don't blame love made me crazy

your love is scared me

Camille se despide de sus compañeros después de una pequeña reunión, nada importante solo algo que suelen hacer siempre antes de un juicio, para darse ánimos y buenas energías. En los ultimos meses sus compañeros de litigios se habian convertido en su segunda familia, las intensas horas que pasaban preparando cada detalle dejando salir una que otra broma, los habia unido mas. Al salir el magnifico auto negro de Johnny capto su atención, "tendré que pensar una muy buena explicación para esto" pensó mientras se dirigía a el.

— Hey ¿Cómo estuvo todo hoy? —

—Bien, por cierto — suelta mientras se abrocha el cinturón de seguridad — ¿Por que le contaste a Shannon? —

—Porque aunque te conozco hace no mucho deduje que no se lo dijiste ni a Ben ni a Jessica, y me preocupas Camille, ¿Entiendes que haría todo lo que esté a mi alcance para verte feliz? —ella sonrió.

—Es que ... debiste consultarme antes de contarle mi vida privada a una completa desconocida—

—¿Qué? —

—Solo pase medio dia con Shannon y tu ya le contaste mas de la mitad de mi vida —

—No lo hice con la intencion de molestarte Camille, solo que te conozco lo suficiente como para saber que no se lo ibas a decir a nadie porque odias agobiar a la gente con tus problemas —

—Es que nunca nadie se preocupo así por mi, además no me gusta aburrir a los demás con mis problemas — bajo la mirada antes de terminar la frase pero él no soporto que se sintiera avergonzada por sus sentimientos por lo que tomó su mentón y la obligó a levantar su vista.

—Baby, no bajes esos hermosos ojos, mírame, y escúchame atentamente, no aburres a nadie con tus problemas, todos realmente nos preocupamos por ti porque te queremos, jamás vuelvas a pensar una cosa así — 

—El pasado puede ser duro ¿Sabes? — el actor entendía mas que nadie, paso los últimos 6 años de su vida atormentándose con fantasmas del pasado, fantasmas que surgían de los lugares mas oscuros de su mente para hacerlo revivir un doloroso infierno una y otra vez.

—Créeme que lo se, pero tienes razón, discúlpame no quise ser entrometido, solo me preocupo—

—No estoy molesta, descuida —

Camille sonrió antes de besarlo, para su sorpresa él siempre tenía las palabras correctas, le hacía bien tener a alguien tratando de sanar todas sus heridas, Johnny estaba arreglando algo que ni siquiera rompió mientras que ella estaba recuperando completamente su vida, la vida que su macabra ex había hecho pedazos. Minutos después Sean los esperaba recostado en el marco de la puerta con una cara de pocos amigos, no le parecía correcto para nada lo que estaban haciendo y sabía que tarde o temprano uno de los dos saldría lastimado.

Se bajaron del vehículo y después de dedicarle un corto saludo al guardaespaldas corrieron escaleras arriba para darse una ducha, últimamente ducharse juntos era su segunda actividad favorita, primero estaba el sexo obviamente. Johnny con delicadeza le quitó el hermoso traje color gris oscuro que la abogada llevaba y extendió su mano para invitarla a entrar en la bañera, se despidió de su última prenda y la siguió. Los minutos pasaban mientras se encontraban sumergidos en las cálidas aguas, él lavaba su cabello con delicadeza mientras tarareaba una de las tantas canciones que a ella le gustaban. Pero por otro lado las dudas habían empezado a instalarse en la pequeña cabeza de Camille, ¿estaremos haciendo lo correcto? ¿qué pasará cuando alguien se entere? ¿de verdad podría enamorarme de él o es solo el momento? todas estas tormentosas preguntas arruinaban su hermoso momento de felicidad, la culpa la comía viva y podía notarse como los miedos irradiaban de su ser.