Capítulo 13: La biblioteca

16 2 0
                                    


|EMMA|

Tocaron la puerta, me levante sonámbula, con los pelos alborotados.
Eran apenas las 10 de la mañana, eso es muy temprano para levantarse y recibir visitas un domingo.



—Jess, ya te he dicho que avises antes de venir— dije bostezando mientras abría la puerta.

—¡Sorpresa!— dijeron a la vez mi madre y mi hermano.

—¿Qué hacéis aquí?— dije sorprendida con una sonrisa.

—Teníamos ganas de ver tu nueva casa y te he traído algunas cosas que sé que necesitarás— respondió mi Madre con una mochila llena de cosas.

—Claro, podéis pasar— cerré la puerta.

—Te ha quedado bien la decoración, ¡eh piolín!— dijo Tom, mi hermano.

—Dale las gracias a Jessica, ella es la que me convenció de convertir un piso normal y corriente, en uno muy "Emma"— sonreí.

—¿Emma, estas comiendo bien?— preguntó mi madre preocupada.

—Que sí, mama. No te preocupes, me defiendo en la cocina— contesté.

—Por favor, si necesitas algo, puedes venir a cuando quieras a casa— dijo mi madre poniendo su mano encima de la mía.

—No podría vivir sin tus tortitas, claro que iré—dije entusiasmada.

—¿Qué es eso?, ¿desde cuando colocas pósteres?— preguntó Tom señalando el póster de Dark soul.

—Fue idea de Jessica, creo que le da un toque especial a mi habitación ¿no crees?— respondí.

—¡Pero si es un tío sin camiseta con una guitarra eléctrica, ja,ja,ja!— exclamó riéndose.

—Jessica está muy salida con ese cantante, ¿qué puedo hacer?— respondí riéndome también.

Tom y mi madre se quedaron a comer, preparamos un pastel de carne y nos sentamos en la mesa para conversar un poco de todo.

—¿Qué tal van las clases?— me preguntó Tom.

—Bien, no hay mucho decir, en realidad, mi rutina sigue siendo la misma de siempre— respondí.

—¿Has salido con tus amigos?— preguntó mi madre seriamente.

—Eh, si...después de haber estudiado claro, sabes que mis responsabilidades van primero— dije haciéndole miraditas de complicidad a Tom.

—Céntrate en los estudios, tu padre estará muy orgulloso—añadió mi madre.

-Ya debería de estarlo— respondí suspirando.

—¿Va a venir?—preguntó Tom.

—No creo, dijo que tendría una reunión de trabajo— respondió mi madre mirando su movil.

—Pero es domingo— se quejó Tom.

—No os preocupéis, si no puede venir, será otro día— dije mirando al suelo.



Al día siguiente, de vuelta a la rutina, empezaba un lunes bastante cargado de cosas. Le había contado a Jess lo que había pasado el sábado, sobre que Harry se emborrachó e intentó propasarse conmigo.

—¡No puedo creerlo!— exclamó Jess.

—Ya ves— me encogí de hombros.

—Y, ¿hubo beso?— preguntó ella.

UNDERGROUNDWhere stories live. Discover now