Devuélveme mi asexualidad - Gustabo García

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Doble cara

Vicky

Me encontraba corriendo a las afueras de la ciudad a eso de las 7 de la mañana con la melodía de Blinding Lights en mis oídos. Desde el entrenamiento con los policías, me he animado a cuidar un poco más de mi físico y dejar de lado las largas estadías en casa sin nada que hacer.

De repente, se para la canción y el móvil empieza a vibrar en mi mano. La pantalla indicaba una llamada entrante por parte de Conway. 

Me paro y respondo.

—¿Diga? —contesto recuperando la respiración poco a poco. 

—Vicky, te necesito en esta ubicación dentro de 10 minutos, no tardes —veo como me llega una ubicación a la pantalla del móvil—. Tenemos que tratar un tema muy importante, ya tenemos algo decidido respecto a tu propuesta del otro día.

—Bien, voy para allá —respondo mientras me dirijo a mi coche trotando de forma suave.

Me monto en el coche y enciendo el GPS para marcar la dirección de mi casa. Primero debo darme una ducha y cambiarme de ropa para estar mínimamente presentable.

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Llego al lugar aparcando el Volkswagen en uno de los aparcamientos vacíos. Se trata de un parking que parece estar abandonado por completo y tampoco es que la luz llegue a todo su interior. 

El lugar no me transmite ninguna confianza, pero aún así decido enviarle un mensaje a Conway y esperarle. 

Saco el móvil del bolsillo trasero de mi pantalón, pero no me da tiempo a ello ya que de una de las esquinas oscuras sale Conway junto a Michelle y otra persona que no logro identificar. 

—Hola Vicky —me saluda Michelle como si fuésemos personas totalmente ajenas—. Te hemos hecho venir hasta aquí porque te queremos ofrecer algo que tal vez te interese en cierta parte. El lugar ha sido totalmente aleatorio y nos hemos tomado la molestia de controlar de que nadie te haya estado siguiendo hasta aquí.

—Exacto. Estás aquí porque sabemos perfectamente la gran estupidez que cometiste entrando a la mansión de Édgar, el cual nosotros ya estábamos investigando. Nos jodiste parte de la investigación matando a una gran fuente de información por lo que no podemos permitir que esto vuelva a pasar —dice Conway con un semblante totalmente serio, sus palabras son como una jarra de agua fría en la cabeza, pero tiene toda la razón y no pienso discutirlo, cometí un error terrible, me dejé consumir por mis sentimientos sin haber pensado en los demás.

—La mafia no está dando señales de vida, pensamos que están preparando un golpe más fuerte que está por llegar así que nuestro deber es proteger tu integridad física neno —me mira el hombre que no conozco a través de sus gafas de cristal negro. 

—Te proponemos un cambio de identidad, tendrás que vivir con una apariencia física diferente a la actual y un nombre nuevo. No podemos dejar que vayas rondando por ahí como si nada, ya que en cualquier momento podrían secuestrarte e incluso matarte —fijo toda mi atención en Conway y un escalofrío me recorre toda la columna solo de pensarlo—. ¿Accedes? 

La verdad es que estoy muy a gusto conmigo misma y no me cambiaría por nada en el mundo, pero supongo que ahora mismo es una cuestión de vida o muerte.

—Si, estoy de acuerdo. ¿Qué debo hacer? —digo irguiendo mi espalda y cruzando los brazos.

—Serás Evelyn Ortiz, una chica estadounidense de 27 años que lleva trabajando para el CNI 5 años consecutivos. Como nadie tiene conocimiento de los agentes del CNI podemos incluir una más sin problema. Deberás hacerte unos cuantos cambios físicos de los que se encargarán las estilistas que tenemos en la central, tu coche será reemplazado por otro y ya tenemos el nuevo apartamento en el que vivirás. Obviamente, trabajarás en el CNI con nosotros bajo las órdenes de los directores, es decir, Michelle, Freddy y yo. También trabajarás encubierta en la policía con el fin de reunir información necesaria para nuestra investigación —presto mucha atención a todo lo que dice, presenta al otro desconocido y me quedo con la información que me da.