque aún cuando no estaba diciendo algo en voz alta, en su cabeza estaba en medio de una reunión con otras cinco pequeñas versiones de él mismo, todas hablando al mismo tiempo sobre si debía romper el silencio y decir algo, y si así fuera, qué decir, había otra mini version suya diciendo que no era normal andar por ahí con Mark a solas, y otra diciendo que no pasaba nada porque eran amigos después de todo, y la última estaba en una esquina todavía pensando en el Mark en traje de baño.

Si era sincero, requería mucho esfuerzo no pensar en el Mark semi desnudo y mojado del gimnasio. Quizá por eso era que estaba tan callado.

—¿Cuándo es tu competencia?

—¿Quieres que comamos algo?

Los dos soltaron una risita, al verse sorprendidos hablando al mismo tiempo, y Donghyuck se relamió los labios pensando en por qué se sentía tan incomodo de repente en una situación tan mundana como eso. Las manos le sudaban, y el corazón parecía irle con más fuerza, también no había dejado de sentir la cara caliente desde que estaban en la escuela.

Seguro era que estaba por enfermarse. Con esos virus que siempre andaban por ahí, seguro que estaba por agarrar una fiebre de esas que lo dejaban tumbado en la cama por días. Ojalá terminara enfermo, pensaba, así no tendría que ir a los ensayos de teatro y también podría faltar a las clases de matemáticas.

—Mi competencia es en... Uhm, marzo. —Mark contestó entonces, a la pregunta que le había hecho—. Los preliminares empiezan en marzo, y si lo hacemos bien podremos pasar a las Nacionales. Tendríamos que viajar a Busan y todo.

—Ahh, pues que genial, si... Eh... —Donghyuck miró al piso, metiéndose las manos a los bolsillos de la chaqueta y después de un suspiro preguntó—. ¿Qué decías de ir a comer?

—¡Ah! Si, si... A dos calles de aquí venden unos waffles riquísimos, y no sé, si quieres que vayamos.

—¿Waffles?

Mark se mordió el labio inferior para contener una sonrisa—. Con pollo y miel.

—Mhmm —Donghyuck se lo pensó, porque dicho así no parecía una buena combinación, pero no tenía nada que perder, además que no parecía razón suficiente para decir que no—. Vale, pero yo pago-

—No, no, si yo te estoy invitando.

—Pero tu pagaste el desayuno del lunes, así que me toca —Donghyuck se detuvo al borde de la acera al ver el semáforo peatonal en rojo, y luego miró a Mark—. La próxima pagas tú.

—¿Próxima?

Donghyuck se encogió de hombros—. O si no pagamos mitad y mitad.

Agradeció a los cielos que el semáforo cambiara a verde y se apuró en cruzar la calle a todo lo que podía mientras las cinco personitas de su cabeza se juntaban para regañarlo. ¿Por qué había dicho eso? ¿Cuál próxima vez? ¿Acaso eso contaba como invitarlo a salir? Dios santo, como quería que se lo tragara la tierra, o desmayarse o que le cayera un meteorito encima.

Se dice que le gustas ➳  MarkhyuckМесто, где живут истории. Откройте их для себя