La confesión

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— Solecitoooooooo ¡DESPIERTAAAAAAAA!

Al abrir los ojos vi a George parado en la puerta con una caja de regalo.

¿Debemos preocuparnos?

— ¿Qué hora es?

— Son las 9 dormilona, mamá ya tiene el desayuno listo.

— ¿Si saben que puedo hablarle y decirle a Ogmios que prepare el desayuno verdad?

— Sí, pero sabes que a mamá no le gustan esas cosas, anda ya levántate tengo que darte algo.

— Georgi, es muy temprano para bromas — me estiré de forma perezosa y me levanté de la cama.

— No es una broma, hahahaha, ayer mientras hablabas con la mamá de Malfoy, tú novio nos dio dinero como forma de agradecimiento y nos dijo otras cosas que no te voy a decir chismosa.

Seguía procesando lo que me estaba diciendo, jamás creí que Draco les daría dinero a ellos y menos les agradecería.

— Bueno esto es para ti, espero que te guste.

Recibí un poco desconfiada la caja y la abrí, vi que tenía una foto de todos nosotros, esboce una sonrisa de oreja a oreja, ese día me sentía muy mal emocionalmente, había recordado a mi padre y todo lo que había pasado con mis cazadores, Draco, mi hijo, todo lo malo que me ha pasado así que los Weasley organizaron una pequeña reunión, conocí a Charlie y a Bill, todos estaban reunidos y empezamos a jugar, cantar, bailar, oficialmente era parte de su familia, debajo había una cajita de madera donde habían varias botellitas, vi confundida a George y él empezó a reírse.

— Que no es una broma, pesada, Fred y yo quisimos hacerles algo especial a Ginny y a ti, creamos varias cremas, perfumes y shampoo con olores que les gustan.

Volví a sonreír, dejé la caja en la cama y abracé a George — gracias por hacerme parte de su familia.

— Te lo dijimos pequeña Merlín, también eres nuestra hermana, todos te adoran, eres una Weasley adoptada.

Comenzamos a reírnos, él me dio un beso en la coronilla y salió de mi habitación, tomé las botellitas para acomodarlas en el baño, me duche rápido, me arregle y me puse un poco de una que era color morado con brillos, olía a tulipán, volví a sonreír y baje para desayunar con los Weasley.

— ¿Ya tienen todo para regresar?

— Sí mamá, ya revisamos las listas y está todo.

— ¿Y tú solecito?

— Sí Molly, Cissy terminó de comprar unas cosas que me faltaban, pero ya está todo.

— Bien, les voy a preparar galletas y panqueques para que se los lleven ¿De qué los quieren?

Sus hijos comenzaron a gritar como locos, Harry, el señor Weasley y yo comenzamos a reírnos al ver la cara de fastidio de Molly al ver a sus hijos descontrolados, comenzaron a tocar la puerta y de nueva cuenta me levanté a ver quién era mientras los demás seguían discutiendo.

— ¿Hola? — sonreí inocentemente al ver a mi mejor amigo viéndome furioso.

— No puedo creer que no te hayas comunicado conmigo ni una sola vez y que no hayas ido a verme.

— También te extrañé Blaise — me lancé a sus brazos y él me abrazo fuerte — necesitaba mi espacio y sabes que no quiero volver a ese lugar.

— Eres mi hermana Sol, daría mi vida por ti, debiste decirme lo que te pasaba, sabes que te hubiera apoyado.

— No quería que te sintieras presionando, Draco es tu mejor amigo, te conoce antes que yo...

— Sol, mi amistad con Draco es muy aparte de mi amistad contigo y él lo entendía.

Las sombras en HogwartsWhere stories live. Discover now