Into your light - Leave's Eyes

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Alone but strong when you're in my sight

Your love hit me like a stroke

Take me with you

Take me with you

--Si habla la señora Lowellet con referencia al pedido que hice la semana pasada para el día de mañana-- Astrid estaba en el parque con Annie, Fernanda había ido a la oficina en sábado, tenía que mandar unos cuantos reportes de venta y estar en dos juntas con unos talentos locales.

La gótica estaba sentada en una banca a lado de Ishtar quien había traído al pequeño Kiba para jugar un rato, estaban corriendo de aquí allá, subiéndose a los diversos juegos, el jolgorio por parte de los niños se hacía nota, estaban en una euforia por estar en dicho lugar, Annie se lanzaba una y otra vez, mientras que Kiba la intentaba impresionar usando el pasamanos columpiándose de un lado al otro mostrando su gran habilidad haciendo que la pequeña Annie aplaudiera felizmente.

--Ok, perfecto, entonces cuento con su servicio para el día de mañana a las 14 P.M. Todo tiene que salir perfecto-- decía la pelirosa de manera mandona –Que tenga un buen día-- con ello colgaba su celular Astrid.

--¿La fiesta de Fernanda? -- preguntaba Ishtar viendo a su querida amiga.

--Si, siento que hubiera sido más fácil comprar las cosas yo y que las hubiera hecho-- decía rodando los ojos Astrid.

--No lo creo amiga, acostumbradas a como comen los chicos, dudo mucho que te hubieras dado abasto de las cosas y más poder disfrutar el día a lado de Fernanda-- señalaba la chica oriental mientras se metía a la boca un chicle.

--Tienes razón, pero odiaré que las cosas no queden como quiero para Fer—mencionaba la pelirrosa mientras veía a los niños estando al pendiente de ellos a cualquier situación peligrosa.

--¿Ya te confirmaron quienes irán?-- la veía Sayumi.

--Todos confirmaron y a ti te anote para tres personas--

--¿Por qué 3 personas? -- alzaba la ceja la guitarrista.

--Cierto pajarito, me conto de que estas saliendo con un chico de tu trabajo-- sonreía Astrid viéndola de reojo.

--Que pajaritos tan chismosos hay en el grupo—rodaba los ojos Ishtar riendo –Pero si efectivamente me estoy comiendo a una chica del trabajo es como 3 años más chica que yo-- decía la chica nipona.

La relación entre Astrid y Sayumi se había hecho sumamente estrecha, habían estado juntas apoyándose la una a la otra durante esos 4 años que no estaba Fernanda con ellos, la oriental había estado siempre con la chica gótica durante los primeros dos años de la pequeña Annie, esto por obviedad había detonado en una gran amistad no solo entre ellas sino entre los hijos de ambas

Kiba sentía que siempre debía proteger a Annie, la veía como su hermanita pequeña, aquella que debía cuidar como su mami había hecho con su tía Astrid cuando tía Fernanda tuvo que irse a otro lado, ahora ella era su mejor amiga y no le importaba que los demás niños le molestaran por jugar con una niña, él estaba contento de hacerlo, era el honor de un samurái como el lo pensaba, era demasiado común los caballeros, el sería siempre aquel espadachín oriental de Annie, para su mejor amiga.

Por su lado sus madres habían hecho una muy estrecha amistad, se contaban todo, disfrutando sus días de chisme cuando Fernanda estaba en el trabajo y ambas coincidían para un café o ir a comer juntas en el caso de que Fernanda no podría salir a comer, ellas siempre se iban juntas, eran como hermanas con hijos. Astrid estaba muy agradecida con la metalera, a pesar de que al inicio pareciese que ambas se odiaban por Fernanda, sin embargo, al verla irse de la vida de ambas las había unido, al inicio Ishtar detestaba a la gótica, por haberla separado de su ardillita y más porque le había fallado, sin embargo, veía el sufrimiento de Astrid, tanto por su embarazo como la soledad que estaba gobernándola al estar lejos de Fernanda. Observaba como la estaba matando, fue cuando decidió poner de lado ese resentimiento y estuvo con ella todo este tiempo hasta que Fernanda había regresado, ahora veía a las dos chicas juntas, lo adoraba, se veían hermosas junto con la pequeña, su amada amiga había cambiado mucho a como cuando los dejo hace 4 años, era una chica diferente, más madura y analítica, pero seguía teniendo ese gran corazón que siempre la caracterizo, ella siempre sería su amor platónico, la amaba de lejos y así sería siempre, adoraba verla tan feliz a lado de Astrid, esa chica había sufrido tanto y hoy en día ya estaba bien, estaba contenta y llena de vida, lo cual hacía sumamente feliz a Isthar.

El trazo imperfectoWhere stories live. Discover now