don't blame love made me crazy

there's things i wanna say to you but i'll just let you live

Los días previos al juicio se acercaban, habían pasado casi dos semanas desde la última vez que Camille pudo entablar una conversación con Johnny, el de un momento a otro se había alejado completamente de ella, y solo podía pensar en que quizá él no quería estar involucrado en los problemas que ella lamentablemente acarrea. Volvió a revisar su atuendo por última vez antes de dirigirse hacia la salida de su casa para llegar al trabajo.

No supo nada de Adam en las últimas semanas, lo que le otorgaba una tranquilidad inmensa, después de tanto el por fin había entendido que ella no quería volver a verlo, mientras conducía y tarareaba <doin' time-lana del rey> disfrutaba de la fresca mañana, los rayos del sol iluminaban las amarillentas hojas de los fresnos ubicados a un costado de la ruta. Después de unos minutos, estaciono su auto y bajo de este, no sin antes aplicarse un poco de labial, no quería que sus labios se agrietasen con el frío.

Tomó su cartera, la primera Dior que su madre le había regalado con tanto cariño y cruzó las grandes puertas del edificio Brown Rudnick. Sus pasos firmes acompañados del sonido de sus zapatos chocando contra los blancos azulejos hacía que todos volteasen a verla, nunca pasaba desapercibida en ningún lugar, su imponente belleza podía cautivar a cualquiera, y no es que ella no lo supiese, solo no le importaba. Prefería que elogiaran su inteligencia antes que su apariencia, era demasiado sencilla para preocuparse por ello, aunque siendo sinceros ni siquiera le hacía falta.

 —buenos días — dice saludando a todo el equipo, el dream team les gustaba llamarse.

— te estábamos esperando, pasa —

— ¿Tienen alguna novedad? —

— ya casi tenemos todo listo, estoy completamente seguro de que tenemos la victoria en nuestras manos — agrega un Ben demasiado animado, ella sonríe, en las últimas semanas le había tomado demasiado cariño a sus colegas.

—genial, que les parece si al terminar vamos por algo de tomar — sugiere Andrew.

Todos asienten encantados y agarran sus lugares para revisar los últimos detalles.

...

Las horas habían transcurrido y todos se encontraban en el bar enfrente del edificio compartiendo charlas, risas y sobre todo alcohol, la velada transcurre maravillosa pero como era de esperarse no iba a durar mucho.

—Cami no voltees — dice Jessica por lo bajo.

— del 1 al 10 qué tan malo es? —

—11, solo no voltees — La intriga no deja en paz a Camille.

— pero dime, me muero de curiosidad —

— es la parejita del año — bromea su amiga.

— dios, qué pequeña es la ciudad, solo espero que no me molesten, después de varias copas no me hago responsable de cómo pueda reaccionar —

— cómo te sientes para el juicio? —

— si te soy sincera, aterrada — remueve la copa entre sus manos antes de darle un gran sorbo. —tu? —

—igual, ni en mis sueños más locos me lo hubiese imaginado — ambas ríen.

—cómo se siente Johnny? te mencionó algo? —

— pensé que tu sabrías —

—no, no he podido hablar con él — Camille vuelve a recordar lo ocurrido y se remueve en su asiento debido a la incomodidad — pero en fin ya es tarde, creo que debería irme —

—ah no señorita, estás ocultando algo y quiero saberlo — dice la abogada acomodando sus lentes después de arrojarle una mirada acusadora.

—de qué hablas Jess? —