Capítulo 1: Una noche extraña

142 5 4
                                    


|EMMA|

La mayoría de las historias comienzan con un principio y acaban con un final, pero esta historia empieza con el día que se fue de mi vida.

¿Quizás para siempre?, quien sabe. Pero recordar tantos momentos y haber compartido tantos sentimientos como el amor, tomaron el control de mi vida.

Y ya no es que sea una simple y patética historia de amor, como podrás ver, ese chico significó, significa y significará mucho para mí.

Se llamaba Johan, un nombre bastante peculiar a mi parecer, solo lo había oído un par de veces. Y podría pasarme páginas y páginas escribiendo sobre su personalidad, pero creo que debo sintetizar, aunque me es imposible poder reducir lo que siento por él, pero en pocas palabras es un buen tipo.

Probablemente te rías, seguro que te preguntes ¿escribes una novela sobre un chico que marcó tu vida y no piensas entrar en detalles?.

Esta bien, todo comenzó en una fiesta. Sí, en una de esas fiestas en las que hay mucha gente y mucha música. A pesar que no me consideraba una persona muy extrovertida en cuestiones de relacionarse socialmente accedí a hacerle caso a mi amigo Mike, uno de mis amigos, que más adelante hablaré de cada uno de ellos.

Recuerdo que me encontraba aburrida, no sabía si irme o quedarme. Por un lado, sentía que tenía razones para marcharme.

Pero por otro, sentía un impulso en mi interior, que me insistía a quedarme.

Tal vez si me voy ocurre la mejor parte y no me hace gracia perdérmelo—dije en voz alta.

—¿Piensas quedarte todo el día sentada?— una voz detrás dijo.

—Ah, hola — gire hacia él.

Debo reconocer que era un chico atractivo, de ojos verdes oscuros, moreno y alto, de esos que caben con la justa en el metro.

—¿O, ya te has cansado de bailar?— preguntó con intensidad.

—Bueno, para empezar no sé ni tu nombre. Y que quieres que te diga, vine por compromiso — me encogí de hombros y le di la espalda.

—¿No te han dicho que dar la espalda es de mala educación?— respondió ante mi gesto en tono burlesco.

—Y a ti, ¿no te han dicho que está mal hablar con desconocidos?— respondí a su pregunta con otra pregunta, muy típico en mí.

—No creo que seamos solo unos desconocidos — replicó.

—Me llamo Johan- me extendió su mano.

—Eh oye, no voy a ser tu lio de esta noche— respondí irónicamente.

—¡Quién ha dicho eso!, apenas te conozco y crees que voy a ir a por ti. — me miró con aquella mirada intensa.

Sinceramente, me sentía incomoda. Pero quería seguir con aquella conversación.

Y tal vez sea por eso, que siempre vi a Johan como un cable que atraía buena energía, del que nunca quise desconectarme.

Me había quedado callada por unos segundos, saqué el móvil y miré la hora.

—¿Tienes prisa?- me preguntó rascándose la cabeza y torciendo la mirada hacia otro lado.

—Un poco. En verdad tendría que haber llegado a casa antes de las doce, como se lo había prometido a mis padres pero...— respondí.

—¡Venga ya!, entras a esta discoteca que apenas acaba de abrir y pretendes respetar los horarios de papi y mami- me interrumpió.

UNDERGROUNDWhere stories live. Discover now