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El mes de diciembre se adentraba más frío de lo normal. Las chimeneas intentaban calentar el frío castillo. Las mantas, ya colocadas en las salsas comunes conferían un ambiente acogedor y por supuesto no podía faltar el chocolate caliente con bollos y churros para desayunar.

Un día como otro cualquiera, después de la clase de adivinación, Dobby hizo una leve visita a Harry. Los dos mejores amigos se encontraban yendo a su sala común. Hermione, quién había estado desaparecida, les gritó.

-"¡Harry!"-Exclamó Hermione con el pelo algo despeinado-"¡Harry ven!"

-"¿Hermione?, Te hemos estado buscando"-Habló Ron, mirándola como si fuera un fantasma.

-"¡Venid!"-Les exigió

Hermione guio a Ron y Harry hacia una de las salas de la cocina. Ahí, sentado en una de las encimeras se encontraba el antiguo elfo doméstico de los Malfoy, al que Harry liberó con tan solo un calcetín.

-"¡Harry Potter, Señor Harry Potter!"- Exclamó Dobby a la vez en que se abalanzaba sobre él

-"¿Dobby?"- Habló casi ahogado del abrazo fuerte del elfo

Harry miró al elfo, estaba igual que la última vez que lo vio, solo que con ropa distinta.

-" ¿Qué haces aquí?"

-"¡Dobby ha venido para trabajar en Hogwarts Señor!"

-"¿Que?"- Exclamó Ron, bastante sorprendido

-"¡El profesor Dumbledore le ha dado trabajo a Dobby y a Winky!"

-"¿Winky?"-Preguntó sorprendido, Harry

Harry sabía que Winky era la elfa de la familia Crouch, lo que no sabía era que había sido liberada. Winky fue liberada en los Mundiales de Quiddich, debido a una grave desobediencia a su dueño). La vida de los elfos domésticos era difícil y podía serlo aún más según el dueño, como en el caso de Dobby quién había sido maltratado indefinidas veces.

Winky era considerada el rango más bajo dentro de los elfos, solo por ser elfina, Dumbledore no se lo pensó dos veces en aceptarla, sabía que trabajaría duro

-"¡Si señor!"

Dobby guio al trio hacía una sala con largas mesas. Winky estaba sentada en un taburete. Su blusa blanca estaba casi grisácea y en su falda se observaba una quemadura. Nada más ver a Harry empezó a llorar.

-"Ay por dios..."-Dijo Hermione

-"Winky no llores, por favor..."

Tras las palabras de Harry, se escuchó un sollozo aún más alto.

- "¿Le apetecería una taza de té a Harry Potter y a sus amigos?"

Harry, Ron y Hermione aceptaron. En pocos segundos unas filas de elfos domésticos aparecieron con diversas bandejas de plata.

-"¿Cuánto tiempo llevas aquí Dobby?"

-"¡Una semana! Dobby ha viajado mucho por el país, pero no ha encontrado nada hasta ahora..."

-"¿Por qué trabajar?"-Pregunto Ron

- "¡Dobby quiere dinero!"

Los otros elfos miraban a Dobby con atención. En el minuto en que este mencionó la palabra dinero, desviaron la mirada hacía el suelo, como si estuviesen avergonzados. La única que se dio cuenta fue Hermione

-"¡Pues me parece muy bien! -" Exclamó Hermione

-"¿Y tú qué tal Winky?"- Preguntó Hermione

Winky, quien ya había parado de llorar respondió: "Me gusta ser libre per añoro a mis dueños..."

Los tres tuvieron una larga conversación. Dobby seguía pensando que sus antiguos dueños eran malas personas y Winky seguía sin aceptar que ya no servía a los Crouch.

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McGonagall había reunido a los alumnos de Gryffindor en una sala, después de su clase aburrida para muchos sobre Las gallinas de Guinea.

-"Se acerca el baile de Navidad"

Hubo bastantes susurros. La gente había oído que este año sería diferente, pero muchos pensaban que la única novedad sería el Torneo.

-"Este baile constituye una parte tradicional del Torneo de los tres magos, además consideramos que es una buena forma para interactuar con nuestros invitados"

-"¿Podemos ir todos profesora?"-Preguntó Alicia, teniendo en mente a alguien ya en su cabeza

-"Alumnos de cuarto en adelante, aunque si lo deseáis podéis invitar a un estudiante más joven"

Lavender Brown y Parvati Patil miraron a Harry. Las dos querían ser el centro se atención con sus bonitos vestidos.

-"Será obligatoria la túnica de gala"- Prosiguió McGonagall -"El baile tendrá lugar en el Gran Comedor, comenzará a las ocho en punto del día de Navidad y terminará a medianoche"

-"Como todo... Siempre es el Gran Comedor "-Susurro Dean a Seamus

Seamus se río. Al notar la mirada de Minerva se calló de inmediato. -"Perdón"

-"Durante estos 2 días siguientes, utilizaré mis clases para practicar y observar vuestros movimientos" -McGonagall buscó a su víctima. Entre la multitud eligió a Ron quién muy reaciamente se levantó. -"Señor Weasley, venga"

-"¿Yo?"

-"Si usted"

Ron tuvo que bailar con la profesora durante 2 minutos largos. La clase no paraba de reír. Era bastante cómico ver a Ron Weasley bailar.

Ron lo estaba pasando mal, no sabía bailar, y no ayudaba hacerlo delante de la gente. Por si fuera poco, desde el rabillo del ojo veía a sus hermanos reír, estaba completamente seguro de que jamás le dejarían olvidar esa escena.

My Father, Severus SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora