Capítulo 48

3.1K 248 45
                                    

Cheryl Blossom:

– ¿Toni? – entré al cuarto con las bolsas y lo primero que veo es mi sexy novia en ropa interior tirada en la cama.

Al parecer estaba dormida.

No puedo creer que se enojara por una estupidez, yo no hago nada con otras intenciones con mis amigas o demás personas. ¿Quién cree que soy?

Cómo sea, eso es lo de menos... No quiero que esté enojada por eso, estábamos tan bien esta mañana porque estaremos juntas y ahora todo está de un humor raro.

¿Y si la despierto y tenemos sexo? Todo se resuelve con un buen sexo... Aunque no creo que eso sea la solución.

– Verte así no me ayuda para nada, Antoniette – murmuré mirando su cuerpo. Me senté en la cama con mucho cuidado y llevé mi mano a su espalda.

Sigue con su fetiche de usar sólo tops y no brasieres.

– Tee-tee... – susurré. Fui acariciando su espalda hasta llegar a la parte baja de ésta.
Ella traía unas bragas negras de encaje.

Fue muy buena opción comprar toda su ropa interior con encaje. Se ve aún más sexy.

– No me toques – gruñó. Salté un poco del susto y dejé de tocarla. – ¿Puedes dejar de enojarte por todo? – pregunté frustrada.

Ella se sentó dejándome ver aún mejor su cuerpo.

– No le tocas los senos a alguien que no sea tu pareja, Cheryl... ¿Te gustaría que yo esté por ahí tocando a cualquier persona? – bufé y rodé los ojos.
Se ve muy linda enojada pero no soporto que esté así.

– No quiero pelear contigo... No ahora, ni nunca – dije. – No. Le. Tocas. Los. Senos. A. Otra. Persona. Que. No. Sea. Tu. Pareja – dijo mientras apretaba sus dientes. En serio está enojada.

Sus ojos me miraron con chispas y se paró de la cama.

– ¿Quieres que te los toque a ti? ¿Eso es lo que quieres? Te he dicho mil veces que no puedo ver a alguien más de forma romántica, a menos que seas tú – ya me estaba estresando.

¡Oh por dios! ¿es nuestra primera pelea?

– ¿Me amas? – pregunté de la nada. Sé que lo hace creo pero quiero escucharlo.

Ella se giró y me miró con esos lindos ojos, su rostro cambió por completo a uno relajado.
Se acercó lentamente a mí y mordió su labio inferior.

– Lo hago, te amo Cheryl – sonreí. No lo pensó dos veces y sólo lo dijo. – ¿confías en mí? – llevé mis manos a su diminuta cintura y la empujé un poco hacia mí.

–.... – no respondió. Junté mis cejas de inmediato. ¿Acaso no confía en mí? – ¿Confías en mí? – volví a preguntar.
Me estaba rompiendo lentamente.

– Confío en que me amas y que quieres que esté a tu lado pero... Pero no confío en que hayas cambiado – dijo lentamente.

– No entiendo, ¿a que te refieres? – estaba confundida. – No te lo dije antes pero... Umm muchas chicas se me acercan sólo para hablar de lo buena que era su mommy en la cama, ¿sabías que algunas chicas que tuviste aquí en los Ángeles ahora estudian en el mismo colegio en el que yo voy? – abrí de inmediato los ojos sorprendida. No sabía eso.

– Lo siento pero no puedo cambiar mi pasado, te dije que cambiaría... Dejé todo eso por ti ¿no es suficiente? – no podía mirarla a los ojos. Me siento débil. Básicamente dijo que no confía en mí.

– Lo es, perdón por pensar así... Lo siento, es que a veces me dejo llevar por comentarios estúpidos de otras personas. – asentí levemente y ella tomó mi rostro con sus manos y me hizo mirarla.

– Te amo, Cheryl... Y confío en ti, eres la chica de mis sueños y lamento mis estúpidos celos. Perdón, amor – sonreí.

– ¿sentías celos porque no te toqué a ti? – ella se sonrojó de inmediato y se separó rápidamente de mí.

– Sabes que a mi me gusta tocarte sólo a ti hasta hacerte sudar, Toni – dije eufórica. Ella se encerró en el baño aún sonrojada y solté una fuerte carcajada.

Me iba a acostar en la cama pero la puerta del baño me hizo girar.
Toni salió del baño aún sonrojada.

– S-se me olvidó esto – dijo tomando una toalla limpia del armario.
Antes de que se volviera a encerrar de nuevo, la tomé de la mano y la jalé suavemente hacia mí.

Tomé sus mejillas suavemente y la besé con dulzura.

– Te amo – volví a besarla y la empujé a la cama mientras me acostaba encima de ella.

– Déjame tocarte... Cómo nos gusta, déjame tocar tu cuerpo cómo sólo a nosotras nos gusta – murmuré. Pasé mi dedo índice por su abdomen y su respiración se agitó.

– Me escucharán... – intentó alejarse pero la sostuve fuertemente. – Serás una chica buena y no harás tanto ruido ¿no es así? – ella no respondió y sus pupilas se dilataron.

– Aún no firmo la cancelación del contrato... Por lo tanto, tienes que complacer a tu mommy y a tu mommy le encantaría verte gemir su nombre – dije con una pequeña sonrisa.

– C-cher... – llevé mi mano derecha a su entrepierna y acaricié lentamente su clitoris por encima de la delgada tela de su ropa interior.

– Sabes que no haré nada que tú no quieras, bebé – después de decir esto no sé como pasó pero ahora ella estaba arriba de mí.

– Quiero tocarte... ¿Puedo tocarte, mommy? – su rostro estaba muy rojo y parecía que estaba hablando muy en serio.

– Si no me das por lo menos tres orgasmos te tendré que castigar, Antoniette... – dije seria. Ella sonrió como si hubiera dicho algo que cualquier persona pudiera hacer.

– De acuerdo –

.....

🤨

𝐌𝐲 𝐬𝐮𝐠𝐚𝐫 𝐌𝐨𝐦𝐦𝐲 // 𝙲𝚑𝚘𝚗𝚒 Where stories live. Discover now