25. "Mi querida esposita"

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Marinette.

Tres años después.

― ¡¿En dónde está la tiara!? ―grito Chloe dando vueltas.

― ¡Alguien puede decirme en donde está el ramo! ―siguió Alya

― ¡¿Porque tardan tanto trayendo las zapatillas?! ―Zoé corrió a buscarla en el armario de la habitación y no encontró nada.

― ¡Ese labial no es Patrick, dije rojo manzana no rojo rubí! ―Juleka empujo al chico lejos y se dispuso a buscar otro labial.

Patrick, el estilista rodo los ojos y suspiro cansado, era la cuarta vez que me corregía el color del labial.

― ¡Anne, se cuidadosa con el vestido, no quiero ver ni una arruga en el! ―esta vez mi mamá regaño a la pobre chica.

Anne, era una asistente de Chloe, ella junto con otro grupo de chicas fueron las que me ayudo a ponerme el gran vestido blanco que diseñe, un vestido blanco y perfecto, el que siempre soñé tener para este día tan especial.

― Demonios, Vincent, ¿Te pagamos para llegar tarde? ―regaño Chloe al fotógrafo quien apenas había llegado.

― Lo siento, pero los chicos...

―Nos importa un pepino lo que allá pasado con los chicos ―Zoé se dirigió hacía el después de poner las zapatillas a un lado mío― te queda poco tiempo y no quiero que las fotos salgan horrible, así que has tu trabajo.

El chico asintió y dejo su maleta en una de las mesas que había en el salón donde nos encontrábamos. Patrick aún me seguía maquillando mientras que su asistente me terminaba de peinar, no quería nada elaborado, era algo sencillo, eran unas pequeñas ondas en la punta de mi cabello, con un pequeño recogido, encima iría la tiara, era hermosa, era exactamente como la de una princesa.

Como la tiara de la princesa malvada del cuento.

Cuando habían terminado y la tiara estaba en mi cabeza y el maquillaje esta listo, me levante de mi lugar y me puse las zapatillas, me gire sobre mi propio eje y note a las chicas enfrente, estaba mi madre, Chloe, Zoé, Alya y al final Juleka.

Todas tenían los ojos brillosos, mi madre no pudo mantener las lágrimas así que derramo algunas, Alya me paso el ramo, que era de flores naturales y la sostuve con ambas manos, me di media vuelta para verme en el espejo de cuerpo completo que había.

Vi mi reflejo.

Estaba ahí, parada con el vestido que siempre soñé. El maquillaje y el peinado era lo de menos, con solo el vestido me veía hermosa.

― Luces increíble hija ―se acercó a mí y me toco el hombro― tu padre diría lo mismo.

Sonreí, un nudo vino en mi garganta, quería llorar, pero esta vez no era de tristeza, era de felicidad, pero no lo iba hacer, iba a desperdiciar tres horas de maquillaje en tan solo un segundo.

― ¿Podría por favor posar para la foto? ―pregunto el fotógrafo acercándose con su cámara, mamá asintió y nos acomodamos.

Tuvimos una sesión de fotos por una hora, estuve posando por mucho tiempo, al final las chicas se unieron a la sesión.

Mire al reloj de pared y ya casi era la hora de la ceremonia, las manos me sudaban y el estómago me daba mil vueltas, solo pensaba en la reacción de Luka al verme vestida así, se que también para él ha sido un sueño todo esto, estaba feliz, iba a casarme con el amor de mi vida, con la persona que hace latir mi corazón cada vez que me mira.

Estaba nerviosa de que varias personas me vieran vestida así, nunca creí que esto iba a suceder, que el chico del que me enamore en la secundaria, el chico que era novio de mi mejor amiga, el chico a quien le decía mejor amigo, ahora lo llamaría mi esposo.

MENTIRAS [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora