• Capítulo 18 •

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   Jin está sentado cómodamente en su sofá. Un platón lleno de frituras en su regazo, y el hombre que ama recostando su anaranjada cabeza en su hombro. Están viendo uno de sus animés favoritos por tercera vez.

   El hombre deja de prestar atención a la pantalla, y mira a su alrededor. La sensación de déjà vu le hace saber que el procedimiento está realizándose otra vez.

–No funcionó, Taehyunggie –Murmura el castaño, mirando a su alrededor.

–¿Qué cosa? –El menor está distraído por el programa. Es uno de sus capítulos favoritos.

–El plan, Tae. El plan –Dice exasperado, tratando de capturar la atención del menor.

–¡Oh! Cierto –El pelinaranja se tapa el rostro con una mano, y se gira a mirarlo–. Lo siento. Se me olvida que esto es tu cabeza.

   El mayor se inclina sobre él, y le deja unos besitos rápidos en la mejilla.

–Perdón, bebé. No quise hablarte así –Se disculpa, y le deja un besito más.

   Seokjin no quiso ser así de grosero, está un poco nervioso. Porque no funcionó llevar a Tae a un recuerdo donde no pertenezca, igual lograron encontrarlos y llevarlos a ambos de nuevo a la línea de recuerdos registrados. Parecía que esa era la solución, pero no fue así.

   El televisor desaparece, y Seokjin se pone de pie. Toma la mano de Taehyung, y se lo lleva en el sentido opuesto.

–Hyong, ¿Adónde vamos? –Pregunta el pelinaranja mientras es arrastrado.

–Adonde sea, pero lejos de aquí. Todo está desapareciendo –Declara el castaño, saliendo por la puerta.

   Al otro lado, hay un lugar totalmente diferente. Es como un salón gigantesco, rodeado por la misma oscuridad. Por todas partes hay unas burbujas flotando, y cada una de ellas muestra un recuerdo de él y Taehyung.

   Hay una burbuja que muestra el día de su primer aniversario, cuando fueron juntos a playa Dongmak en donde se conocieron para celebrar. Otra donde están paseando a Tannie juntos, otra en la que el menor abraza a un sollozante Yoongi el día que les contó de su divorcio, y junto a esa burbuja hay otra donde fueron a cenar con la (hasta entonces) feliz pareja, otra en la que están jugando videojuegos, además de varias discusiones, cada una adherida a una ardiente reconciliación.

   Seokjin mira detenidamente cada recuerdo sin soltar la mano de Tae, buscando uno en el que esté el doctor Namjoon. Quizás hablar con él de nuevo sea en vano, pero ahora está desesperado y no se le ocurre otra cosa.

–¡Mira! –Exclama Tae, señalando a una burbuja donde están en un bus–. Ahí íbamos a ver a mis abuelitos en Daegu, ¿Recuerdas? Aw, vamos allá Jinnie. Hace mucho que no voy a su casa, los extraño –Tae intenta arrastrar a Jin a ese recuerdo, pero el castaño no se deja llevar, y sigue buscando con la vista.

   Jin se da cuenta de que no puede encontrar esa memoria con el doctor, porque fue una de las primeras en ser borrada.

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–Volvió a desaparecer. El recuerdo estaba a medio borrar –Chista Namjoon–. Es bien escurridizo este tipo.

–¿Alguna vez tuviste que enfrentar un caso así? –Pregunta Jimin, recostado contra una pared, y tratando de disimular su ebriedad.

–¿Un caso de alguien que lucha contra el procedimiento? –Se gira a ver un segundo al rubio, y vuelve a mirar los monitores–. Pues... Sí.

–¿Y cómo fue?

   El doctor lo mira un segundo en silencio, y vuelve a mirar las pantallas. De repente el rubio abre grande sus ojos, y se cubre la boca con ambas manos.

–Perdón, estás trabajando, tratando de resolver esto, y yo no paro de hablar. Discúlpame.

–No te disculpes –Sonríe amablemente el doctor, mirándolo. Jimin le devuelve la sonrisa de forma tímida, y sin desviar la vista.

   Jungkook carraspea incómodamente entonces. Jimin y Namjoon lo miran un segundo, y vuelven cada uno a lo suyo en silencio.

–Jungkookie, ven un momento por favor –Pide Namjoon.

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–¿Te fijaste si en esta parte de la pantalla apareció algún recuadro blanco de información? –Es la voz de Namjoon, viniendo de alguna parte. Jin mira hacia arriba.

   ¿Será que él está en su departamento?

   Gracias a eso, el recuerdo que buscaba se reactiva a lo lejos. Sin soltar la mano de Tae, corre hacia esa burbuja.

   Aparecen ambos en la clínica, pero esta se ve distinta, como si solo hubiera secciones de las paredes. Namjoon y Jungkook están ahí, pero sus caras están borrosas.

–Dfksdjtiendo que viste una de nuestras tarjetas. En efecto, Taehyung vino hace unas semanas sdsgwsdksnsmpuedo responder a todas las preguntas que quieras.

   La voz del doctor se escucha distorsionada, y él está... ¿Barriendo hojas? Sí, hay una pila de hojas secas en medio del lugar. Un viento sopla de repente, y hace que las hojas vuelvan a estar desparramadas por todos lados.

–Okay Seokjin-ssi, ahora voy a mostrarte los objetdkfgshsdsncéntrate en las memorias que te genera cada objeto, y nosotdgkgfshdmsdfsnfksta los más viejos y débiles, y así podremos borrarlos en órden.

   La voz de Jungkook también se escucha distorsionada, como si estuviera adentro de una caja. Tiene la bolsa negra con recuerdos enfrente de él. La abre y busca adentro.

–¡AAAHHHHH! HYONG, ¿PUEDES DARME UNA MANO AQUÍ? –Grita Tae a espaldas de Seokjin.

   El castaño se voltea alarmado, y ve a su novio con una cara de espanto, rodeado de unos robots que le llegan a la cintura, y otros tantos pequeñitos. Todos ellos moviéndose lento hacia el pelinaranja, arrinconándolo.

   Su primera reacción es ir corriendo y derribarlos a patadas. Taehyung también los ataca, hasta que el suelo está cubierto de los robots inmóviles.

–¡Hyong, seguimos en tu jodida cabeza, por Dios! –Exclama el menor, con la respiración agitada por el susto y el esfuerzo–. ¿Por qué no los hiciste desaparecer?

–¡No me grites! Entré en pánico, ¿Okay? Fue lo primero que se me ocurrió hacer –Se defiende el castaño.

   Tae se cubre el rostro con ambas manos, y suspira pesadamente. Luego, se acerca a Jin y le rodea la cintura con los brazos, a la vez que deja muchos besos ruidosos en su mejilla.

–Perdón –Beso–. Me asusté, perdón –Otro beso–. Me defendiste, y yo aquí gritándote.

–Yo también te grité, no asumas toda la culpa, Voo –El castaño le rodea los hombros, y apoya su cabeza allí.

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   Luego de un momento más buscando, el doctor logra encontrar el centro de conciencia. Abre el recuerdo en un cuadro.

   Jungkook ve los puntos verdes en la pantalla. El recuerdo le parece familiar, así que va a revisar la carpeta con los papeles del mapeo.

–Ese es un recuerdo que ya borramos hace rato –Jungkook mira a Namjoon con una cara de confusión.

–Parece que este chico quiere jugar –Dice el doctor, llevándose una vez más esa escurridiza nebulosa gris a su sitio original–. De acuerdo. Juguemos.

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Eternal Sunshine Of The Spotless Mind (Jintae fanfic) EN ESPAÑOLWhere stories live. Discover now