El trazo imperfecto

Epílogo: Alesana - As you wish

I will climb the hills, draw my sword
And take down anyone who tries to stand in front of me
Please know I'll never run away without you in my arms

One day lovers will dream of this undying kiss

Not of Romeo or JulietStories told of our love will never die

La boda sin duda alguna había sido un éxito, se la habían pasado sumamente bien las chicas con todos sus invitados, bailando, jugando, disfrutando aquellos hermosos momentos de la nueva pareja que se había unido en matrimonio, fue el momento más hermoso para ambas, estaban eufóricas por lo bien que había salido todo.

Esa misma noche habían salido de viaje a su destino para su luna de miel, que iba a ser en Santorini, Grecia, que era un lugar que ambas querían visitar desde hace años, siendo la cultura griega y en general del mediterráneo parte de la inspiración para Fernanda en cuanto a escribir las canciones de "Beyond the Light" así que habían optado por ir ahí en sus vacaciones.

Estaban programadas para llegar a su destino a las diez de la noche del día siguiente, por el cambio de horario que había de un lugar a otro, pero eso no las hacía sentirse ni desanimadas ni cansadas, estaban listas para disfrutar esta semana completa juntas.

Fernanda había agendado una habitación en lo que sería el hotel "Santolia Art Suites" uno de los mejores hoteles en dicho lugar, donde pedía la mejor que tuvieran, siendo que le daban una que daba directamente al mar Egeo, con una piscina en el balcón más aparte una como pequeña palapa donde podrían disfrutar de la vista, en la cual planeaban estar mucho tiempo las dos chicas.

La habitación era hermosa con una cama sumamente grande junto a un escritorio y diversos adornos de la cultura griega que adornaba dicho recinto, de igual manera se sentía excelente el ambiente, donde el clima era exquisito, con un poco de calor y a la vez fresca la noche con la brisa marina.

Cuando arribaban a la habitación cada una cargando una maleta quedaban maravilladas con la vista nocturna de la isla, era sumamente hermosa, con las estrellas titilando en el vasto mar que adornaba aquella oscura franja.

—¡Es hermoso aquí! — susurraba Astrid mientras dejaba una de las maletas de ruedas parada a lado de la cama y su mochila.

—Vaya que si lo es amor mío— Comentaba Fernanda quien dejaba la otra maleta en el closet y la mochila de viaje en una de las sillas del escritorio.

La chica gótica salía a donde estaba el barandal observando el estrellado cielo encima de ella, maravillada con lo que veían sus ojos, era como un sueño hecho realidad, estaba disfrutando su luna de miel, a lado de la mujer más hermosa y maravillosa del mundo.

Fernanda no podía dejar de ver a su ahora esposa, tan hermosa y divina, llena de felicidad, aquel hermoso cuerpo que era cubierto solo por un short negro, que resaltaba su trasero, junto a una playera de tirantes resaltando mucho el busto de la gótica aunado a sus desnudas piernas que portaban unas sandalias negras estilo romano, con una ligera capa de maquillaje, sin duda alguna era una mujer sumamente hermosa.

Se acercaba a ella abrazándola de la cintura con una amplia sonrisa en sus labios, mientras besaba su cuello lentamente, ocasionando que la gótica suspiraba bajo su toque, sentía esa vibración de la chica amante de la oscuridad, sabía lo que ocasionaba en ella y eso le fascinaba.

—¿Te gusta preciosa? — cuestionaba Lancaster dándole pequeñas mordidas a su amada en su cuello siendo que Astrid comenzaba a suspirar, sintiendo lo húmeda que se había puesto entre sus piernas.