CAPITULO 33

57K 6.4K 3.8K
                                    

Mis amores. Una disculpa porque no pude subir ayer y les quedé mal. Tuve un asunto familiar y no fue mi intención. 

Me llegaron varios mensajes reclamándome por ello y algunos no tan amables debo decir. Les pido que por favor, no hagan eso. Si digo que actualizaré y no lo hago, asuman que algo impidió que lo hiciera porque no me gusta quedarles mal. Y antes de insultarme, miren mis redes que yo siempre aviso si no podré. 

Trato de subir seguido, ustedes saben que sí, y esto no es un trabajo para mí, yo no tengo la obligación de subir y aún así lo hago porque amo escribir y compartirlo con ustedes, pero comprendan que tengo una vida fuera de wattpad. 

Y estén pendiente a mis redes cuando diga que subiré y no lo hago. Siempre aviso por allá porque por acá no tengo forma de hacerlo. 

De seguir estas situaciones, me veré en la obligación de no avisarles cuando vaya a subir y simplemente subir cuando pueda para evitar comentarios de este tipo. 

***

La nueva y la ex.

16 de agosto de 2023.

Anastasia.

La faja no me incomoda como cuando la comencé a usar, y el vestido rojo sube por mis piernas sin tardar tanto en cerrar como la primera vez que intenté ponerlo. Tardo un poco y me quedo sin aire en el proceso, pero consigo cerrarlo sin parecer un embutido en el proceso.

Marcello deja de hablar con Maxim para mirarme. Nuestra estadía en Gijón se ha vuelto temporalmente permanente así que mis cosas fueron trasladadas desde Barcelona al igual que otras tantas de Aleska y de los bebés.

—Tengo que salir del país mañana —informa al momento en que se levanta y un rastro de incertidumbre viaja por mi espina dorsal obligándome a forzar una sonrisa al instante en que sus ojos no se apartan de mi cara.

—¿Para qué?

Me relajo con sus manos en mi cintura, el toque familiar acompañado de un leve movimiento de sus pulgares sobre mis anchas caderas me insta a mantenerme quieta.

—He pospuesto la reunión con los de la Organización por mucho tiempo.

Su mirada es particularmente inquietante y noto la tensión en su toque pese a que es suave y preciso.

—¿Irás solo?

—Orazio vendrá conmigo, Ramiro se quedará con ustedes. 

Asiento sabiendo que eso no es lo que refleja la preocupación de sus ojos. Se está guardando algo y parte de mí me dice que no quiero saberlo.

—Deja de tomarme por idiota, Anastasia.

Su agarre en mi cintura se hace más fuerte una vez trato de dar un paso al costado.

—Ni todo el maquillaje que te eches va a borrar de tu cara la falta de sueño y la prevalencia del cansancio.

—Sí he dormido —refuto, aunque la mentira suena amarga en mis labios.

—Lo mejor será que traslademos a los niños al cuarto de al lado —apunta la puerta que conecta nuestra habitación al costado con el cuarto de los bebés al cual no hemos acudido. Sé lo que está haciendo—. Ellos duermen bien, nos levantaremos de ser necesario y no es como si yo tuviese el sueño pesado. Estarán bien.

—No —expreso duramente.

Sus labios se curvan en una sonrisa conocedora entonces, me estaba probando. Y ahora tendré su maldito discurso sobre mi reposo y la forma en que debo mantenerme en calma.

PODEROSA VINDICTA [+21]Where stories live. Discover now