CAPITULO 14: "Fanática loca"

Start from the beginning
                                    

― No sabía que se conocían ― quizás estaba un poco perturbada por lo que me había dicho antes de él.

― Solo lo normal ― respondió con frialdad el chico ― No hablo mucho con gente ordinaria como ella.

― Muérete soberano idiota ― respondí al instante, como si fuera la frase programada para salir en automático cada que el abría su bocota.

Los dos nos miramos con odio y quizás eso le advirtió a ella que debía salir de ahí.

― Calmemonos ― sugirió con una sonrisa nerviosa ― parecen una pareja casada.

Cuando dijo esto nuestras expresiones cambiaron de enojo a terror.

― Cruel sufrimiento ― solté como si me fuera sentenciado a una tortura y yo fuera una indefensa chica apunto de desmayarse.

Eso le ofendió a él.

― ¡Te mueres por ser mi esposa! ― respondió intentando recuperarse.

― ¡Exacto! ― exclamé con una sonrisa falsa ― me muero si soy tu esposa.

― Bannett, tú me amas ― se cruzó de brazos y me miró con el mentón levantado ― Solo admítelo, eres una más de mis fanáticas.

― En tus sueños.

― Quizás debería irme ― murmuró la chica dando un paso a un costado ― Parece un coqueteo que no quiero escuchar.

― La torturas con tus palabras Dylan ― sonreí por mi broma pero la expresión de ambos fue seria, de hecho mucho más de lo que esperaba para una mala broma.

― ¿Lo llamas por su nombre? ― preguntó la chica con los ojos abiertos, tan grandes como podía, y un gesto de total confusión.

Pude ver el terror correr por los ojos del mencionado, pero había descubierto que era bueno para guardar las apariencias, porque tan rápido como apareció se esfumó.

Mierda, se me salió... ¡Inventa algo pronto!

Le exigí a mi cerebro.

― No tengo por qué llamarlo con formalidades aquí, todos somos alumnos y tenemos los mismos derechos y posiciones ― fingí que me ofendida ante su sorpresa, quizás mas nerviosa porque descubriera algo que por lógica.

Realmente, aun si nada de este problema del compromiso hubiera ocurrido, yo lo hubiera llamado por su nombre igual; pero tener algo que esconder hacia que mis actos, que antes serian normal, lucieran para mi muy sospechosos.

― Por cierto ― agregó el chico de repente logrando ganar la atención de ambas ― No creo que nos conozcamos formalmente ― le dijo a la pelinegra, la vi fruncir el ceño con molestia ― ¿Una estudiante de la clase A de algún año inferior?

Vi a sus ojos oscuros estudiar el rostro sonriente del chico y me sentí incomoda por unos segundos, solo antes de recordar que él había hecho que llamarlo por su nombre fuera un asunto del pasado en un segundo.

― Me siento detrás de ti ― soltó la chica con una expresión neutra pero quizás con lago de veneno en la voz.

En mi mente sonó un:

¡Uuuuuuuh! Eso debió doler.

Pero mi expresión no mostró más que una ligera, y casi inexistente, sonrisa. Probablemente solo la comisura de mi labio subió un poco.

― Hemos sido compañeros desde hace años.

Vi al chico tragar fuerte y en una faceta nerviosa que no había visto antes. Su sonrisa estaba tensa y a un costado del él frotaba sus dedos entre sí como si eso le hiciera pensar mejor.

Educando a la futura princesa  (Re-subiendo)Where stories live. Discover now