MENTIRAS [✔]

21. "Esa chica tiene el poder sobre mí"

Marinette.

Mis pies se movían, mi cuerpo entero estaba temblando, no lograba escuchar nada, los carros pasaban a mi lado, abría camino entre la multitud de gente que había. Estaba corriendo a dirección del hospital, después que mi madre llegara a mi habitación y me dijera aquella noticia no dude en salir de mi casa e ir a verlo.

Los copos de nieve caían sobre mí, no había tomado un abrigo, estaba corriendo, tenía unos pans afelpadas, una blusa holgada de colores y pantuflas, estaba en pijama, siempre suelo estar vestida así en los días de frío y que sé que no saldré de casa.

No me importo como iba vestida, no me importo salir sin mi abrigo o cambiarme, para ser honesta, los copos fríos de nieve que caían sobre mi piel, no los sentía, no sentía el viento frío chocar con mi cara, mi cuerpo temblaba pero no por el frío, si no por aquella noticia. Mis ojos estaban empapados de lágrimas, veía borroso, casi nada podía ver.

Antes de salir corriendo escuche a mi madre gritarme pero no me le tome importancia. La gente me miraba extraño, estaban viendo a una chica correr entre la nieve y sin abrigo. Veinte minutos después de correr, llegue al hospital, seguí corriendo entre los pasillos para encontrarme con Juleka, la cual la encontré, estaba en los brazos de Rosita, tenía las manos en el rostro hundido en el hueco del cuello de su mejor amiga.

Un moreno se encontraba presente con una rubia alado de ellos, ambos parecían estar llorando, di pasos lentos para acercarme, en cuento todos me vieron, sus ojos se abrieron como platos, pareció que vieron al mismísimo diablo. En cuento la rubia puso los ojos en mí, vino corriendo con los brazos abiertos y con los ojos llenos de lágrimas.

No podía creerlo, esto estaba sucediendo. Era real.

―Santo dios, Marinette, vas a pescar un resfriado ―menciono la rubia al verme en pijama y sin un abrigo.

― ¿Estás loca? ―intervino mi mejor amigo, su voz sonaba ronca.

―Vine en cuanto mi madre me dijo lo que paso ―respondí en un jadeo, estaba cansada― ¿En dónde está? ¡Quiero verlo!

Juleka y Rosita se acercaron a nosotros, la alta se secó las lágrimas y aclaro la voz para decir:

―Mi madre está con él ahora mismo ―hablo tranquila― gracias Marinette, mi hermano ha despertado.

Escuchar esas palabras, hizo que mi corazón diera un gran brinco, me lleve las manos a la boca y ahogue un chillido de felicidad, mis piernas temblaron y ahora, sentía realmente mucho frío.

Chloe y Nino me abrazaron, estábamos felices de que Luka allá despertado, estaba feliz de que al fin podría escuchar su voz.

― ¿Podemos verlo? ―pedí en un susurro― por favor Juleka.

―Claro que sí solo que...

― ¡¿Qué hace esa asesina aquí?! ―la voz de su madre se hizo presente con un grito y señalándome.

―Mamá cálmate.

―No Juleka, no sé cómo puedes convivir con la persona que hace que muera tu hermano.

―Pero no lo está, él ha despertado por fin, mamá

―S-señora Couffaine yo...

―Lárgate de aquí ahora mismo antes que llame a los de seguridad y te saquen a patadas.

―Debemos calmarnos un poco ¿No creen? ―menciono el chico sobándose el cuello― todos nos están viendo.

―Señora, es una amiga de Luka, debería darle la oportunidad de...