• Capítulo 12 •

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   Ha comenzado a llover de nuevo, es pasada la medianoche en el cuarto de Jin. Como los recuerdos se borran casi automáticamente en esta parte del procedimiento, no hay mucho qué hacer, así que Jungkook está sentado en el regazo de Jimin, desafiándolo con un nivel (según él) imposible de superar en un juego de su celular.

   Jisoo estuvo toda la tarde de pie, llevando las tarjetas de aviso a familiares y amistades de la última paciente. Era una mujer popular, porque terminó de entregarlas todas como a las 7 pm. Normalmente su horario de la tarde termina antes de las 4 pm, asique siempre tiene tiempo de ir a su casa y recuperar horas de sueño antes de ir a hacer los procedimientos con Jungkook, pero hoy no fue el caso. Apenas tuvo tiempo de volver a casa, darse un baño, jugar un poco con su perrito Dalgom, y luego se hizo su hora de trabajar otra vez.

   La chica se levanta de su silla y va a recostarse junto a Seokjin para descansar sus piernas.

–Chicos, pregúntenme que si estoy cansada –Pide, mirándolos.

   Los dos apartan la vista del celular y miran a la cadete.

–¿Estás cansada, nuna? –Pregunta Jimin.

–¡Sí! Sí estoy cansada –Jisoo pucherea un poco, luego suspira y sonríe–. Gracias, necesitaba desahogarme.

   Los muchachos se ríen. Jimin vuelve a mirar la pantalla del celular, pero Jungkook sigue mirando a la chica, con la espalda apoyada en el respaldo de la cama, junto al ex-novio de su actual novio.

–¿No te sientes... Algo incómoda estando recostada junto a Seokjin? –Pregunta el pelinegro.

   Jisoo da un vistazo al hombre profundamente dormido, con el titilante casco en la cabeza.

–Sí, pero estoy demasiado cansada, así que no voy a levantarme de aquí.

–¿Y por qué debería estar incómoda? –Pregunta Jimin con curiosidad.

–Nuna, ¿Puedo contarle el chisme a Jimin-hyong? –Dice el menor.

–Sí, sí, claro –Autoriza la chica, demasiado agotada para importarle.

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   Es una tarde lluviosa de verano, Seokjin está en la casa de Tae.

   El clima lluvioso le produce dolor de rodillas a Jin, así que el pelirrojo lo hizo recostarse en el sofá, y ahora está sentado a su lado, frotándole un ungüento que tiene para dolores de huesos. Jin vuelve a enternecerse con este momento, no solo por el ungüento en sí, sino también porque el hombre debería estar ahora en su estudio, terminando la canción que le pidieron para un comercial de una marca nueva de chocolates.

   En la lista de prioridades del menor, su novio estaba siempre en el número uno. Seokjin desearía parar el proceso ahora mismo... No quiere olvidar esto.

–Cariño –Llama el castaño.

   Taehyung alza la vista en silencio, para hacerle ver a su novio que lo está escuchando, sin dejar de frotarle las rodillas.

–¿Te acuerdas sobre qué fue nuestra última discusión?

   Él no quiere hablar sobre sus peleas, pero no puede dejar de pensar en lo que pasó en el recuerdo anterior. Se supone que las memorias se van borrando desde la más nueva y hacia atrás, pero aún así Taehyung recordó cosas que aún no pasaron en ese momento.

–Nuestra última discusión... Uhm... –Tae mira al suelo, sin dejar de masajear las rodillas de Seokjin–. Ya. Fue porque te desmayaste en tu trabajo y no me avisaste.

   Pasó otra vez. Recordó algo que todavía no ocurre. Es... Es imposible.

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   Jisoo sigue recostada junto a Seokjin. Baja los pies al suelo, dándole la espalda al hombre, y se queda mirando su conversación de WhatsApp con Taehyung.

   Está preocupada, porque no sabe de su novio desde ayer. Lo llevó a dormir a su casa porque le dijo que no estaba pudiendo descansar bien en la noche, por unos sueños muy raros que estaba teniendo. Cuando despertó al otro día, el chico ya se había ido.

   No se preocupó entonces, porque sabía que el peliazul tenía dos eventos por cubrir para la revista esa tarde. Pero ahora, notando que el hombre no ha respondido ninguno de sus mensajes del día, no puede evitar ponerse inquieta.

   Su dedo gira encima del botón para iniciar una llamada, pero decide que en vez de eso va a enviar un audio.

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–Hola cariño... Ammm... Estoy preocupada porque no me has respondido los mensajes. ¿Está todo bien? –Jin reconoce la lejana voz de Jisoo. Se pone de pie rápido, y mira hacia todos lados, tratando de oír mejor.

   Uno de los muebles en la sala de Tae comienza a desaparecer despacio. Él ya se dio cuenta que los recuerdos van tardando un poco más en ser borrados, a medida que se hacen más antiguos.

–Jinnie, vuelve aquí –Regaña el pelirrojo–. La crema no va a hacer efecto si no relajas tus piernas.

–No importa, igual todo esto va a desaparecer –Dice el castaño distraídamente, aún caminando por la sala para oír mejor la voz de Jisoo.

–¿Cómo que va a desaparecer? –Tae está confundido, siguiendo al mayor con la vista.

–¡Shhh! Estamos en mi cabeza, Tae. Te estoy borrando de mi memoria –Suelta, sin darse cuenta de que ha dejado al menor con la boca abierta.

–Porfa, respóndeme en cuanto escuches este audio, Voo. Espero tu mensaje.

   Voo...

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–¿Voo? ¿Qué apodo es ese? –Pregunta Taehyung riendo.

   Están en una feria a las afueras de Seúl, comiendo palomitas y paseando entre los puestos y atracciones. Llevan como un mes teniendo citas, y ahora acaban de hacer oficial su relación. Sucedió mientras estaban en lo más alto de la rueda de la fortuna, se bajaron de la atracción siendo novios oficialmente.

–No sé, es como una mezcla entre boo-boo y Vante –Responde Jin, sonriéndole al peliverde–. Y tú eres ambos, eres Vante y eres mi boo-boo. ¡Es el apodo perfecto!

   Taehyung sonríe, y toma la mano del castaño. Jin está tan feliz y ensimismado en el recuerdo, que no nota que nada está desapareciendo ahora.

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   Jisoo se levanta de la cama de Jin, enfilando hacia la mochila de Jimin. Las papitas que mencionó suenan muy bien ahora.

   Da un vistazo rápido a la pantalla del monitor, y nota algo raro... La imagen debería ser el cerebro de Jin, y las pequeñas luces verdes extinguiéndose lentamente en distintos puntos. Pero en vez de eso, el monitor muestra una imagen congelada.

   Lo que es peor: El centro de conciencia (que es una mancha nebulosa de color gris, en donde está el paciente soñando los recuerdos) ha desaparecido.

–Kook, tenemos un problema... Ya no está ahí –Dice la chica, mirando la pantalla fijamente.

–¿Cómo que ya no está ahí? –El técnico deja su celular, y se levanta del regazo de Jimin.

–Eso Jungkook, que él ya no está. Desapareció del mapa.

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Eternal Sunshine Of The Spotless Mind (Jintae fanfic) EN ESPAÑOLWhere stories live. Discover now