Nightwish - Ever dream

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Would you do it with me?
Heal the scars and change the stars
Would you do it for me?
Turn loose the heaven within 

Un mes había pasado desde el secuestro de Annie y Fernanda, ya estaban de nuevo en la casa sin problema alguno, Annie estaba sumamente bien, ya se había recuperado con el amor de su familia, sus madres la procuraban mucho, y trataban de que todo haya sido un mal recuerdo, algo que jamás paso y lo estaban logrando, viéndola sonreír cada día más, con mayor regocijo y hablando mucho más fluido y sin miedo a ser reprendida como había pasado con los secuestradores, recordando los golpes que había recibido de Jacobson, aún un tanto latentes en su mente, pero estando con sus madres y sus tíos ella se sentía sumamente segura.

De hecho, cada día uno de los chicos se la pasaba en casa de las chicas, las dos estaban trabajando desde casa, el señor Mcallister les había dado autorización de eso, por obviedad después de ese episodio, más que nada por cuidado de Fernanda, ya que ella no podía moverse mucho con su pierna y costilla lastimadas y en proceso de rehabilitación, que por consiguiente, Astrid tenía que quedarse en casa cuidándola ya que por desconfianza no quería contratar nadie para que la ayudará, tenía miedo de que se repitiera lo sucedido, no quería poner ni a su hija ni a su amada en peligro y eso lo entendían sus amigos, por ende siempre después del trabajo uno se pasaba a casa de las chicas, ya sea Erick, Robert o Michael, en diversas incluso Travis, el herrero y esposo de la reportera de Ohio, Jackie, los ayudaba igual visitándolos y quedándose con ellas, el de hecho había instalado varias de las cosas necesarias para Fernanda, tubos para que pudiera bañarse sin problema en el baño, barandales, y demás.

Fernanda, su costilla había sanado de maravilla, no sentía dolor en ella y se había soldado el hueso sumamente bien, sin embargo, su pierna estaba mal, con la primera operación habían podido medio arreglarla, pero no quedaba bien, su rotula había sido completamente hecha añicos por lo que necesito que se le pusieran clavos en su interior, aproximadamente ocho con una placa de titanio, para poderla reparar lo mejor que se pueda, sin embargo, no tenía gran movimiento en ella y por obviedad iba a tomar tiempo para que ella pudiera caminar nuevamente, estaba tomando fisioterapias para que no tuviera fibrosis en el metal y hueso, pero eso no quitaba la frustración que sentía al no poder hacer muchas cosas.

Astrid tenía que ayudarla a moverse de un lado a otro, en la casa y sabía que su amada lo hacía con mucho gusto, pero odiaba ser una carga para ella, lo veía en el rostro de su amada, se veía agotada con el trabajo, cuidando de ella y de su hija Annie, esto estaba poniendo muy irritable a la bajista, a pesar de que sus amigos las ayudaban seguía sintiéndose como una inútil.

Era un sábado por la mañana cuando Astrid estaba en la cocina preparando el desayuno, Annie estaba con ella ayudándola en todo lo posible para cocinar y podérselo llevar a su mamá Fernanda y todas comieran en el cuarto viendo una película, cuando escuchaban un fuerte golpe proviniendo de la parte alta de la casa, a lo cual Astrid salía corriendo hacia la habitación que compartía con su amada.

Al llegar veía a Fernanda en el suelo con su bastón a lado, y lágrimas en sus ojos, no de dolor sino de frustración, se notaba a leguas que estaba de malas.

—¡Maldita sea! — musitaba Fernanda intentando incorporarse, sosteniéndose de la cama, poniendo fuerza en la pierna que estaba bien, sin embargo, la gótica entraba para ayudarle sosteniéndole el brazo, e impulsándola para sentarse en la cama mientras veía que su amada intentaba ocultar su rostro que estaba adornado por algunas lágrimas.

—No me tienes que ayudar siempre Astrid, si puedo sola— decía de manera tajante la pelinegra haciendo que la dibujante alzara la ceja con una sonrisa en su rostro.

—Qué bueno que no me importa eso ¿No crees? — señalaba la pelirrosa.

—Astrid tú tienes cosas que hacer, no quiero que pierdas tu tiempo intentando ayudarme en todo lo que no puedo hacer, tienes que cuidar a Annie en lo que yo me recupero—

El trazo imperfectoWhere stories live. Discover now