Eternally Yours - Motionless in white

104 27 62
                                    

I'm ready to bury all of my bones
I'm ready to lie but say I won't
So tell me your secrets
And join me in pieces
To rot in this garden made of stones

Las chicas entraban al baño, el cual estaba alumbrado por una ligera luz neón roja que hacia el momento mucho más erótico, estaba sumamente limpio incluso oliendo a rosas, algo que agradecía Fernanda de haber contratado también ese sanitario, así podría disfrutar de su amada como jamás lo había hecho, era una experiencia nueva para ella, y no le importaba nada, la iba a disfrutar como jamás lo había hecho y nada se lo iba a impedir, estaba sumamente excitada de haber bailado con Astrid y aparte verla mover dichas caderas la volvían loca, era como si viera a la misma Afrodita hechizarla con aquel encanto, eso era Astrid, la manifestación de dicha diosa griega hecha mujer, una deidad hecha mortal, se sentía sumamente afortunada de que podría disfrutarla de dicha manera y más aparte tener su corazón en las manos, adoraba que su relación había evolucionado para bien, era sumamente feliz y estaba muy satisfecha de poder compartir dichos momentos a lado de su amada prometida, no había sentimiento igual a ello.

Se besaban desenfrenadamente, devorando sus labios como hace mucho no lo hacían, no les importaba estaban sintiendo gran gusto y placer de estas ambas en aquel momento, sin ninguna molestia a pesar de estar en un antro, a pesar de haberlo hecho una vez antes en un antro similar, para Astrid todo esto era una nueva experiencia que estaba teniendo con el amor de su vida, sin duda hacer este tipo de cosas con alguien que amas se disfrutaba aún más, rompían las reglas juntas y lo disfrutaban, era todo lo que necesitaban, los labios y sus cuerpos fundidos en uno solo, la pelirrosa estaba sumamente excitada, lo sentía en su parte intima, todos los besos y roces que hacía Fernanda sobre ella la estaban volviendo loca, llena de placer y lujuria, aquella mirada grisácea llena de deseo por la pelinegra enfrente de ella, amaba hundir sus ojos sobre las avellanas de Fernanda quien le daba sonrisas después de cada beso que se daban, esto era el amor que siempre había deseado, el amor sobre el deseo, sobre lo carnal, estaban hechas la una para la otra y eso jamás iba a ser discutido, sus cuerpos se fundían como dos perfectas piezas de de rompecabezas, sus vidas eran eso, rompecabezas en el mundo, las cuales eran perfectas la una para la otra.

Fernanda cerraba el baño con llave, no le importaba que tocaran, ella había rentado esa parte del sitio para ella y su futura esposa quien estaba disfrutando esos momentos con ella, viendo que ya había cerrado completamente el baño la jalaba hacia ella para nuevamente comenzar a besar desenfrenadamente moviendo sus manos hacia el cuello de la misma, acercándola más a su fisionomía, a lo cual la bajista correspondía abrazándola de la cintura sintiendo la tela de su vestido, con el cual comenzaba a jugar subiendo un poco la falda del mismo, ganándose un suspiro de su amada pareja, los dedos de la zurda de Fernanda surcaban por las piernas galardonadas de medias, deleitándose por lo suave que estaban dichas prendas haciéndola perder un poco la razón, adoraba sentirlas en las piernas de la pelirrosa, quien comenzaba a bajar sus besos hacia el cuello de la pelinegra.

Fernanda estaba en éxtasis al sentir los labios de su pareja sobre su cuello, el cual recibía varias descargas de pasión al ser mordido ligeramente por los dientes de la chica quien se deleitaba por el perfume de su amada, la volvía loca esa mezcla de sudor y su perfume favorito de Fernanda, el versache bright que le había regalado hace ya un par de meses, convirtiéndose en la fragancia predilecta de la gótica, adoraba como la fisionomía de Fernanda se adhería a dicho aroma.

La bajista tomaba la batuta y pegaba a la gótica a la pared donde bajaba sus manos hacia los tirantes de su vestido, bajándolos mientras besaba lenta y tortuosamente el cuello de la chica quien estaba con una respiración sumamente acelerada por el placer que estaba recibiendo con los labios de su amada, mientras trabajaba con sus manos para dejar abajo el vestido, donde ella se lo quitaba por la parte de abajo colgándolo en una de las puertas del baño para que no se ensuciara dejando a su amada pareja en solo ropa íntima, viendo un pequeño bra sin tirantes que resaltaba su busto, junto con un hilo dental transparente que dejaba ver su bien depilado pubis, junto con un liguero que sostenía sus medías, ganándose con esto una gran mirada de lujuría por parte de la chica de cabello negro, quien iba subiendo lentamente rozando con las yemas de sus manos la piel de su querida chica, quien se sentía en un gran éxtasis, lleno de placer, para posteriormente quedar a la par de sus labios los cuales comenzaba a besar lentamente bajando sus manos a los senos de la gótica para comenzar a tocarlos de manera lenta, dándoles pequeños masajes que ocasionaban que sus pezones se manifestaran, para que Lancaster bajara su cabeza hacia ellos quitando la ropa íntima superior de la chica de sus sueños.

El trazo imperfectoWhere stories live. Discover now