Capítulo 32

2.6K 147 20
                                    

-Que mañana vuelvas. -declaró, sonriendo con ternura.

-No seas tonto, claro que volveré, Lee. -reí, colocándome de pie.

-Eso no es todo.. -susurró audible, curveando sus labios en una sonrisa.

-¿Ah no? ¿Qué más? -pregunté, frunciendo el ceño y colocando ambas manos en mi cintura.

-Bueno..es algo pequeño.. -dijo alargando la palabra "bueno" y frunciendo los labios.- Sólo que tú aceptes salir conmigo. -propuso, sonando tan natural al hablar, como si estuviese diciendo cualquier cosa.- Claro, cuando yo pueda ponerme de pie y dejar de ser un inútil. -se encogió de hombros.

¿Acaba de proponerme oficialmente salir con él? Oh dios, he estado esperando tanto por esto. Pero era muy pronto, ¿no? Digo, apenas ayer terminé con Shawn. Nada fácil, por cierto.
Difícil decisión.
No es que no quiera salir con Matthew, ¡me muero por ello!

-Oh, que directo. -dije, dejando escapar una risita nerviosa.- No sé, Matt. ¿No crees que debamos esperar un poco? -pregunté, arrugando con suavidad mi nariz.

-¿Por qué habríamos de hacerlo? Me refiero a que yo quiero salir contigo y tú..¿tú quieres salir conmigo? -alzó ambas cejas en mi dirección. Apreté los labios, encogiéndome de hombros.

-Tal vez.

-¿Eso significa un: "Si, Matthew, me muero por salir contigo"? -preguntó, imitando pésimamente mi voz. Rodee los ojos.

-Yo no sueno así. -me quejé.

-Si, claro que si. -dijo burlonamente, riendo.

-No, y punto. -me crucé de brazos, fingiendo estar molesta.- No te lanzo una almohada sólo por no lastimarte. -le saqué la lengua.

-Yo también te quiero, linda. -dijo entre risas.

-Ja ja. -reí sarcásticamente, rodando los ojos.

-Entonces, ¿lo tomo como un simple "si"? -cuestionó, sonriéndome. Dí un hondo y pesado suspiro, asintiendo.

-No me queda de otra. -bromee, haciendo una mueca. Matt entrecerró sus ojos, alzando su ceja izquierda. Solté una carcajada.- Ya, bromeo. Si quiero. -admití.

-Entonces no veo la razón por la cual debamos esperar. -dijo, esbozando una pequeña sonrisa.- Pero, claro..si tú quieres esperar un poco, yo lo entenderé. -hizo una mueca, encogiéndose de hombros.

-Ah, bueno..no lo sé. -apreté los labios, luciendo algo pensativa sobre el tema. Matt me sonrió de la manera más dulce y comprensiva que puede haber.

-Tranquila, no quiero apresurarte, linda. Sólo..piénsalo, ¿si? -pidió.

-Claro, lo haré. -susurré, asintiendo un par de veces.- Bueno, creo que ya debo irme. Te veo mañana, lo prometo. -declaré, para después dejar un beso sobre su mejilla. Él quedó boquiabierto y frunció el ceño.

-¿Sólo un beso en la mejilla? -se quejó. Solté una sonora carcajada.

-Adiós, Lee. -sacudí mi mano en forma de despedida y salí de la habitación.

Bajé escalera por escalera, tomándome el tiempo necesario. Al llegar abajo, la señora Espinosa estaba en el living, el control remoto en su mano y el televisor encendido. Me acerqué a ella, brindándole una suave sonrisita.

-Adiós, señora. Mañana volveré a visitar a Matt de nuevo. -avisé, con una amplia sonrisa. Ella rió suavemente y asintio.

-Por supuesto, cariño. Vuelve las veces que quieras. -dijo, sonriendo con amabilidad.

-Si hay algo que necesite, sólo llámeme. -ofrecí.

-Oh, no, linda. Ya haz hecho demasiado. -dijo.

-No se preocupe, yo lo hago con gusto. -dije, sonriéndole.

-Gracias, cielo. -sonrió.

-No hay problema.

La señora Espinosa me dio de nuevo un abrazo, ella era tan linda y dulce. Besó mi mejilla y me acompañó hasta la puerta, despidiéndose y agradeciendo de nuevo.
A pasos rápidos y agigantados llegue a casa, aunque pase el día completo tumbada en la cama me sentía cansada. Cosas mías.
Abrí la puerta, cerrándola tras de mi y arrastrando mis pies hasta el living, donde parecía estar alguien. Cuando mi vista se hizo visible a ese punto de la casa, pude notar que se trataba de Grayson y mamá mirando el televisor.
Específicamente un noticiero por la noche. Lo único que logré oír fue que hablaban algo sobre un accidente de auto de un chico, y que este se encontraba grave, pero después de eso la nota terminó.

-Hola, llegué. -dije, de la forma más perezosa posible. Grayson tomó el control remoto con rapidez y apagó el televisor de golpe.

-Hola, enana. -dijo, soltando una risita nerviosa. Fruncí el ceño ante su extraña reacción, pero no le di importancia. Digo, estamos hablando de Grayson, así es él todo el tiempo.

-Hola, cariño. ¿Cómo está todo? -cuestionó, dando leves golpecitos con su mano al lugar vacío junto a ella en el sofá, indicando que me sentara. Y lo hice, dejándome caer cual saco de patatas.

-Bien, deje a Matt con su madre. Parece que se encuentra mejor. -dije, encogiéndome de hombros. Bajé mi cabeza hasta apoyarla en el regazo de mi madre, ella comenzó a jugar y acariciar mi cabello.

-¿Y tú? ¿Cómo te encuentras con lo de..Shawn? -preguntó. Di un profundo suspiro.

-Estoy bien. -dije harta del tema.- No se preocupen más por mi. Me encuentro mejor ahora que lo sabe.. -me encogí de hombros.

-Que bien, cariño. -dijo mamá. Díganme loca pero sentía que algo andaba mal aquí, ambos me hablaban en un tono tan extraño, además lucían preocupados y nerviosos. Al

-Si, ahora sólo quiero dormir un poco. -anuncié, bostezando. Extendí mis brazos hacia Grayson, haciendo la carita de cachorro.- ¿Me llevarías a mi habitación, hermanito? -pregunté, en el tono de voz de una pequeñita. Gray rodó los ojos con un poco de enfado, dando un pesado suspiro y asintiendo casi obligado.

-Bien. -dijo, poniéndose de pie y tomándome entre sus brazos.

-Por eso te quiero, eres mi hermano favorito. -dije. Él soltó una sonora carcajada.

-Si, claro. Cuando te conviene, _____. -dijo Gray.

-Hasta mañana, mami. -dije, antes de que Grayson comenzará a subir las escaleras conmigo en sus brazos.

-Que descanses, mi cielo. -dijo mamá, con la típica dulzura en su voz que tanto amaba.
{...}

Al día siguiente debía volver a el colegio. Desearia ni tener que hacerlo, la pereza me vence en estos momentos.
Arrastrando mis pies logré llegar a la ducha. Llevé a cabo mi habitual rutina, arreglarme, desayunar y tomar el camino a el colegio.

Una vez en este, me dirigí hasta mi casillero, tomando los libros que necesitaría hoy.

-Hey, ______. -oí una voz llamándome detrás de mi. Me giré y ahí estaba el chico de ojos azules, sonriéndome y agitando su mano en forma de saludo, mientras recorría el corto camino que nos separaba. Me tomó entre sus brazos una vez que ya se encontraba frente a mi.

-Hola, Haass. -reí, abrazándolo también.

-¿Cómo estuvo tu día ayer con Matthew? -cuestionó, codeándome con suavidad y meneando las cejas arriba y abajo. Reí.

-Perfectamente bien. -dije, sonriendo ampliamente. Hayes comenzó a hacer el típico "uh", riendo.

-Matt y _____ -dijo en tono burlón, lo cual no me molestaba, sólo reía ampliamente.

Nuestra mañana transcurrió, pasando clase por clase, hasta que llego la hora del almuerzo. Esta vez nos sentamos con Carter, Nash, Ethan y Grayson.
Era extraño, pues podía sentir cierta tensión entre el grupo de chicos, lo cual me preocupaba. Todos charlaban y reían unas cuantas veces, pero aún así no sentía el ambiente al cual normalmente estoy acostumbrada.

Waiting for this love » Matt EspinosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora