𝚃𝚛𝚎𝚒𝚗𝚝𝚊 𝚢 𝚌𝚞𝚊𝚝𝚛𝚘

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Ainhara solo tenía dos hombres a su disposición

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Ainhara solo tenía dos hombres a su disposición.

Esa era su ventaja.

Trató de no hacer ruido y caminó por los pasillos del lugar con cuidado, estaban completamente desolados y no parecía haber rastros de Ainhara rondando cerca.

Agradecía internamente el hecho de que no hubiese tantas habitaciones, por ello solo le basto abrir la primer puerta para encontrar a su madre, un destello de esperanza brilló en sus ojos al pensar que la vida le sonreía.

Avanzó hacia Rosaryn, está no dándose cuenta de su presencia y solamente cuándo estuvo frente a la mujer, le quitó la venda de los ojos.

Su madre se sobresaltó, pero en cuanto lo reconoció su cara se llenó de ilusión.

"Tenemos que salir de aquí, Ainhara no tardará en darse cuenta que no estoy". Murmuró por lo bajo quitándole el pañuelo de la boca y procediendo a desatar sus muñecas.

Rosaryn negó bruscamente. "Tú tienes que irte, cariño. Yo tengo que quedarme, necesito arreglar las cosas con Ainhara". Un destello de tristeza paso por sus ojos. "Esto es mi culpa". Sollozo. "Mi conducta ocasionó todo esto, lo siento tanto hijo". Win observó como su madre se derrumbaba frente a él. La mujer trató de minimizar sus llantos, evitando cualquier ruido posible.

Y el pelinegro solo se mantuvo quieto en su lugar, mudo. Sin poder pensar en algo claro.

Suspiró abatido y miró su vientre ligeramente abultado, lo acarició con sus manos, se dijo que lo amaría y cuidaría por sobre todas las cosas.

Lleno de valentía y determinación, se agachó con dificultad, obligando a Rosaryn a levantar su cabeza.

Ésta le miró con ojos llorosos, totalmente culpable.

"Tienes razón, nunca nos trataste por igual". Comenzó a relatar, dejando callada a la mujer. "Siempre fuimos hermanos, tus hijos, ambos". Remarcó la última palabra con fuerza. "Puede ser una desgraciada ahora, pero ella no merecía ese trato". Sonrió triste, asintiendo. "Todos somos culpables, no sólo tú". Una lágrima bajó por la mejilla del chico.

"Lo siento, lo siento". Repitió.

Win le miró impasible, sus orbes suavizándose un poco. "Yo también soy culpable mamá, cuando me di cuenta, Ainhara ya no me quería cerca". Cerró sus manos en puños. "Siento esa carga sobre mis hombros y créeme que una perdida más no seria lo adecuado y justo ahora. Así qué, por favor". Le miró, pidiendo internamente que dijera algo afirmativa.

Rosaryn recordó todas las veces que hizo mal, cuando le dijo cosas hirientes a su hija, cuando le gritó en su cara que nunca sería igual que su hermano y un amargo sentimiento se instaló en su pecho. Si Ainhara se había convertido en el monstruo que era ahora, no dejaría que sus garras alcanzarán a Win, ella era quién había actuado mal. Por ello, se dijo que, al menos su hijo y nieto debían salir de ahí, costará lo que costará.

𝙈𝙮 𝘽𝙧𝙤𝙩𝙝𝙚𝙧 𝙄𝙣 𝙇𝙖𝙬 🥀Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang