El demonio parásito

75 9 0
                                    

Había pasado la mayor parte de la noche viendo las estrellas con Draco por la pequeña ventana de la celda, él estaba abrazándome y habló de las estrellas hasta que se quedó dormido, se sentía tan tranquilo el ambiente, estaba consciente que mi padre ya no estaba en peligro y eso sin duda alguna me quitó un gran peso de encima, sin embargo no lograba dormir, aún me preocupaba una cosa, igual estoy equivocada, me acomodé un poco más sobre el pecho desnudo de Draco y lo observé dormir, no me había dado cuenta de lo lindo que se ve dormido, tenía una pequeña sonrisa, estaba tan tranquilo, cuidadosamente aparte un pequeño mechón que le caía en la frente.

— Estoy jodidamente enamorada de ti Malfoy.

— Deberías dormir pequeña acosadora — dijo en un susurro mientras atrapaba mi mano con la suya.

Mierda, nos han atrapado

— Debería, pero no tengo sueño.

— ¿Quieres que lo arreglemos? — su voz ronca estaba acompañada de un toque ligero de perversión — Ya descanse un poco y tengo energía para otra ronda.

— Ahahahahaah noooo, ahorita todos deben estar dormidos.

— ¿Y los despertaríamos con tus gritos?

— Idiota — dije con una risa y comencé a sentir mis mejillas arder.

— Pero soy tu idiota.

— Ash, eres odioso Malfoy.

— Ash, eres odioso Malfoy — dijo imitándome y riéndose de mí — Te amo Emrys, ¡TE AMOOOOOOOOOOO Y TAMBIÉN ESTOY JODIDAMENTE ENAMORADO DE TI!

— HAHAHAHAHAH CÁLLATE QUE NOS VAN A ESCUCHAR — le cubrí rápido la boca con mi mano y el muy asqueroso me mordió.

— Soy una piraña.

Maldita sea, Blaise ya le puso las de Disney.

— Sabes que, mejor sigue durmiendo.

— Vale, pero ven, acomódate mejor para que también duermas mi princesa o ¿Quieres que te cante?

— No me voy a oponer a esa propuesta.

Amaba que Draco me cantará, me acomodé mejor con él, cerré los ojos y disfruté el sonido de su voz hasta que nos quedamos profundamente dormidos en aquella celda, sin saber que pasaba arriba; Los pequeños rayos del sol que entraban por la rejilla fueron los encargados de despertarnos.

— ¡Mierda!

— ¿Qué pasa? — pregunté con voz adormilada mientras me acomodaba de nuevo en su pecho.

— Nos quedamos dormidos.

— ¿En serio?, créeme que si no me dices no me doy cuenta.

— Hahaha, que graciosa, amor ¿Ya viste dónde estamos?

— ¿En algún lugar muy lejos de todos los problemas que vienen conmigo?

— Ah, no...

— Entonces no me importa saber.

Pase mi brazo por su estómago para abrazarlo y claro que él no hizo ningún esfuerzo por levantarse, ni de moverme, al contrario, se acomodó mejor y empezó a acaríciame suavemente las costillas, volví a quedarme dormida hasta que escuche a Draco hablando por teléfono.

— ¡Draco Malfoy! ¡Me puedes explicar dónde carajos estás!

Fuck es cierto, estamos en el calabozo, deben creer que algo nos pasó.

— Estoy en el castillo, mamá.

— ¡En qué parte del castillo, más te vale estar con Sol porque ella tampoco está en su habitación y nadie la ha visto desde ayer por la tarde!

Las sombras en HogwartsOnde histórias criam vida. Descubra agora