CAPITULO 24

39.5K 5.9K 3.8K
                                    

Angustia y lejanía.

29 de junio de 2023.

Anastasia.

La sangre corre por la esquina derecha de mis labios recorriendo mi barbilla y secándose en el proceso. Natalia me mira en la distancia con los brazos atados sobre su cabeza mientras niega, advirtiéndome que no abra la boca.

Calma, Anastasia. Me repito lo mismo que me he dicho durante las últimas horas, mordiéndome la lengua para no darle el gusto a esta perra que me golpea el rostro de escucharme la voz ya sea gritándole o mandándola a la mierda.

—¿Nada que decir, Anastasia? —Presiono mis dientes con fuerza al tiempo que me voltea el rostro con el latigazo que me da en la mejilla y que me hace retorcerme en la silla en la que me mantiene retenida—. Cuando llegaste tenías mucho por hablar.

—Como Nox no está vienes aquí, ¿no? —Me regaño por darle el gusto, pero ya me he callado mucho en las últimas horas—. Pero tienes órdenes de no tocarme más que el rostro, maldita.

—Aún puedo sacarte los ojos, Anastasia —dice con calma, pero con la furia parpadeando en sus ojos—. Seguirás estando embarazada si lo hago.

No respondo, mis ojos se encuentran con los de Natalia quien me pide a gritos con su mirada que me calle.

Y lo hago.

Mi mejilla quema con el escozor de un tercer latigazo que me abre la carne obligándome a gritar. La satisfacción que brilla en los ojos de esa perra no se compara con la que seguro sentiré cuando sea yo quien le saque los ojos.

Me muerdo la cara interna de la mejilla al momento en que me sostiene con fuerza el rostro, lastimándome para hacerme soltar un alarido que no le he dado en lo absoluto. Mantener la calma es cada vez más difícil, pero soportar es la única forma de hacerlo.

—¡Nicoletta! —Ella salta, soltándome ante la voz de un hombre de cabello negro que llega hasta ella en segundos—. Nox dijo que no la tocaras.

La muy perra sonríe.

—Levántala y llévala al jardín —demanda con un gesto despreocupado, como si le dieran igual las repercusiones que podría traer el ir contra la voluntad de Nox—. Alekséi no vendrá y yo tengo una sorpresa para mi invitada.

No me quejo una vez me sueltan, pero tampoco intento nada que pueda generar que esta maldita pierda el control y me dispare a matar. La veo y está perdiendo la batalla en soportar su relación con Alekséi, pero no es tan tonta como para irse en su contra sabiendo que no tiene mucho a lo que acudir una vez se tire otro enemigo encima.

Me conducen casi a la fuerza por un estrecho pasillo para salir del maldito calabozo donde me tienen. Natalia no viene conmigo y eso me altera por dentro, como un maldito terremoto que sé que se acerca y al que tengo que hacerme a la idea para que no acabe conmigo.

Su sonrisa de ganadora me hace replantearme el seguir caminando. Sé que no le importa nada más que acabar con Marcello y conmigo, así que también sé que en cualquier momento puede arriesgar lo que sea que tiene con Nox si con ello consigue cumplir su meta de tenernos sobre nuestras rodillas.

—¿Nerviosa, Anita?

Guardo silencio, sin atreverme a hacer más que mirar al frente. Me detengo una vez el cansancio me azota una tercera vez y me obligo a mantener mis manos quietas cuando siento la patada en mi vientre que me tranquiliza casi tanto como me inquieta.

Ellos están bien.

Eso me mantiene cuerda y me obliga a permanecer en calma, pero sé que cada día que pasa corro el riesgo de ponerme en trabajo de parto. Esa idea es lo único que me ha hecho exigirme no perder el control ante cualquier cosa que sale de la boca de Nicoletta.

PODEROSA VINDICTA [+21]Where stories live. Discover now