Capítulo 35 [Maratón 2/3]

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(...)
Antes de hundirme en la oscuridad para siempre.

POV. Christian

Cogí a la pequeña niña entre mis brazos antes de que su menudo cuerpo tocase el suelo de madera. Vi cómo el... De su padre miraba horrorizado sus manos mientras la luz en los ojos de la pequeña se desvanecía del todo. Ignoré el echo de que estaba hambriento y rodeado de sangre para tratar de reanimarla pero el cuchillo de plata estaba hundido hasta el mango en su joven pecho. Las lágrimas se agolparon en mis ojos al conprender lo sucedido. Aquel cuchillo iba dirigido a mi pecho. La niña se había interpuesto entre ambos. Me había salvado la vida y yo no había podido salvarla a ella. Levanté la cabeza con brusquedad, sobresaltando al desgraciado que decía ser el padre de quien me había salvado la vida. Me abalancé sobre él y le mordí el cuello sin ningún tipo de cuidado, comenzando a tragar la sangre humana que tanto había anelado los últimos días. Estaba a punto de matarlo cuando unas manos cálidas y suaves me rodearon la cintura con suavidad, quedando así el pecho de Keira pegado a mi espalda. Dejé de tragar por unos instantes, los cuales mi cuendi aprovechó para apartarme del cadáver y cogerme la cara entre sus manos de largos dedos.
- Que? Ya estas satisfecho?- me preguntó con una sonrisa radiante a pesar de lo cansada que estaba. La miré estupefacto. Ella había notado que tenía hambre y no me había juzgado por saltar así sobre el padre de Lilian. Los ojos se me aguaron y su sonrisa despareció.
- Me salvó la vida. Ella... Ella me salvó.- conseguí hablar en apenas un susurro entrecortado. Me miró con los ojos cristalizados antes de envolverme con sus cálidos brazos en otro abrazo.
- Lo se, amor, lo se.- me dijo al oído entre susurros. Me dejé llevar y capturé sus labios entre los míos, fundiéndonos en un apasionado beso de alivio, gratitud y lágrimas. No sabía por qué lloraba ella, tan solo me concentré en continuar el exótico baile que habían comenzado nuestras lenguas, en una batalla por el poder de controlar el beso. Coloqué mis manos en su cintura, pegando nuestros cuerpos más aún si aquello era posible. Hasta que ella se empezó a reir contra mis labios. Extrañado, me separé y la observé divertido.
- Que ocurre?- le pregunté aún con la sonrisa.
- Que como sigas asi, vamos a acabar acostándonos delante de dos personas que acaban de fallecer, otra moribunda, su pareja eterna y dos inconscientes.- dijo con burla. El color abandonó mi cara y corrí todo lo que pude en dirección a Leo. Se me había olvidado por completo. Con mucho cuidado, le extraje el cuchillo del estómago y le presioné la herida con una mano mientras que con la otra me sacaba y rasgaba mi camisa blanca. Le hice un torniquete alrededor del torso y lo cogí el brazos. Keira y yo solos no podíamos cargar con los cuatro cuerpos inconscientes y con el cadaver de Lilian. Pensar en ella como alguien muerto me produjo náuseas. Mi cuendi pareció darse cuenta de ello y me sonrió de manera tranquilizadora mientras me hablaba por el link.
* No te preocupes, yo la entierro. Ya estoy acostumbrada.
Noté la tristeza y la resignación en su voz y recordé por todas las cosas horribles por las que ella había pasado y me estremecí. Y ella, a pesar de todo, aún seguía en pie, soportándome a mi y todo este lío del asesino. Amanda seguía suelta, pero no creo que vuelva a por nosotros. Al menos, no de momento. Asentí, abatido, y observé algo incómodo cómo ella entraba corriendo en la que hasta hacía unos días era nuestra casa, sacaba una pala y comenzaba a cavar un agujero en el que cupiese el cuerpo de Lilian. Aparté la vista cuando mi cuendi envolvió a la niña en una sábana para luego enterrarla con todo el cuidado del mundo. Se que a ella le imponían mucho respeto los muertos. Una vez hubo acabado, me sonrió a la par que se secaba el sudor de la frente.
- Creo que debemos llamar a los chicos para que nos ayuden con Natalie, Leo, Zack y Naira.- comenté de forma casual, no tenía la sensación de que todo lo que había pasado estos últimos días fuese real. Había vuelto a ver a mi hija después de 16 largos años y ahora había estado a punto de perderla. En solo un día y medio. Keira me miró espantada.
- Natalia también?- preguntó en un pequeño grito ahogado. Fruncí el ceño mientras asentía, sin entender muy bien su reacción.
- Si, ella también.- al ver su expresión alarmada, me apresuré a seguir hablando.- Recuerda que de no haber sido por ella y por Lil...- respiré hondo antes de seguir hablando.- Lilian. De no haber sido por ellas no habríamos podido salvar a Naira.
Vi cómo en sus ojos aparecía la duda e instantes depués la compasión. Asintió lentamente. Se quedó unos momentos pensativa antes de que una sonrisa divertida apareciese en su rostro.
- Espero que a los chicos no les de un ataque al ver a Naira inconsciente...- exclamó riéndose para mi sorpresa. Entonces yo también recordé el día que nos encontramos con ellos en el hospital.

La Heredera (2#VYHLI?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora