[CORRIGIENDO] Flor Marchita

8

Varios de los invitados comenzaron a acercarse hacía la pareja de prometidos, para felicitarlos y desearles una próspera vida. Ignorando completamente el hecho que ninguno de ellos deseaba estar en ese lugar y mucho menos deseo ese compromiso.

Pero así era la vida a la que estaban acostumbrados, matrimonios arreglados, omegas maltratados y obligados a estar con un alfa que no los respetaba. Esa era la vida que el imperio les obligó a tener y a la que se habían acostumbrado...Jungkook y Yoongi deberían hacerlo también.

—Perfecto—murmuró el rey mientras se acercaba hacía ellos—Se ven muy bien juntos—comentó con una sonrisa. Luego se acercó a su hijo menor, Taehyung, quién le sonrió de manera inocente y Jungkook estuvo bastante sorprendido de la dualidad de este. —Te vez muy bien hijo mío.

—Muchas gracias padre—respondió Taehyung mientras hacía una leve reverencia hacía él.

La mirada del rey pronto cayó en Jungkook, quién bajo la mirada y lo reverenció pronunciadamente.

—Ahora veo porque insististe tanto en tener a este omega—hablo el rey y Jungkook se removió nervioso—Es muy hermoso, seguramente te dará herederos fuertes.

Taehyung asintió estando de acuerdo, aunque realmente eso era lo que menos le importaba. La idea de tener hijos con aquel omega le parecía asquerosa y una pérdida de tiempo, lo último que quería era un cachorro del omega, pero no importaba él se encargaría personalmente de que  nunca sucedería.

—Padre—llamó Taehyung—Crees que podría mostrarle el castillo a mi prometido. Dudo que tenga tiempo de hacerlo después—pidió con una sonrisa. Y Jungkook observó casi con pánico al rey, pero este ni siquiera parecía presentarle atención

—Es una muy buena idea—dijo el hombre—Claro que pueden ir. Solo lleven a unos sirvientes con ustedes, no es correcto que anden solos sin supervicion.

—Por supuesto padre—dijo Taehyung mientras tomaba el brazo del menor, pero este nunca avanzó debido al miedo. La mirada molesta del príncipe no tardó en posarse en él y entre dientes murmuró—Más te vale que te muevas o te juro que las cosas serán peor para tí.

Jungkook tembló y sintió varias lágrimas caer por sus mejillas, mientras que su respiración volvía a ser pesada. Pero sabía que no tenía como luchar y que nada de lo que hiciera podría impedir lo que sea que Taehyung tramara, por lo que simplemente lo siguió en silencio.

Avanzaron por el salón, con un par de sirvientes por detrás y mientras Taehyung le sonreía a algún que otro invitado, aparentando normalidad.

Jungkook divisó a sus padres a los lejos y estuvo tentado a correr hacía ellos, pero sabía lo que pasaría si lo hacía. Sus padres no podrían protegerlo y sólo los avergonzaria, así que sólo se mantuvo en silencio y siguió a su prometido.

Finalmente luego de unos minutos, llegaron a uno de los pasillos más desolados del castillo y el menor temió por lo que fuera a pasarle. Su cuerpo comenzó a temblar y sintió sus pulmones arder debido a la ansiedad que sentía.

—No dejes que vea tu miedo Jungkook. Eres fuerte, más fuerte que él ¿entiendes?

Recordó las palabras de su amigo, recordó lo que le había dicho e intentó relajarse. Intentó calmar su cuerpo y respirar con normalidad, incluso cerró sus ojos para divisar lo único que parecía tranquilizarlo y eso eran las flores.

Jungkook no sabía porque las amaba tanto o porque lo tranquilizaban cuando estaba nervioso, quizás porque fue lo único que pudo ver durante su secuestro a los siete años, quizás porque las flores detrás de la jaula donde había permanecido durante meses fue lo único que lo hizo sentir vivo y lo único que lo acompañó en las noches cuando lloraba extrañando a su familia. Quizás por eso es que las amaba tanto.

—Quítate la máscara—la voz de Taehyung lo saco de sus pensamientos, regresando el miedo a su cuerpo.

Taehyung lo miro impaciente y gruño un poco, mientras lo tomaba del brazo con bastante brusquedad. —Te di una orden cachorro y será mejor que me obedezcas si no quieres sufrir más—susurro muy cerca de su oído, provocando un cosquilleo en el cuerpo del omega. Este finalmente obedeció, temblando de miedo, pero mostrando su rostro al alfa.

Taehyung lo observó con atención, recorriendo cuidadosamente sus facciones. Debía admitir que había cambiado bastante desde la última vez que lo vio, pero aún poseía ese brillo angelical que le irritaba demaciado.

—Haz crecido bastante cachorro—murmuró Taehyung aventando al menor contra una de las paredes.

Jungkook jadeo adolorido, observando con miedo al alfa frente suyo. —No....por favor no....—suplicó el menor con sus ojos llenos de lágrimas.

—Cállate—lo corto el mayor de manera fría y sujeto sus cabellos rojizos con fuerza, provocando que Jungkook gritara adolorido. —¿De verdad creías que podrías deshacerte de mi?—pregunto y Jungkook cerró sus ojos con miedo, pero no respondió a la pregunta. —Parece que sigues sin aprender cachorro—dijo y aventó al menor contra el suelo.

—N-no, por favor—suplicó Jungkook

Y está vez recibió una patada que lo hizo callarse y ahogar un grito. Se retorció en el suelo cerrando fuertemente sus ojos.

—Parece que sigues siendo desobediente—dijo y le dio otra patada que hizo que Jungkook se hiciera un bollito en el suelo y otro golpe lo hizo gritar de dolor.

—¡Ya! ¡Para por favor!—grito Jungkook y Taehyung río divertido.

—¿Que pasa cachorro?—dijo y sujeto el cabello de Jungkook con fuerza, obligandolo a levantarse y provocando gritos de dolor en él. —¿Que pasa? ¿es demaciado para ti? ¿es demaciado dolor?

—¡P-por favor para!—suplicó Jungkook gritando y con lágrimas escurriendo por sus mejillas. —¡Por favor!

—¿Por favor?—Taehyung río y sujeto con su otra mano la mandíbula de Jungkook, disfrutando del dolor en los ojos de este. —Con un por favor no alcanza cachorro...Yo quiero algo más....

—¿Q-que?—jadeo Jungkook con esfuerzo.

—Eso ya lo sabrás pronto—dijo Taehyung aventandolo al suelo otra vez. —Levántate, tenemos que irnos—ordenó mientras pasaba a su lado, acomodando sus prendas lo mejor que podía.

Jungkook sollozo adolorido y con algo de esfuerzo logró ponerse de pie. Con la mirada algo borrosa, logró ubicar su máscara en el suelo y se la puso nuevamente en su rostro, para ocultar sus lágrimas.

—Vamos—dijo y tomó el brazo del menor. —Y más te vale no decir nada de esto ¿entiendes? A menos que quieras que tu hermosa familia muera...—Jungkook jadeo asustado y cerró sus ojos con miedo ante la sola idea de perder a los que amaba. —Y tú no quieres eso ¿verdad cachorro?

—N-no...No quiero....

—Bien, entonces mantente callado y nada malo les pasará—dijo y comenzó a guiarlo de regreso al salón, con los sirvientes por detrás, quienes claramente no dirían nada de lo que vieron.

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