• Capítulo 01 •

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   La puerta de un vehículo, cerrándose ruidosamente en la calle, despierta a Seokjin de un sueño profundo y pesado. Su cabeza está aturdida, y él no recuerda absolutamente nada de lo que sucedió antes de dormirse. Con mucho esfuerzo abre sus ojos, y ve por la ventana gotas cayendo desde el techo hasta el borde de la misma. Anoche llovió.

   Se apoya en sus brazos, y se sienta, aún con la manta tapándole las piernas. En ese movimiento siente un pequeño dolor en la cara interna de su codo derecho, el sector de donde se toman muestras de sangre. De hecho, extrañamente el dolor es igual al del pinchazo de una aguja.

   Jin nota entonces las mangas de su pijama a cuadros azules, y hace un gesto de confusión.

   Él recuerda que ese pijama estaba entre la ropa para lavar desde hace días, ¿Cómo podía ser eso posible?

   ¿Acaso lo tomó del cesto y se lo puso así, sin más? Eso sería asqueroso de su parte. Lo olfatea... Huele bien, como recién lavado.

   Su olfato es nuevamente golpeado. Ese olor es... ¿Gimbap? No, hace días que Jin no come gimbap, el olor debe venir de alguno de los departamentos cercanos al suyo. Es la única respuesta lógica.

   Pone sus pies en el alfombrado suelo de su cuarto, se estira en todas direcciones, y va a prepararse para ir a trabajar a la oficina. Es 14 de febrero, están en las últimas instancias del invierno, pero hoy en particular no hace tanto frío, asique su traje de oficina le provee del calor suficiente. Una extraña sensación que le resulta imposible identificar se instala repentinamente en su pecho. Jin se esfuerza por darle un sentido a aquella sensación, mientras desciende las escaleras hasta la planta baja del edificio.

   Ya en el estacionamiento se lleva una sorpresa desagradable. Su automóvil tiene unos profundos rasguños del tamaño de un brazo, y restos de pintura roja. Y junto al mismo, ¡Qué casualidad! Hay un auto rojo estacionado.

–Idiota –Refunfuña en voz baja, y anota en su celular la matrícula del auto rojo. Él no va a dejar que las cosas queden así.

   Debido a este altercado, decide dejar su automóvil, y caminar con su maletín en la mano hasta la estación de trenes que queda a cinco calles de su domicilio. El aire está algo húmedo por la lluvia de anoche, así que busca su cubrebocas en su bolsillo y se lo coloca. Su caminata es rápida, está acostumbrado a la presión del tiempo y la puntualidad.

   Aquella sensación extraña sigue dentro suyo. Se siente... Como si tuviera algo pendiente, algo muy importante qué hacer. La sensación no se detiene, lo acompaña todo el tiempo hasta que llega a la estación. Revisa en la grilla cuánto falta para que llegue el tren que lo debe llevar desde Seúl hasta su trabajo en la ciudad de Songpa. Una voz femenina en los parlantes del lugar suena de pronto.

   Atención: El tren con destino a Incheon va a salir en un momento del andén número dos. Reiteramos: El tren con destino a Incheon va a salir en un momento del andén número dos. Que tengan buen día”

   Jin se queda mirando la grilla un momento más, y de repente... Sale disparado, comienza a correr hacia ese tren que está a punto de salir de la estación. Llega al mismo justo antes de que las puertas se cierren, y logra atravesarlas sin más.

   ¿Por qué hizo eso? Él no es bajo ningún aspecto una persona impulsiva, y ahora mismo acaba de subirse a un tren que lo está llevando a Incheon, una ciudad en el sentido opuesto a donde debería haber ido. Rápidamente encuentra un asiento en uno de los vagones, se sienta y saca su celular de su bolsillo. Debe pensar en una excusa, un motivo por el cual haber faltado al trabajo por primera vez en la historia.

Buenos días, Nayeon-sombe. Lo lamento mucho, pero no voy a poder ir a trabajar hoy. En verdad me siento muy mal, y me dirijo al consultorio médico ahora mismo. Por favor, envíame los informes del día en cuanto los tengas, y yo los revisaré desde casa”

   La respuesta de su supervisora llega unos cuantos minutos después.

   Buen día, Seokjin-ssi. No hay problema, los informes pueden esperar. Por favor quita esa preocupación de tu cabeza, lo más importante en este momento es tu salud. Espero que te recuperes de tu malestar”

   En su pecho continúa aleteando aquella sensación tan rara de tener un asunto pendiente. La misma sensación que lo llevó a realizar el primer acto de impulsividad que recuerda haber hecho. Cierra sus ojos y continúa esforzándose por dar con ese dato que evidentemente se escapó de su cabeza.

   Como una hora y media después, el tren llega a la última parada de la ciudad de Incheon. Seokjin se baja, sale de la estación, y luego de un rápido vistazo al entorno, logra divisar y reconocer a la distancia un lugar específico: la playa Dongmak.

   Camina con pasos tranquilos, hasta que finalmente llega a la inhabitada playa. Aproximadamente dos años atrás su amigo Yoongi se casó allí con aquella chica que lo tenía loco de amor. Su querido amigo se veía tan feliz ese día.

   Jin mira a su alrededor, recordando dónde estaban las mesas con comida, el asilo que llevaba al altar, la gente bailando... Es un recuerdo bonito.

   En ese momento tan feliz, nadie se imaginaba que, en sólo un año, aquella mujer se convertiría de un adorable ángel en una arpía despiadada, que le iba a quitar a Yoongi todas sus pertenencias, hasta dejarlo prácticamente en la calle. Luego del divorcio, y con ayuda de un abogado muy persuasivo, ella se llevó la vida entera de su amigo. Él y Hoseok fueron su apoyo en aquella negra etapa de su vida, Hoseok le ofreció ir a vivir con él en lo que ahorra el dinero suficiente para pagar otro departamento en las afueras de Seúl. Yoongi continúa ahorrando, pero en la actualidad se lo ve de mucho mejor ánimo, y eso tranquiliza enormemente a Jin.

   Caminando un poco más... Sí, lo recuerda, había una bonita casa de madera construida en esa playa, cerca de un risco. Se ve exactamente igual a como la recuerda, y exactamente igual a la última vez, tiene muchísimas ganas de verla de cerca, así que camina hacia ella.

   Pero se detiene. Hay un chico de cabello azul claro saliendo de la casa. Se supone que está abandonada desde hace años, ¿Qué hace ese muchacho ahí?

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Eternal Sunshine Of The Spotless Mind (Jintae fanfic) EN ESPAÑOLDove le storie prendono vita. Scoprilo ora