you'll never be alone, i'll be with you from dusk 'til dawn

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El viento áspero de la noche hacía danzar a su ritmo a los grandes pinos que se encontraban detrás de su hogar, las violentas gotas de agua caían haciendo eco sobre los charcos que ya se habían formado y la abogada se encontraba mirando al techo mientras miles de pensamientos se cruzaban por su cabeza. La lluvia no tenía planeado irse y su tristeza tampoco, se había visto envuelta en un interminable círculo de angustia y culpa. Los días pasaban mientras los recuerdos y penas no paraban de atormentarla, sentía que su alma pedía a gritos sentir el calor de su tersa piel. Mientras la madrugada comenzaba a envolverla un sonido a la distancia la hizo activar su estado de alerta, había estado tan metida en sus propios pensamientos que había olvidado algunas cosas de su oscuro pasado, que parecían querer resurgir de entre las cenizas para volver a arrastrarla al dolor.

Dio un salto para salir de la cama cuando los sonidos comenzaban a escucharse cada vez más cerca, camino hacia la ventana intentando descubrir de donde provenían, pero solo podía ver oscuridad. Una densa oscuridad que la cubría invitándola a unirse a ella, sus ojos vagaban inquietos mientras el miedo comenzaba a sentirse en el ambiente. Sacudió su cabeza tratando de convencerse de que podría ser el viento, o quizá solo un pequeño animal y volvió a su cama para intentar conciliar el sueño.

Su helado cuerpo temblaba al contacto de las frías sábanas que lo cubrían, el sonido del viento comenzaba a llevarla lentamente a un estado del cual no quería salir, intento con todas sus fuerzas quedarse dormida pero la sonrisa de aquel hombre que la había hecho cuestionarse todo aparecía en su mente. Cuando sus ojos comenzaron a arder debido al cansancio llevo sus manos a su cabeza dejando ver su máximo estado de frustración, no podía sacarlo de su cabeza.
Se incorporo exaltada cuando el mismo sonido que minutos atrás la había asustado, comenzó a escucharse más cerca de ella. Unas pesadas pisadas comenzaban a adentrarse en el pasillo que daba directo a su habitación, en un rápido movimiento tomó su celular y corrió al armario.

Las pisadas cada vez chocaban contra el suelo con más intensidad, su corazón latía rápidamente en la oscuridad y su respiracion comenzaba a acelerarse. Cubrió su boca para ahogar un grito cuando pudo oír el crujido de la puerta mientras se abría. Y de pronto una luz invadió la habitación.

—Se que estas aquí Camille — los pasos se sentían cada vez más pesados y el ambiente se tornaba oscuro —No puedes esconderte para siempre —

La masculina voz la hizo ahogar un gemido, no podía ser, no otra vez. Sentía que en cualquier momento podría desvanecerse y hasta llegó a aceptar resignada su cruel destino.

—Me encantaría que las cosas no tuvieran que ser así, pero tu me orillaste a esto, ¿creíste que ibas a despreciarme tan fácilmente?, yo te advertí que te alejaras de él — Cerro sus ojos con fuerza mientras con sus palmas cubría sus oídos, lo último que quería hacer era oír su voz —¿De verdad pensaste que alguien como él se enamoraría de ti? ¿Qué tan especial te crees? no me hagas reír Camille —

Cuando su cerebro por fin pudo pensar con claridad recordó que se había llevado su teléfono a su pequeño escondite, deslizó sus dedos por la pantalla en un corto mensaje que esperaba que por favor llegase a su destinatario, bloqueo el celular y deseo con todas sus fuerzas que su mensaje llegara, era la única oportunidad que tenía y depositó toda su confianza en ella. 

—¿Sabes? pudimos haberlo tenido todo, pero tuviste que arruinarlo — La castaña ya había tenido suficiente y salió del armario en cuanto el pronuncio esas palabras, ella era una mujer decidida y fuerte, no permitiría jamás que un hombre la hiciera sentir que no valía nada.

—Si dices eso para convencerte de que no eres una mierda de persona lo comprendo —

—Que valiente la niña — Se burló Adam mientras acortaba la distancia que había entre ambos. —Olvidaba que nadie puede herir el orgullo de Camille Vasquez. —

don't blame love made me crazy Where stories live. Discover now