El torneo (Inazuma Eleven-Axel Blaze)

Capitulo 2: El Tour.

-¿Y su entrenador?-Pregunto Tony mientras entrabamos a la casa de hospedaje de Inazuma Japón.

-Está en una reunión con el presidente de la AIF-Respondio una chica de cabello morado.

Como había ordenado la entrenadora, habíamos estado aquí a las diez de la mañana, y gracias al cielo que Scarlette no había venido con algún kimono.

-¿AIF?-Repetí confundida.- Ah... La asociación internacional de futbol.

Edgard alzo las cejas con burla hacia mí.

-Tengo sueño-Me excuse.

-¿Solo eso?-Pregunto Tony con una sonrisa maliciosa.

Fruncí la nariz con molestia, normalmente por estas horas de la mañana estaba mucho más distraída de costumbre, y claro, Edgard o Tony aprovechaban eso para burlarse de mí. Decidí cambiar de tema.

Me dirigí a una de las gerentes de cabello morado que Edgard había saludado muy animadamente, añadí una nota mental para molestarlo luego de que la caminata por Londres terminara.

-Entonces ¿Nos vamos?-Le pregunte a la gerente. Su cabello era morado, y sus ojos eran hermosos, podía entender que Edgard estuviera interesado en ella.

La chica suspiro con cansancio, y miro de soslayo a la puerta de la sala de estar, como si suplicara a una fuerza que los chicos entraran por ahí pronto.

-Es que los chicos aún no están listos-Dijo luego de unos segundos que me parecieron eternos.

Asentí en comprensión.

Si los chicos eran como Edgard, Tony, o alguien de los caballeros de la reina, íbamos a demorar un buen rato a que estuvieran listos. Scarlette, sin desaprovechar la oportunidad para conocer a las gerentes, inicio una animada conversación con ellas. Edgard, por su parte, estaba hablando con Tony.

Escuchaba atentamente lo que decían las gerentes, pero luego de memorizar sus nombres, la conversación me pareció monótona, y rápidamente perdí interés en sus palabras.

Aburrida, me concentre en los detalles de la sala de estar. Había cinco sofás de cuero negro, que lucían extraordinariamente cómodos. Los sofás estaban ordenados alrededor de una mesa de centro, que para mi sorpresa, era de cristal. Más allá de los sofás, estaban dos grandes estantes de madera repletos de libros. Cada estante estaba dividido en ocho filas, y los libros estaban ordenados perfectamente en esas filas. Las paredes de color crema estaban adornadas con cuadros de pintura, que por lo que pude ver, auténticos. Y, ocupando casi toda la pared de fondo, se alzaba una televisión de pantalla plana. ¿Cuánto dinero había invertido los patrocinadores del Torneo Intercultural de Futbol? Si solo la sala de estar estaba envuelta en lujos, ¿Cómo serían las otras salas?, y sin contar que habían al menos otras veinte casa de hospedaje que estarían amuebladas de manera similar. No pude evitar preguntarme como estaría adornada la casa de hospedaje de nuestra propia selección, aunque debería de esperar hasta dos días más, donde deberíamos de llevar nuestras cosas para vivir temporalmente en ella.

-¿Puedo ir a tomar un vaso de agua?-Pregunte de pronto. Estaba muriendo de sed, y sin contar que no podía estar tanto tiempo sin moverme. Necesitaba estar en movimiento, y estar parada como estatua me estaba matando.

-Oh claro, iré yo-Se ofreció amablemente una de las gerentes.

-De verdad no es molestia, uhmm..-No sabía el nombre de la chica

-Celia-Me ayudo con una sonrisa.

-Celia-Repetí sonriendo- No es molestia, de verdad.

-¿Segura?-Pregunto con desconfianza. Asentí.- Bueno, la cocina está en la segunda puerta a la derecha.