"Eras rojo, yo azul y te gustaba que fuera así."
La chica popular con el chico popular; sin embargo, un secreto perturbador se encuentra dentro de aquella cámara que tanto se niega ella en soltar. La familia perfecta solo era una máscara de lo que e...
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MIN T/N
Terminar con Yeonjun... Sería complejo, pero acepté.
No soy una buena persona, así que iba a suceder. Me importaba un carajo su opinión o cómo se sentiría al separase de mí.
Nunca me importó.
Menos sabiendo que Jimin estaba en medio.
— ¿Me necesitabas, bebé? —me abrazó por detrás en cuanto me vio. Nos encontrábamos en los vestidores, ya no había casi nadie en la universidad.
Ahora éramos solo él y yo en esta soledad que nos consumía más y más con el pasar de los años.
— Sí —me solté—. Tenemos que hablar de nosotros —enserié.
— Oh, cool. ¿Ya quieres que vivamos juntos? —sonrió.
— No, Yeonjun. Quiero terminar contigo —escupí, no había caso en darle vueltas al asunto que se debía resolver rápido.
Yeonjun no decía nada, quedó estático viendo el suelo con su cara extrañada.
— No puedes dejarme en mi peor momento, T/N.
Vaya, creí que me diría otra cosa.
— ¿Cuál peor momento?
— Es difícil de explicar, pero por favor, no me abandones así, no aquí, no ahora —me miró con suplica en sus ojos.
Crucé mis brazos y exhalé.
— Dime qué es lo que pasa, tal vez lo considere —mentí, solo quería saber.
— SoonYoung es gay.
— ¿Y la sorpresa?
— ¿L-Lo sabías? —balbuceó.
— Por supuesto que sí, ¿Y qué tiene de malo que lo sea? —me hacía la desentendida. Obviamente debía hacerme la demente si tocaba el tema de la libreta.
— Me confesó que está enamorado de mí.
Ahora era yo quien quedó estática en su sitio.
¡¿QUE HIZO QUÉ?!
— Ehm...—no podía ni hablar bien. ¡¿Por qué coño hizo eso y cuándo?!
— S-Sí, lo sé —se sentó en uno de los bancos frente a mí y me miró desde abajo—. El día que te lanzó comida encima y se fue. Corrí detrás de él y lo empujé, Hoshi respondió ante mi violencia con más violencia y empezamos a forcejear. Nos gritamos algunas cosas y lo último que dijo cuando le pregunté por qué tanta mierda contigo, él... Él me dijo que me amaba y estaba enamorado de mí.
Carajo, carajo.
Él no está enfermo, él está desquiciado.
— ¿Y tú... cómo reaccionaste? —me senté a su lado, intrigada.
— Me paralicé y me fui a otra parte. Con el pasar de los días logré revisar por primera vez su libreta y vomité en la sala, me dio tanto asco y repulsión ver toda la porquería que había ahí, construida por él que... que... Mierda —musitó y posó sus manos en su cara para ocultar su cara, iba a llorar—. Mamá es lesbiana —informó.
— ¡¿Q-Qué?! —me tapé la boca, anonada.
¡¿PERO QUÉ ESTÁ PASANDO?!
— Una supuesta amiga está viviendo con nosotros desde el día de la cena. Creí que sí eran amigas, pero no creí que con derechos. Me desperté en la madrugada y las vi teniendo sexo en la cocina mientras gemían que se amaban.
Me estoy comenzando a marear, no lo podía creer, yo...
¡Yo estoy bendecida!
— Yeonjun, no está mal que tu madre sea lo que sea. Mi padre pasó por algo igual con mi madre y pues... También encontró su verdadera preferencia después de los años.
— ¿Segura que después de los años? —me miró. Esa mirada que creí nunca ver, esa mirada seria y sin espíritu.
— ¿Qué me estás tratando de decir?
— Tu padre siempre estuvo enamorado del mío. No intentes querer consolarme cuando no sabes el contexto de las cosas ¡Y mucho menos cuando me dices que quieres terminar conmigo! —se exaltó—. Joder, T/N, te amo. ¿Por qué te cuesta tanto hacerlo conmigo?
— ¿Ah?
Soltó una sonrisa sin gracia y se levantó frente a mí.
— ¿Creíste que no notaba tu indiferencia? Sé perfectamente que no me amas y no me deseas, solamente te gusto y no sé porque. ¿Qué es lo que tengo que te hizo quedarte a mi lado sabiendo perfectamente que no soy lo que quieres?
Tu padre.
— Yeonjun, no sé de qué hablas. Claro que te quiero, pero no me siento cómoda ya con esto, eres demasiado perfecto y no merezco tener a alguien como tú en mi vida.
— ¡MIENTES!
— ¡No lo hago! —me alcé de golpe— Yeonjun, no te merezco, entiéndelo. No soy lo que crees que soy, no soy buena ni mucho menos leal. Terminemos con esta mentira de una vez por todas y seamos libres de hacer lo que queramos.
— ¿Estás con alguien más?
— Por Dios —rodé mis ojos, harta. Comencé a recoger mi cosas pero él me lo impidió.
— Responde.
— ¿Responder qué? —lo enfrenté descaradamente como si fuera una santa— ¡No he estado con ninguna otra persona que no seas tú!
— ¡¿Y eso es lo que te enfada?! ¡¿QUÉ NO PUEDAS FOLLAR CON OTROS TIPOS Y SER COMO LAS PUTAS DE TUS AMIGAS?!
Lo abofeteé.
— No discutiremos más, Park Yeonjun. A partir de este momento, tú y yo no nos conocemos. Terminamos, es mi última palabra —agarré mi bolso e intenté salir de ahí.
Solo que unas pequeñitas silabas me detuvieron de golpe.
— Si muero será ahora tu culpa.
Me giré bruscamente.
— ¿Disculpa? —sonreí de lado sin poder creérmelo— ¿Es tu manera de querer salvar lo que teníamos?
— No te voy a mentir, T/N. En cierta forma tampoco te amo, es algo más... físico, sí, físico. Y que por primera vez llegué a enamorarme, pero desde hace meses llevo dándome cuenta que en ningún momento fuimos algo reciproco. No por tu parte.
— Ajá, sí como sea. ¿Te vas a suicidar? Avisa con tiempo.
Carcajeó.
— Ay, nunca cambiarás tu sentido del humor tan oscuro. No, no me suicidaré —me sonreía con lágrimas en sus ojos.
— ¿Entonces? Di de una vez lo que tratas de darme a entender con eso.
