you look so broken when you cry

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Después de un largo rato de abrazos, Johnny se bajó del vehículo para acompañar a Camille a la puerta, necesitaba dejarla sana y salva, solo eran unos metros pero de todas formas necesitaba hacerlo. Al acercarse al gran pórtico la escasa luz de la luna dejó ver como la cerradura se encontraba rota y la puerta un poco entreabierta, Johnny rápidamente colocó a la joven abogada detrás de él y se abrió paso a la casa para investigar qué estaba ocurriendo. Sus ojos se abrieron como platos cuando encendió la luz logrando ver la catastrófica escena, todo se encontraba hecho un caos, sus libros rotos y esparcidos por toda la entrada, platos rotos, restos de botellas que habían sido arrojadas hacia la pared, pero lo que más llamó la atención de ambos fueron los sarcásticos mensajes escritos por todo el lugar.

-Voy a matar a ese imbécil - Camille no pudo contenerse más y rompió en llanto. - Princesa por favor no llores, voy a comprarte todo de nuevo lo juro -

- Es que no es eso, ¿él acaso no planea dejarme en paz? -

-Parece que no está en sus planes, pero no te preocupes te vas conmigo a mi casa, no te voy a dejar aquí con ese psicótico suelto- al terminar la frase volvió a abrazarla, nadie iba a meterse con su pequeña eso lo tenía claro. - Y no aceptaré ningún no pequeña testaruda.

-Gracias - susurró ella.

-Déjame hacer un par de llamadas y luego nos iremos ¿si? - Camille solo asiente.

Johnny movió cielo y tierra, al ser una persona tan conocida contaba con todo el apoyo posible, jamás hacía uso de su gran poder pero esta situación lo ameritaba. Adam había sobrepasado más de un límite y si el quería jugar ese juego el actor iba a trazar las reglas. Después de que la policía y su investigador privado estuvieron al tanto y aseguraron la casa, escolto a la castaña de vuelta hacia el auto para iniciar su trayecto a casa, ella seguía demasiado conmovida, ni siquiera las palabras de su madre lograron reconfortarla. El la observaba de reojo mientras ella se encontraba con su cabeza recostada en el frío cristal, tenía la mirada perdida y los ojos cansados. Su cuerpo se llenó de impotencia al recordar dicha situación, no aceptaba no poder ponerle fin a todo los disgustos que Adam le causaba. Luego de unos minutos por fin arribaron a su destino, Johnny sabía que Sean iba a asesinarlo y colgarlo como decoración de Halloween en las afueras de su casa, pero simplemente no le importaba, ella siempre iba a estar antes que cualquiera.

-Mi casa es tu casa - dice haciéndola reír mientras le abre la puerta.

-Nunca te lo mencione pero es una linda casa -

-Me alegra que te guste, te llevare a darte un baño así te relajas -

-Que tonta, no traje ropa - sus mejillas se tornaban de un color durazno intenso mientras jugaba con su cabello para tratar de ocultarlo, olvidar cosas últimamente se le estaba haciendo una rutina.

-Lo se, por eso mande a alguien a comprarte algo -

-Johnny no debiste - él ante su comentario agarra su mentón haciendo que esta lo mire.

-Shhh, por favor ya deja de decirme que debo o no hacer - Camille sonríe - Ahora vamos, te mereces una ducha -

Deposito un beso en su frente y tiró de su mano escaleras arriba hacia su habitación, Camille estaba maravillada con esa parte de la casa que jamás había visto, el baño era más grande que toda su habitación y la tina que él había preparado para él la llamaba a gritos. Retiró con delicadeza su traje blanco y se sumergió en las cálidas aguas. "tu puedes con todo esto, siempre lo hiciste" se repetía mientras las lágrimas lentamente caían por su rostro, y era verdad una de sus más grandes cualidades era su increíble fortaleza, su elegante manera de levantarse después de que alguien la hiciera caer.

don't blame love made me crazy Where stories live. Discover now