UNDERGROUND

Capítulo 9: Tom

|EMMA|

Todos los años mis padres nos medían uno al otro, para ver cuantos centímetros crecíamos.

Yo me quedé en el metro setenta y dos, mientras que mi hermano llegó al metro ochenta y tres.

Ahora ya está hecho todo un hombre de 23 años. Y lo que le costó madurar, aunque sigue enganchado en sus videojuegos y viéndose la saga completa de "Star wars".

Terminó con su novia, Sarah, y desde ahí va al gimnasio supuestamente para que se arrepienta, pero creo que si Sarah le dejó no fue por algo físico, más bien fue por su carácter.

Tom es muy cabezota y arrogante, solo quiere que le entiendan a él, no es capaz de ponerse en los zapatos de otros.

Estudia ingeniería química, el tercer ciclo, pero se ha tomado un año sabático, de manera que lo tiene un poco abandonado.

El año pasado, pocos meses después de que Sarah lo dejase, tuvo un accidente cuando iba borracho en moto, lo arroyó un bus y de casualidad no está muerto, pero pasó largos meses yendo a rehabilitación.

Es muy inteligente, siempre cuando nos preguntaban las notas él era el que mas sobresalientes tenía.

Su comida favorita es la lasaña, algo en lo que estamos de acuerdo, porque nos encanta la comida italiana.

Sin embargo, odia las mascotas, tanto perros como gatos, por su culpa, mi padres nunca quisieron adoptar a ninguno. Es un aburrido, cuando éramos pequeños y yo quería salir a jugar al parque, él hacía sus berrinches para quedarnos en casa.

Además, cuando empecé la etapa de la adolescencia, me sobre protegió más que mi padre. Todo el tiempo entraba a mi habitación para ver si había algún chico chico.

Me espiaba en el colegio e incluso me dejó unas cuantas veces en ridículo con su estúpida frase de "aléjate de mi hermana" cuando tenía que hacer un trabajo con los frikis de mi clase.

Algo que recuerdo era nuestras peleas por cambiar los canales de televisión, además saltábamos en el sofá hasta romper los resortes, cosa que no fue de gran agrado para mis abuelos.

Tom solía decirme "Piolín",era su apodo preferido, aunque con el tiempo se ha ido alejando de mí.

Será porque pasa casi todo el tiempo encerrado en su habitación, aunque parezca que lo pasa mal, suele irse se fiesta y amanecer con varas amigas en su cama.

Es desagradable levantarse, entrar al baño y cruzarse con alguna de sus amiguitas por los pasillos de las habitaciones, pero ya estoy acostumbrada.

Menos mal que la habitación de Tom y la mía están relativamente alejadas, porque están en la segunda planta; la de nuestros padres está en el primer piso, así lo pactamos desde un principio.

En una fiesta de Halloween que organicé con Jessica cuando teníamos 15 años, Tom invitó a sus amigos que tendrían unos 18 años.

En esa época creo recordar que Jessica estaba colada por mi hermano, así que no me prestaba tanta atención.

Durante esa tarde nos la pasamos jugando al terrorífico juego de "Yo nunca", en resumen, no acabó muy bien que digamos, Jessica solo se aprovechaba para acercarse más y más a Tom. Y yo, terminé por dar mi primer beso a uno de los amigos de Tom.

Se llamaba Tanner y era rubio de ojos azules, una belleza, pero solo fue algo del momento, un beso sin más. Seguramente en ese momento habría sentido mariposas en el estómago y quizá me haya ilusionado pero ahora solo lo recuerdo como un hecho del pasado.

De ese chico apenas se algo, Tom mencionó que se fue a vivir a Irlanda y que apenas hablaban.

Volviendo al tema de Sarah, nunca supe el motivo exacto del por qué ella y Tom se distanciaron. Simplemente un día dejó de venir a casa y nunca más la volví a ver.

Era una buena chica pero no le hacía realmente feliz a Tom, o al menos eso comentábamos mi madre y yo.

A pesar de que mi hermano se esforzaba por darle todos sus gustos, Sarah se limitaba a darle las gracias y ponerlo en segundo lugar.

Creo que el desinterés de una pareja afecta, y sobretodo afecta al que está mas enamorado, eso explica por qué Tom quedó tan destrozado y ella lo olvidó en literalmente ¡tres días!

Es un buen hermano, eso no lo voy a negar, se ha preocupado siempre por mí, ha cumplido con su función de ayudarme siempre que ha podido. A pesar de nuestras diferencias solemos llevarnos bien y también cubrirnos las espaldas tanto del uno como del otro, cuando papá o mamá se nos echan encima.