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jaemin salió a comprar la merienda dejando a renjun durmiendo en su cama, comprando el chocolate y los postres esperando con tranquilidad en la cálida cafetería escuchando lo que sea que sonaba en los altavoces en las paredes y observando a varias parejas en sus mundos consumiendo sus pedidos mientras charlaban. pero una especial llamó mucho su atención, eran dos chicos al parecer extranjeros tomando cafés y compartiendo un trozo de pastel.

—te amo tanto..—murmuró uno de pronto acariciando los claros cabellos de su pareja, haciendo que se sonrojara y se comportara bastante tímido dándole tragos rápidos a su café.

—yuta..—el chico sonrojado solo pudo sonreír como todo agachando la cabeza casi desesperándose cuando empezó a recibir besos en su cabeza por su cariñoso novio quien lo rodeó con sus brazos susurrándose cosas al oído.

el pelinegro tuvo que darse la vuelta para tomar la bolsa de sus pedidos, saliendo de ahí con un extraño sentimiento en su pecho teniendo muchas ganas de ver a renjun hasta sonriendo cuando notó que el menor estaba despierto observando la ventana con una manta rodeando sus hombros, estaba sacando fotografías de lo que se podía ver de la calle desde ese lugar sin realmente prestar atención al ruido de la puerta así que se llevó un gran susto cuando de pronto sintió los brazos de jaemin rodeando su cintura con sus brazos metiéndose en su cuello empezando a besar su piel.

—jaemin..¿que estás haciendo? —susurró empezando a ponerse nervioso, poniendo sus manos encima de los brazos del mayor resistiéndose a las cosquillas que le provocaban los labios ajenos en su piel tratando de entender cuáles están las intenciones de sus actos.

el mayor ya se había dado cuenta de lo que estaba haciendo pero le gustaba estar en esa parte tan calentita de su piel, renjun se giró hacia el unos minutos después buscando sus ojos teniendo las mejillas más rojas que nunca y sus pequeños ojos brillantes mientras pasaba sus manos por los brazos ajenos hasta llegar a sus hombros donde las dejó descansar apretando ligeramente la tela de su ropa muy nervioso pues nunca había sentido ese tipo de cosas y de alguna forma quería que ese sentimiento se quedara en su pecho pero no sentía suficiente valor como para pedirle que volviera a besarlo así.

—lo siento..—jaemin murmuró y se levantó de la cama sorprendido por sus propios actos, dándose la vuelta para tomar el vaso de chocolate para el menor dejándolo entre sus manos sentándose junto a él para merendar juntos en silencio pensando en lo que habían vivido minutos atrás, casi acostumbrado a ello el de cabellos negros empezó con las palabras otra vez. —en navidad..tal vez llegue tarde a verte, unos amigos harán una fiesta y ya me llenaron el celular de mensajes para insistirme a que vaya por lo menos un rato.

—oh, claro, no hay problema. —renjun abultó sus labios escondiéndolo con el vaso de chocolate mirando hacia el piso. —pero..es una fiesta con tus amigos, será mejor que pases más tiempo con ellos en esa noche tan bonita, no hace falta que me vengas a ver.

—pero me pediste que la pasara contigo y de todas formas las fiestas de navidad no son para nada lo mío como para estar ahí demasiado. —el mayor se encogió en hombros levantándose de la cama para tirar los desechos de su chocolate y su postre volviendo a sentarse a su escritorio para adelantar algo de trabajo del día siguiente llegando a sorprenderse mientras veía a renjun volviendo a subir a su regazo como antes recargándose en su hombro y abrazándose a su torso.

WINTER THINGS. |RenMin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora