don't blame love made me crazy

please don't leave me

Camille llegó a su casa exhausta, la lluvia y el frío viento hacían del escenario perfecto para que sintiera unas inmensas ganas de llorar, dejó sus cosas sobre la mesa y se quitó el abrigo, su cabeza estaba llena de preguntas sin respuestas pero todas terminaban en la misma persona, Johnny. Simplemente no podía entender porque él ni siquiera la había volteado a ver en todo el día, terminó de quitarse la ropa y dejó que el agua de la ducha la cubriera por completo.

Cuando estaba a punto de sumergirse en las blancas sábanas un fuerte sonido la hizo activar su estado de alerta, le pareció oír un cristal romperse así que rápidamente se dirigió hacia la sala. Al llegar noto que la ventana estaba rota, y una gran roca descansaba sobre el piso del lugar, temblando y no a causa del frío la tomó entre sus manos y leyó claramente que decía "aléjate de él". Como pudo buscó el sillón para derrumbarse en él, le zumbaban los oídos y sentía que en cualquier momento el pánico se apoderaba completamente de sus emociones. Sin pensárselo dos veces y a pasos tambaleantes camino hasta la habitación en busca de su celular, lo encontró y marcó al primer número que se le vino a la mente.

—hola? — contesta Johnny del otro lado, pero ella no puede articular las palabras — Camille? —

—ven — logró decir ella.

—¿que? estas bien? —

—por favor — suplica conteniendo el llanto.

—Camille por favor explícame, me estas asustando — escucharla sollozar contesto su pregunta —estoy allí en 20 minutos — agrega finalizando la llamada.

Ella se quedó estática, se dejó caer lentamente al suelo y abrazó sus piernas en busca de consuelo, no sabía si había hecho bien en acudir a él, pero él le había dicho que le dijera si Adam volvió a molestarla por lo que sintió que era lo correcto. La espera le estaba resultando eterna y el silencio abrumador, podía oír como las finas gotas de agua golpeaban levemente la ventana principal. 

El sonido de la puerta la sacó del pequeño trance y rápidamente se incorporó para llegar a ella, al verlo no lo dudó dos veces y extiende los brazos para buscar su abrazo, Johnny le corresponde y la toma fuerte de la cintura.

—shhh,, ya está, estoy aquí — la atrae más hacia él tratando de calmarla —que paso princesa? —

—Es el — es lo único que logra decir.

—maldito hijo de perra— Camille siente como el cuerpo de Johnny comienza a tensarse — tranquila, ya estoy aquí —

 Lentamente cierra la puerta tras de sí y la toma de la mano para dirigirse al sillón, pero antes el cristal roto desparramado por el suelo capta su atención, cambia la dirección de la vista y observa la gran roca escrita encima de la mesa, le tomó poco tiempo armar el rompecabezas de lo que había ocurrido, no encontraba insulto en su idioma que pudiese alcanzar para maldecir a Adam. El hecho de que ella lo llamase lo hizo sentir peor consigo mismo de lo que ya se sentía.

—No puedo más — dijo ella entre sollozos. Al oírla él la abrazó con más fuerza, le rompía el alma verla así.

—Millie necesito que me mires — dice tomando su rostro entre sus manos — no dejaré que te siga molestando — ella solo baja la mirada.

—no lo merezco —

—se que no princesa, más que nadie lo se —

 Johnny comienza a acariciar su cabello sin dejar de rodearla con sus brazos, necesitaba que se calme lo suficiente como para poder llamar a la policía e informarles lo que ocurría, pero sabía que no podía permanecer allí mientras los oficiales estén, odiaba a veces su excesiva fama, pero no podía arriesgarse a que el mundo se entere que Johnny Depp estaba en la casa de una completa desconocida al público en el medio de la noche.