𝕮𝖔𝖑𝖔𝖗𝖘 | Pjm '+18

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PARK JIMIN

— ¿Por qué estás tan pálido, cariño? —aceleró su andar hacia mí cuando pisé el loving. Me había ido de mi escondite, las cosas se estaban subiendo de control con esos dos que ya no tenía nada que buscar allá. 

Dios, me sentía tan bien hasta que llegó ese niño.

— Estoy cansado, eso es todo —quité sus manos de mi pecho y me acerqué al ascensor.

— ¿Encontraron a T/N? —preguntó detrás de mí.

— ¿Y tanta preocupación de dónde? —la miré de reojo, no quería ni escuchar su voz.

— ¿D-Disculpa? —intentó decir algo más, ya que por lo visto se estaba enfadando pero, una voz a lo lejos llamó nuestra atención.

Más la mía.

— Señores Park —se encontraba agitada, no sé si haya sido porque corrió o por mi hijo—, perdonen las molestias —hizo una reverencia—. Quería caminar sola antes de volver a casa, no era mi intención preocuparlos.

— A mí no —dijo el rubio de mi hijo, saliendo por el ascensor. Los tres entramos y yo le sonreí, dejando mi mano en su cabello, acariciando levemente.

Mierda, mierda, se sentía de la ostia.

— Descuida, Blue. Lo bueno es que ya estás aquí y no te pasó nada —me aparté, no porque quería, sino porque mi esposa se abalanzó a ella... abrazándola como yo deseaba desde hace rato. 

Antes de que las grandes puertas metálicas se cerrarán, una mano lo impidió y un chico alto de tez blanca se coló.

— Yeonjun, ven, abracemos a T/N que está aquí —le hizo un ademán que su hijo no pudo rechazar.

Ah, sí. Es mi hijo también.

— Ya yo la había encontrado, estábamos juntos —habló cuando se separaron—. Ella salió corriendo cuando los vio, creyó que la estaban buscando.

— ¡Y lo hacíamos! —recalcó mi esposa—. ¿No es así, cariño?

Dejé de mirar a la hermosa T/N para ver a Jisoo.

— Sí, eso hacíamos. Yeon nos dijo que mejor nos fuéramos, que él te hallaría solo —traté de convencerme que mis palabras era con total sinceridad pero, no lo fue.

— No era ninguna competencia, cariño. Deja a Yeonjun, está enamorado —volteó a sonreírle.

Mi hijo agarró a T/N por la cintura, borrando todo rastro de dulzura falsa en mi cara.

— ¿Cariño, sigues enfadado? —interrogó mi mujer, haciendo que la parejita me observara—, ya T/N está aquí, no tienes porque estresarte —quería con todas mis fuerzas que Jisoo quitara sus manos de mi brazo. No quería que me tocara, que me viera, no quería nada de nadie, solo quería a Blue conmigo ahora mismo.

— Llegamos —avisó el chico—. Cierra los ojos, amor.

¡¿Amor?! 

— ¿Por qué?

La sonrisa del niño que hice en una noche de pasión, me causó asco.

— Solo hazlo.

— No quiero.

— Bien, entonces yo lo hago —se puso detrás de ella y tapo su visión con sus manos. La chica sonreía como una tonta enamorada y se dejó guiar por la voz de su novio.

La sorpresa...

— ¡Ta-dan! —expresó el chico al quitar sus manos de su rostro y hacerla admirar los juegos artificiales del exterior.

— Y-Yeonjun...

— Sí, lo sé —la abrazó por detrás, posicionando su mentón en el hombro de la menor—, soy el mejor novio.

Rieron ellos, yo ni porque me paguen. Eran simples colores explotando en el cielo, haciendo un escándalo. Si fuera yo, le hubiera escrito poesía con humo y que su cantante preferido le leyera alguna carta mía mientras le lanzan flores.

Pff, y pensar que salió de mis bolas.

— Yeonjun nos dijo que la última vez que viniste hiciste algo así con tu familia —agregó la mujer.

— ¿Qué? —se giró a vernos, separándose de mi hijo—, n-no, yo no le dije nada —creo que yo era el único que notaba sus ojos cristalinos.

— Bueno, no me lo dijiste despierta —rió—. En el avión dijiste: "Están muy bonitos, papi... Los juegos de colores en el cielo". O algo así, no hablo muy bien tu idioma.

La chica se quedó un rato procesando lo dicho mientras miraba el suelo. Su cuerpo era adornado con las luces del cielo que se reflejaban por el cristal del balcón, una obra de arte, no me cansaré de repetirlo.

— Es hermoso —limpió sus ojos y se lanzó hacia él—, gracias, gracias. Te quiero demasiado, muchísimo —marcaba su cara con muchos besos.

Que escenario tan patético. 

— Cariño —susurró mi mujer. Hicimos contacto visual y señaló abajo, al seguirla con los dedos, quería morir—, podemos arreglar eso en la habitación, ¿No?, hay que dejarlos solos.

¡¿Más?!, Casi follan en frente de mí hace unos minutos.

— S-Sí —me dejé guiar, quedando a solas con ella en el cuarto que compartíamos. Soltó la tira de su vestido playero y quedó desnuda ante mí—. ¿No traías nada puesto?

— No —me sonrió coqueta.

— Yeon me dijo que estabas en la calle buscando a T/N. ¿Fuiste así? —asintió—. Debes ser castigada —agarré su cintura con brusquedad y nos besamos ferozmente.

La imagen mental que tenía de T/N desnuda no me detuvo, me hizo continuar, y con más ganas.

Después de 21 años de casados, hoy fue la primera vez que me follaba a mi esposa pensando en otra mujer.

Y sabía que no sería la última.