WINTER THINGS. |RenMin|

23.

renjun se quedó dormido tan pronto regresaron al departamento, había perdido mucha energía al estar riendo tanto con los chicos. jaemin tomó una ducha y se recostó junto a él abrazándolo con delicadeza para no despertarlo, quedándose un rato más en vela solo para pensar en lo amorosos que fueron sus amigos con su chico. tampoco podía olvidar las breves palabras que recibió de hyuck.

"me alegra verte feliz y aceptando quien realmente eres".

la sonrisa no se borraba de su rostro y no quería que esa calidez dejara de abrazar su pecho, jamás se había sentido así de feliz y todo era gracias al chico que dormía acurrucado entre sus brazo. la mañana del treinta y uno de diciembre era bastante fría pero ellos no lo sentían por estar abrazados bajo las mantas, no charlaban por estar besándose a cada rato pero a ese punto realmente no necesitaban utilizar palabras para comunicarse entre ellos.

—¿me veo bien? —preguntó el chino mirando hacia el mayor entre los dos, ya estaban por pasar por ellos para ir al festejo de año nuevo.

renjun en serio se había esmerado para arreglarse, tanto que ni siquiera podía reconocerse a él mismo frente al espejo pero estaba demasiado contento con su manera de verse. siempre había sido alguien muy elegante, desde su forma de peinarse, maquillarse hasta la forma en la que se vestía pero esta vez había optado por un estilo un poco más tranquilo y juvenil, parecido al estilo de jaemin, tal vez se había inspirado un poco en el después de tantos días viéndolo vestirse.

—me gusta más cuando no estás usando ropa, pero siempre te ves hermoso. —jaemin le provocó un tonto sonrojo a la par que rodeaba su cintura con sus brazos abrazándolo cariñosamente soltando risitas bastantes sonoras manteniéndose así hasta que el celular del pelinegro empezó a sonar.

fueron al lujoso departamento en el auto de chenle, los amigos charlaban cómodamente y renjun observaba la ciudad por la ventana jugando con los dedos de la mano de jaemin que estaba descansando en su muslo desde que se subieron al automóvil. cuando llegaron bajaron todos juntos y a medida que caminaban hacia el ascensor renjun empezó a sentir que conocía ese lugar, creía haber estado ahí antes y la curiosidad estaba jugando un poco con su cabeza, realmente quería saber si alguna vez había visitado ese lugar.

no necesitó más explicación cuando al entrar vió a todos sus "amigos" en ese lugar, al parecer el departamento era de jeno y había invitado a todos lo del grupo de amigos de la universidad..menos a él. sus ojos se aguaron con prisa pero tuvo que fingir una enorme sonrisa cuando mark corrió a abrazarlo diciéndole que lo había extrañado muchísimo, obviamente que nada se comparaba a la expresión de jeno cuando lo vió ahí.

— creía que..no ibas a estar en el país para las fiestas de fin de año..— el chino se aguantó las lágrimas mientras miraba al que más apoyo le había dado en la facultad, ahora se enteraba que ese mismo chico de sonrisa bonita le había mentido para no estar con el.

jeno no supo cómo explicarse y las expresiones de sus supuestos amigos empeoraron su inestabilidad, llevaba una hora en ese lugar y por lo menos cuarenta y cinco minutos llorando silenciosamente en uno de los baños del lujoso departamento. no quería molestar a jaemin y decirle que quería volver a casa solo por eso, sabía que el la estaba pasando bien con sus amigos y no quería arruinarle la noche.

— ¿está ocupado? — preguntó alguien golpeando la puerta, como renjun no le había puesto seguro la cabeza de chenle se asomó notando que estaba llorando sentado en la taza tapada. — mierda, ¿qué pasó? ¿estás bien?

chenle no tardó en abrazarlo y dejarle llorar en su hombro hasta que tuviera la suficiente tranquilidad como para contarle lo que pasaba, a penas pudo entenderle porque no paraba de sollozar pero lo sacó del departamento de forma discreta llevándolo hacia su auto, llamando a jaemin y a los demás diciéndole que tenían que irse en ese momento porque algo le pasaba a renjun, claro que el amante del chino armó su carrera olímpica en las escaleras del edifico para llegar al estacionamiento buscando a su chico con desesperación.