• Capítulo 30 (final) •

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   Sábado 14 de marzo del 2020. Jisoo está en la clínica, en la sala donde están los archiveros, guardando la carpeta del paciente atendido la noche anterior. Era una mujer de apellido Kim, así que abre uno de los archiveros de ese apellido, busca el sector correcto para colocarlo y lo desliza adentro.

   En ese mismo movimiento, ve la carpeta con el nombre de Tae. Un mes atrás, le dió a él esa carpeta, y también la de Seokjin, y al otro día se enteró por boca de Jimin que si uno de esos archivos llegara a faltar sería el peor dolor de cabeza para Namjoon, y Jungkook la miró fijo, porque él la vió llevarse aquellas carpetas. Ella tenía que devolverlas a su lugar antes de que Jimin se de cuenta, así que ese mismo día, con toda la discreción del mundo, volvió a la casa de su ex-novio para pedírselas de regreso.

   Mientras golpeaba su puerta, estaba aún muy avergonzada por todo lo que le confesó el día anterior en aquella carta, ella imaginaba que el peliazul debía estar odiándola. Pero contra todo pronóstico, Tae le sonrió y le dio el abrazo más lindo del mundo apenas abrió la puerta. Sonríe, recordando el momento.

   Camina de regreso a la habitación de al lado, ya con las manos vacías. Jungkook está ahí, de pie junto a la otra puerta, despidiendo al paciente que acaba de mapear.

–Por favor, ahora golpee en aquella puerta, y el doctor le atenderá para realizar el último paso. Muchas gracias –Dice amablemente al hombre. Luego cierra la puerta.

–Qué bueno que ya no haces aquel chiste tonto de “Lo veré esta noche señor, pero usted no me verá a mí, ja ja ja ja ja, porque usted estará dormido, ja ja ja” –Dice la chica, agravando su voz para imitar al técnico.

–Es un chiste que no envejece, vas a seguir escuchándolo –Se mofa el menor, sentándose frente a los papeles que debe ordenar–. Oye, tengo buenas noticias, el segundo paciente de hoy canceló su turno, y el que acaba de irse tenía muy poco contenido qué mapear, así que terminaremos el trabajo de esta noche antes de que puedas decir Jungkookie es genial y yo soy una babosa.

–Jungkookie es genial y yo soy una... ¡Oye! –Jisoo estaba repitiendo por inercia lo que dijo el técnico. Este se ríe mirando la cara de fastidio de ella.

   La cadete niega con la cabeza, y se sienta junto a Jungkook, comenzando a darle el mantenimiento de rutina a los aparatos que deben usar en la noche.

–Me agrada verte de buen humor otra vez, Kook –Sonríe un poco ella, sin dejar de trabajar, y susurra la siguiente parte–. Sé que fue difícil para ti dejar ir a Jimin.

   El pelinegro suspira, mientras sigue organizando los papeles frente a él.

–No fue nada fácil, nuna. Él en serio me gustaba mucho –Murmura, haciendo una mueca.

–Y aún te gusta.

–Mmm... Sí, pero se lo ve tan feliz con Namjoon-hyong que no deseo para nada que las cosas sean como antes –Sonríe cálidamente–. Su felicidad es lo que importa.

–Te entiendo tanto. A mí también, me costó mucho dejar ir a Taehyung, pero entendí que era la mejor opción. Estoy segura de que Seokjin lo hace mega feliz, y si Tae es feliz yo lo soy.

   Jungkook se siente aliviado de que la cadete haya tomado esa decisión. Está orgulloso de ella.

   De repente, deja de trabajar, y se gira a mirar a la chica.

–Nuna, acabo de darme cuenta de algo –La cadete deja de trabajar y se gira también a mirarlo–. Ahora ambos estamos solteros. Bueno, lo que yo tenía con Jimin-hyong no era un noviazgo, pero en fin... ¿No deberíamos...?

   Jungkook deja esa frase incompleta, y comienza a señalar entre los dos, como dando a entender que quizás deberían salir juntos ahora que ninguno tiene pareja.

Eternal Sunshine Of The Spotless Mind (Jintae fanfic) EN ESPAÑOLWhere stories live. Discover now