La marca.

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Comenzaba un nuevo día, mis ánimos no estaban al cien, han pasado los días y aún me dolían la palabras de Izzy en esa carta y ver a Alec feliz con alguien más pero debía seguir, no me podía estancar, mis amigos estaban conmigo sin saber la razón de mi estado de ánimo, sólo Hermione pero ella no mencionaba el tema, quería que estuviera bien y concentrada en las clases, se ha quedado conmigo para evitar que volviera al Instituto o cayera en la tentación de escribirle o llamar a los cazadores.

Tal vez nuestro padre tenía razón y aquí nuestra vida iba a ser mejor, a él le dejamos de importar desde hace mucho o tal vez nunca le importamos.

Sabes que no ayudas mucho ¿verdad?

Me dirigí a la clase de vuelo, Dumbledore hizo la excepción de que por ese año los de tercer año volvieran a llevar la clase, así podría aprender a volar en escoba sin problemas, tenía hambre pero de tanto llorar me desperté tarde y no tuve tiempo para desayunar.

igual no podemos morir de hambre

Pero sí podemos desmayarnos y caer de la escoba.

otra vez no por favor, las caídas de la escoba duelen.

— Hola Sol, no te vimos en el desayuno ¿Estás bien?

— Sí Her, es que me quedé dormida ya sabes...

— Tienes que dejar de estar así, no lo vale y lo sabes.

— Hermione, no quiero hablar de eso...

— De acuerdo ¿Lista para la clase?

— Estoy lista para volver a caer si es a lo que te refieres.

— No te vas a caer, es cuestión de práctica y si quieres ayuda sólo dime, no me molestaría pasar más tiempo contigo — dijo Harry — ah por cierto ten, seguramente tienes hambre y no quiero que te pase algo por no haber comido algo — el chico de ojos azules me dió una barrita de chocolate.

— Amo el chocolate y es lo que necesitaba, gracias Harry — sonreí despuésde tanto, es un gesto muy lindo.

Aunque no ha pasado mucho desde la carta, Harry ha tenido detalles muy lindos para subirme el ánimo, ninguno le había funcionado hasta este momento.

— Entonces todos los días te daré un chocolate para que sonrías.

Harry y yo cruzamos miradas, sus labios iban formando una sonrisa de oreja a oreja, no me había dado cuenta que de verdad tiene unos ojos muy lindos, una mirada que estaba brillando en ese momento, su aroma me invadió por completo y en una fracción de segundos sentí mi corazón latir con fuerza, sentí ese cosquilleo en el estómago y sonreí, le devolví la sonrisa a aquel chico de ojos azules.

— Vamos a iniciar la clase, así que hagan dos filas — ordenó Hooch.

Negué con la cabeza y volví a centrarme, me formé a un lado de Blaise quien estaba divertido con mis expresiones y mi falta de experiencia.

La clase comenzó, todos parecían expertos en sus escobas y yo, yo era un caos completo, la profesora Hooch dió instrucciones para que empezaramos a practicar las vueltas rápidas, los de Slytherin aprovecharon el momento para hacer de las suyas, Adrian se colocó a lado de Robby un chico de Hufflepuff y lo empujó haciendo que esté se cayera y se diera un fuerte golpe en la cabeza dejandolo inconsciente, la profesora Hooch se fue con él chico inconsciente en los brazos de Hagrid quien estaba cerca rumbo al hospital, así que aproveché el momento y me puse a practicar, estaba decidida en mejorar y Harry me estaba ayudando en ese momento.

Las sombras en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora