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Harry ya había hecho partícipes a Ron y Hermione sobre el pensadero y todo lo que vio. Los tres estuvieron hasta bien tarde hablando y debatiendo en la sala común. También informó a Sirius, enviándole una lechuza nada más salir del despacho de Dumbledore.

-"¿Y confía en Snape?"-Preguntó Ron, con la mirada perdida hacia la chimenea

-"Sí"

-"Pero fue un mortífago... ¿Cómo puede confiar?"

-"Ron, Dumbledore sabe en quién confiar y en quién no"

-"¿Y qué me dices de Claire, Hermione... ¿Crees que sabe lo de su padre?"

-"No creo"

-"Tal vez sí"-Habló Harry -"Debemos tener cuidado"

-"¿Cuidado?"

-"Harry somos amigos, ¿cómo puedes desconfiar de ella?"

-"No desconfío, Ron. Pero prefiero estar alerta"

-"Eso es exactamente lo mismo, Harry"

-"¿Y qué queréis que haga... ¡Snape es mortífago!"

-"¡Lo era!"-Replicó Hermione-"Y según Dumbledore, arriesgó su vida siendo espía"

-"Hermione no grites..."-Habló Ron mirando con los ojos bien abiertos a su amiga

-"Es que... No puedo creer que desconfíes de Claire"

-"Sé que es nuestra amiga, pero apenas la conocemos"

Hermione se fue de la sala, camino a las habitaciones de las chicas. Estaba decepcionada con la actitud de Harry hacia Claire, quién sin lugar a duda era su mejor amiga.

-"Ves lo que has hecho?"

-"Solo he dicho lo que pensaba..."

-"A veces, deberías camuflar tus pensamientos"

-"Ron..."

-"Es mi amiga, Harry"-Ron se puso en pie-" No voy a desconfiar de ella"

-"De acuerdo, perdón. Es solo que Voldemort está ganando fuerza y...."

-"Te entiendo, pero si empiezas a desconfiar de la gente que te trata bien... ¿Quién te quedará?"

Harry y Ron subieron despacio al dormitorio. Al ponerse el pijama, Harry miró la cama de Neville. Había dado su palabra a Dumbledore, no le contaría nada a nadie sobre los padres de Neville. Harry siempre pensaba en sus padres. ¿Cómo sería estar con ellos? ¿Sentir sus cálidos abrazos?,¿Su comida favorita? Miró de nuevo ya metido en la cama y con el pijama puesto hacia la cama de Neville. Sin duda se merecía mucho más que unos padres incapaces de reconocer a su propio hijo.

Al empezar junio, todo el castillo se llenó de excitación y de nerviosismo. El aire se notaba intenso. Muchos alumnos vivían en la biblioteca, entre ellos Victorie y Claire. Ya quedaba mucho menos para el final de curso y eso agobiaba. Por una parte, el final de curso significaba últimos exámenes y a su vez, inicio de la tercera prueba, la cual tendría lugar una semana antes de final de curso.

Harry aprovechaba para practicar los maleficios e hechizos junto a Ron y Hermione en la sala de Transformaciones. La profesora McGonagall les había dado permiso tras verlos practicar en cualquier rincón del castillo y por miedo a que pudieran dañar en algún aspecto a algún alumno, decidió ofrecerles su sala de enseñamiento durante la hora de comer.

Harry no tenía duda de que sería una prueba difícil, pero Moody tenía razón, se había enfrentado a situaciones complicadas con anterioridad y por lo menos, esta vez se estaba preparando para enfrentarse a las criaturas del laberinto.

-"Bien, ya dominas el embrujo obstaculizador"

-"Sí, pero flaqueo en el escudo"

-"No te preocupes, lo estás haciendo genial"-Le animó Hermione, tachando de su lista de hechizos los encantamientos aprendidos

-"Venid"-Dijo Ron desde la ventana. Se encontraba observando a Draco Malfoy

-"¿Qué están haciendo?"-Preguntó Hermione

-"Comiendo chucherías"

-"A parte de eso, Harry... Mirar el paquete al lado de Malfoy"-Habló Ron sin apartar la vista del trío de serpientes

-"¿Qué debe ser?"

-"Algún estúpido regalo-"Gruño Harry

-"Bueno, volvamos al escudo"-Habló Hermione

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Victoire se levantó mucho más temprano de los que acostumbraba. Nunca había sido buena madrugadora, si madrugaba debía ser por alguna buena razón. Esta vez, la excusa se debía al cumpleaños de Draco. Victoire había hablado con Narcisa Malfoy, la madre de Draco sobre celebrar su cumpleaños tras el final de curso. Aun así, le había comprado un pequeño regalo. Tras su última visita en Hogsmade, había aprovechado para comprarle una bola de cristal. Dentro de esta, había dos muñecos bailando y dando vueltas. Los muñecos eran ellos mismos, vestidos de gala. Victoire le comentó al mago que quería recordar una de sus mejores noches junto a Draco. Esa noche fue el baile de Navidad. Los dos vestidos como reyes.

Ese era el détail como diría Victoire. Cómo regalo, le había comprado un traje negro a Draco. Por dentro de la chaqueta se encontraba un bolsillo en color rosa. Victoire se enamoró al verlo y lo compró como excusa de que cada vez que se lo pusiera se acordaría de su novia.

Se encaminó a la habitación de su novio. Ya había hablado la noche anterior con sus compañeros para encontrarlo solo. Draco dormía plácidamente en su cama. Victoire se acercó a él. Le susurró feliz cumpleaños en su oído derecho. Draco abrió lentamente los ojos. Se sorprendió al ver su novia. Vestía una falda rosa y una camisa blanca. Se había recogido el pelo en una coleta alta y sin duda, a pesar de la hora, radiaba de felicidad.

-"Vaya"

-"Anda levántate dormilón"

-"Voy, voy"

Draco se levantó con su pelo revuelto -"¿Qué haces aquí? ¿Y los demás?"

-"Seguramente que en la sala durmiendo"

-"Si que tienes autoridad" -Draco le dio un beso en la mejilla a su novia

-"La tengo"

-"¿Y esos paquetes? "-Draco miró a hacia la cama de Blaise con una gran sonrisa en su rostro

-"Esos son tus regalos, regalos que te daré cuando te pongas guapo"

-"¿Me he de poner guapo para ti?"

-"¡Por supuesto!"

-"Pensaba que celebraría mi cumpleaños después del curso"

-"Y lo harás, pero este es un pequeño avance"-Sonrió Victoire

-"Mi padre me envió ayer un regalo"

- "¿A sí?"

-"Sí, bastante material de quiddich para el próximo año"

-"Bueno venga, ponte guapo"

******

Durante el mes de junio, Sirius y Harry se escribían a diario. El interés primordial del padrino de Harry no era ganar la prueba, sino que su ahijado logrará pasarla sin el menor rasguño posible. En cada carta le recordaba que, no era asunto suyo, si era realmente Voldemort está recobrando fuerzas y que no debía hurgar en nada. Debía centrarse en la prueba.

" Recuerda, no seas curioso Harry. Céntrate en la prueba. Recuerda que tu seguridad es lo primero para mí y muchos otros. Voldemort no te puede poner las manos encima mientras estés bajo la protección de Dumbledore. Aun así, es mejor no arriesgarse"

My Father, Severus SnapeWhere stories live. Discover now