Win Opɑs-iɑmkɑjorn y ɑinhɑrɑ Opɑs-iɑmkɑjorn son como el ɑguɑ y el ɑceite, ɑ pesɑr de ser hermɑnos no compɑrten ese vínculo, siendo lɑ sɑngre lo único que los une.
Después de eventos desɑfortunɑdos, ɑinhɑrɑ conseguirά lo que Win ɑnhelɑ con desesper...
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Win suspiró a la vez que veía a sus hijos desaprobatoriamente.
"Pluem, ¿Serias tan amable de decirme la razón por la que los expulsaron del colegio?". Sonrió falsamente poniendo al mencionado nervioso.
El chico miró a sus hermanos quienes les regresaron la mirada con temor, no podían hacer nada, estaban oficialmente muertos. Nanon dirigió su vista hacia su otro padre, quien estaba recargado en la pared sin decir una sola palabra, pidiéndole ayuda con ojos de cachorrito.
"A mí no me mires, sabes que cuando tu papá está enojado no me meto". El castaño alzó las manos mientras huía de ahí cuál cobarde.
"Traidor", pensando los cinco hermanos.
"¿Entonces?". preguntó Win poniendo sus manos como jarra.
Phuwin trago en seco buscando una forma de liberarse de la reprendida, que -probablemente- su padre les daría por haber sido expulsados los cinco, por cuarta vez en menos de un año.
"Incendiaron la peluca del director". Habló Love entrando a la habitación, rápidamente fue fulminada por cinco pares de ojos. "Nenitas".
"Cállate tonta". Love le sacó la lengua a Chimon. Earn apareció instantes después detrás de su hermana.
"Nanon, Perth, nada de televisor, Chimon, Pluem sin helado y Phuwin sin videojuegos". Terminó por decir Win ocasionando que sus hijos abrieran la boca impresionados y comenzarán a negar frenéticamente. "He dicho".
"P-pero papá, sabes que te queremos mucho". Perth se acercó a su padre tratando de persuadirlo.
"Solo cuando les conviene". Murmuró Love pegándole un golpe a Pluem cuando trato de agarrarle su chocolate.
"Yo también los quiero bebe, pero no me van a hacer cambiar de opinión, están castigados". Determino siendo su última palabra antes de salir de la habitación, sonriendo levemente cuando escuchó las protestas de sus hijos.
Win puso una mano en su frente, estaba agotado de las travesuras de sus quintillizos, habían cumplido recién catorce años y eran un desastre.
Las gemelas de once años eran prácticamente lo opuesto. Love era una niña imperativa y de alma libre, Earn era tímida e introvertida pero amable. Totalmente lo contrario, pero no le sorprendía que así se complementaran, ellas siempre siendo unidas.
"Papi, mira mis calificaciones". El llamado de su pequeño le hizo salir de sus pensamientos y mirándolo con cariño se agachó solo para alzarlo en sus brazos.
"Veamos". Musitó sacado el papel y desdoblándolo, leyó con cuidado mientras sonreía cada que su hijo le acariciaba la mejilla.
No eran las mejores calificaciones del mundo, Win lo sabía, pero aun así estaba orgulloso de su pequeño Khao. Abrazó el cuerpecito del niño y le dio un sonoro beso en el cachete.
