• Capítulo 08 •

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   La furgoneta de la clínica se detiene frente al edificio donde vive Seokjin.

–Es el tercer piso, ¿Verdad? –Dice la cadete de la clínica, quien trabaja allí hace apenas tres meses.

–Creo que sí. Voy a confirmarlo con Jimin.

   Jungkook saca su celular y abre su conversación de WhatsApp con el rubio. Desliza el dedo para grabar un audio.

–Hyong, ¿Aún no te vas de la clínica? Jisoo-nuna y yo necesitamos confirmación de que el paciente de hoy vive en el tercer piso del edificio. ¿Puedes revisar y avisarnos? Gracias bebé –Y el audio es enviado. Jisoo hace un sonido de molestia.

–Antes me sentía empalagada viendo cómo se comportan ustedes dos –Se ríe–. Pero ahora tengo un novio, y los puedo entender perfectamente.

–Aún no puedo creer que hayas encontrado a alguien que te soporta, nuna –Bromea el pelinegro–. ¿Cómo diste con él?

–Puse un anuncio. Decía “Por favor, que alguien sea mi novio para que Jungkook deje de fastidiarme. Gracias” –Dice ella, siguiendo la broma.

–Bueno no te funcionó, porque con novio y todo sigo fastidiándote –Se mofa el menor.

   La respuesta de Jimin llega al teléfono del pelinegro, en un nuevo audio.

   Sí, es el tercer piso”

   El audio es corto, Jimin está grabando otro, que llega unos segundos después.

   “La dirección es a unas calles de mi casa, quizás vaya para allá un rato a ayudar, o no sé”

   Jisoo sabe que ese “ayudar o no sé” se traduce en él y Jungkook comiéndose a besos durante la parte ligera del proceso, mientras ella se queda como el mal tercio, vigilando las pantallas y tratando de no sentirse tan soltera.

   Pero ahora la chica tiene novio, así que no va a sentirse soltera, solo va a extrañarlo mucho.

–De acuerdo, Jiminnie. Te enviaré un mensaje para avisarte cuando ya tengamos todo instalado. ¡Bye! –Y así, Jungkook sale de WhatsApp.

   Los chicos se entretienen en sus celulares hasta que sean las 9:30. Esperar esa media hora extra después de que el paciente toma la píldora es una medida protocolar que deben cumplir, para asegurarse que este no va a despertarse con todo el zamarreo y el ruido de maquinaria a su alrededor. El cielo se ilumina de a momentos por los relámpagos que anuncian lluvia en cualquier momento.

   A las 9:30 pm, Jisoo y Jungkook salen de la furgoneta, abren las puertas traseras del vehículo, y comienzan a cargar todo el cablerío y demás menesteres para realizar el trabajo. Son varias cosas, pero siempre se las arreglan para llevarlo todo entre los dos en un solo viaje.

  Justo cuando ingresan a la recepción del edificio, el cielo se cae.

–Nos salvamos –Ríe Jisoo, mirando por la ventana la lluvia torrencial, y Jungkook asiente.

   Suben las escaleras, y llegan al departamento indicado por el mismo Jin. Jisoo deja las cosas que trae en el suelo, para poder meter la llave en la cerradura. Una vez que consiguen acceso, meten todo el material y vuelven a cerrar la puerta.

   Encuentran a Jin desvanecido en su habitación, la mitad de su cuerpo desplomada sobre su cama y la otra mitad en el suelo. Está sosteniendo su celular en la mano derecha, peligrosamente cerca del borde de la cama.

   Jungkook arrastra al hombre, lo acuesta en su cama y le coloca el casco, alineando cuidadosamente las luces azules con los puntitos en sus sienes. Mientras tanto, Jisoo no pierde el tiempo y coloca la mesita de la sala junto a la cama de Jin, para poner allí el monitor y los otros aparatos. Comienza a instalar cada cable en su lugar correspondiente, seis de ellos son los que unen el aparato de borrado con el casco. Es un proceso que en su primera semana le llevaba casi cuarenta minutos, y que ahora con los meses de entrenamiento se redujo a unos diez o quince minutos.

Eternal Sunshine Of The Spotless Mind (Jintae fanfic) EN ESPAÑOLWhere stories live. Discover now