you made me hate this city

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Los últimos dos días habían sido un completo calvario para Camille, podía sentir cómo sus párpados se vuelven demasiado pesados como para continuar abiertos, la profunda voz de su compañero de litigios hacía eco en la gran sala de juntas en lo que ella luchaba por mantenerse despierta. No había podido descansar bien desde aquel episodio con la revista, perdió la cuenta de todas las veces que ese recuerdo la había orillado al llanto. Se sentía perdida y desilusionada, ¿Cómo podría haberle hecho algo así? su corazón no podía soportar otra decepción más. Agradeció internamente cuando la improvisada reunión llegó a su final y en un abrir y cerrar de ojos tomó sus cosas para abandonar el lugar sin darle tiempo a sus compañeros a siquiera despedirse.

Conducía hacia su casa mientras observaba como lentamente las nubes comenzaban a oscurecer poco a poco el panorama, subió el volumen de la música para apagar el de su cabeza, su voz interior no había parado de torturarla desde aquel día, necesitaba un poco de paz entre tanto caos. Estacionó el vehículo en el garaje para luego caminar hacia su querido hogar, se apresuró al notar como los relámpagos anunciaban la llegada de una tormenta. Mientras se quitaba los zapatos que eligió para ese día para dirigirse a tomar una ducha, el sonido de su celular parecía querer interrumpir sus planes.

—¿Hola? —

—Princesa — La rasposa voz de Johnny la había hecho temblar, realmente lo extrañaba demasiado, pero eso no hacía que olvidase lo ocurrido — Por favor no cuelgues, quiero que me escuches —

—Dime —

—No voy a intentar explicarte nada por teléfono porque se que no vas a escucharme, solo quiero saber si estas bien —

—estoy bien, gracias pero no tenías que preocuparte —

—La mujer más preciosa del mundo no está aquí conmigo, ¿Cómo quieres que no me preocupe? — las palabras del actor hicieron que sus mejillas se tornaran de un color bordo.

— Solo no lo hagas y ya —

—Está bien — agregó dejando escapar un suspiro, que ella lo perdonase por algo que ni siquiera había hecho iba a resultar más difícil de lo que pensaba. —Descansa Camille —

Al colgar la llamada el sentimiento de angustia volvió a invadirla, realmente no quería tratarlo así, se moría por estar en sus brazos mientras el hacia algún chiste tonto solo para hacerla reír. Pero el miedo a ser lastimada nuevamente impedía que su mente piense con claridad, todas las desgracias que Adam había metido en su vida empezaron a tomar fuerza en forma de inseguridades, y eso la estaba matando lentamente. 

...

Camille suspiro frustrada al girar su cabeza y descubrir como las 3 am se hacían presentes otra vez, era el 3 día que no lograba conciliar el sueño y los estruendos lumínicos que el cielo le ofrecía como espectáculo realmente no estaban ayudando mucho. Se incorporó en la cama para buscar un vaso de agua en lo que trataba de desacelerar un poco su mente, mientras el frío líquido recorría su garganta algo más acaparó su atención. Las flores que Johnny le había regalado hace 4 meses atrás seguían en el mismo lugar donde las dejó, se acercó hasta ellas para rozar uno de los pétalos con sus dedos, torció la comisura de sus labios al darse cuenta que las rosas no estaban tan marchitas como ella creía.

La emoción volvía a instalarse en su rostro mientras observaba el delicado ramo, la sonrisa de Johnny aparecía por su mente mientras lo hacía, logrando que lentamente la esperanza volviese a ella. Realmente no quería perderlo, no podía imaginar su vida sin que él la llenara de luz. El la hizo conocer su mejor versión de ella y no estaba segura de querer perderla pero el temor de ser lastimada otra vez decidió interrumpir su dulce fantasía. Superada por la situación tomó su celular otra vez, con sus manos temblorosas busco entre sus contactos el número de Shannon, necesitaba hablar con alguien y sabía que ella podría entenderla. 

don't blame love made me crazy Där berättelser lever. Upptäck nu