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el guapo de cabellos negros pasó toda la madrugada y mañana en su cama mirando el techo y mordiendo sus uñas como siempre lo hacia aguantándose aquel dolor que se provocaba al levantar su propia piel con sus dientes. se levantó al medio día para ir al baño antes de ponerse a trabajar en su computadora como todos los días, comiendo algo que pidió por delivery y manteniéndose rodeado por una de las mantas de su cama para no sentir tanto frío por estar sin camiseta y short de verano.

renjun como siempre había salido temprano de su casa para pasear y luego ir a trabajar, saludó a todos recibiendo muy pocas respuestas pero aún así su humor se mantuvo tranquilo sentándose en su lugar y concentrándose en su trabajo para que todo estuviera en orden antes de la semana de vacaciones de navidad, estaba bastante ansioso por encontrar a alguien con quien pasar las fiestas pues los últimos cinco años la había pasado solo en su apartamento o simplemente paseando por la ciudad viendo parejas o grupos de amigos divirtiéndose y deseando algún día tener algo así de bonito para divertirse en esas fechas tan importantes para el. se despidió de sus compañeros y nuevamente se dirigió a la cafetería cerca de su departamento para comprar sus hotchocos y su postre caminando bastante cansado hasta el parque al que había ido al día siguiente para merendar y sacar fotografías aprovechando que no había nieve cayendo en sus cabellos o su nariz esta vez.

—oh..

susurró el chino notando al mismo chico del día anterior sentando en el mismo lugar otra vez desabrigado y con la vista perdida en el algún lugar frente a el. el rubio de gafas sonrió de forma cálida  y se acercó a sentarse con el de nuevo, observando el interior de la bolsa por unos segundos, bastante dispuesto a volver a renunciar a su merienda diaria para compartirla con el aunque lo ignorara. extendiéndole la bolsa con un vaso menos de chocolate el cual ya había abierto para beberlo el mismo, observando al contrario con ojos brillantes.

—no soy un mendigo y no te conozco, no tienes porqué darme comida. —el pelinegro habló sin mirarle notando de todas formas como una pequeña lágrima recorrió el rostro del extraño, quién rápidamente la limpió y acomodó sus gafas tragando saliva antes de hablar.

—sólo..creo que podrías sentir frío aquí y el chocolate siempre ayuda a tener buen humor. —volvió a susurrar el rubio y se encogió en hombros, levantándose y dejando la bolsa en donde estaba sentado antes volviendo a alejarse para regresar a su hogar.

fue tarde en la madrugada que jaemin se arrepintió de haber tirado esa bolsa a la basura, aquel chocolate y el postre la noche anterior le habían permitido tener pensamientos positivos por lo menos un rato. ahora se sentía asquerosamente culpable por haber tirado aquel alimento, así que al día siguiente estuvo sentado en ese mismo lugar como si estuviera esperando a ese chico y no buscando relajarse como otros días, incluso se había abrigado para no preocupar al desconocido. pero el nunca llegó, ni siquiera pasó por esa calle o por el parque, provocando el vacío emocional en el pelinegro de nuevo.

—eso me pasa por esperar demasiado..

fue lo único que dijo el joven, yendo a su departamento con suficiente decepción como para tirarse a la cama y dormir hasta el día siguiente despertando a las cinco de la mañana sin nada de sueño, desayunando con la vista en la ventana junto a su cama y escuchando un larguísimo audio que le había mandado su jefe para especificarle que cambios debía hacer en su último trabajo, lo que nuevamente llenó su cabeza de cosas que plasmó en su computadora.

WINTER THINGS. |RenMin|Where stories live. Discover now